Adiós 2015, Hola 2016

Buenos días,

Quería haberme pasado a felicitarte la Navidad en condiciones, llevaba el post medio escrito desde tierras vikingas pero al final fue llegar a mi paraíso astur y no encontrar momento de sentarme frente al ordenador, me vas a disculpar pero han sido días para DISFRUTAR (así tal cual, en mayúsculas).


De vuelta a tierras vikingas, con un poco de nostalgia por ser el primer año que comeré las uvas siguiendo las campanadas en la distancia, pero sabiendo que no estaremos solos sino con amigos que ya son familia, no quería dejar pasar el momento para hacer repaso de este 2015. 

He decidido seguir aquel guión de aquel post de noviembre para hablar de lo que me ha gustado de este año, lo que hubiese preferido borrar y no me ha gustado nada, y terminar con un par de deseos para el 2016.

Volando voy, volando vengo

Buenos días,

Viajar ya no es lo que era, verdad? Qué te voy a contar que no sepas... Ayer mientras estaba sentada en mi asiento del avión volví a recordarlo, así que en mi primera parada antes de llegar por fin al paraíso astur, decidí que había llegado el momento de divagar un poco sobre este tema...

Via amazon.com.uk

Lunes sentados a la mesa (de Navidad)

Buenos días, 

Espero que tu fin de semana haya sido mejor que el mío; los virus se niegan a abandonar nuestra humilde morada y cuando casi estaba recuperada y dispuesta a comerme con salmón el fin de semana, sucumbe maridin y tenemos que plantearnos una ofensiva consistente en encierro casero para intentar ganar la batalla (ya veremos si la guerra) y llegar los dos sanos y frescos cual lechugas a nuestro paraíso astur.



Eso que llaman puente de diciembre

Buenos días,

¿Disfrutando del puente? Qué bueno esto de tener unos días de descanso, no? Y que conste que aquí los autóctonos no son tontos y lo tienen bien montando, concentran los "broer" vikingos en los meses de mayo y junio por eso de disfrutar de largos días de luz pero durante la oscuridad invernal nada de nada.

Me he puesto a recordar lo significaba la llegada de estos días sin clase primero y después sin despertador para el trabajo y para mi, creo que el primer fin de semana de diciembre era algo así...

Consulta con el doctor danés

Buenos días,

Vuelvo, entre tos y tos, voy recuperando el control y casi ya no me pongo morada; sí!! morada has oído bien, es que creo que no sé toser en condiciones, acabo atragántandome y monto unos numeritos...  pero voy a dejar este tipo de detalles aquí, que no hay necesidad, no?

Como es viernes y solemos tomarnos un algo, yo está semana propongo que sea alguna infusión con miel y limón, para entrar en calor y para alivio de mi garganta.

Imagen Chamomile Hot Toddy Recipe

Hoy por raro que te parezca, venía a hablarte de cosas de médicos daneses. Tranquila, como he dicho no voy a entrar en detalles del virus que me trae loca desde hace exactamente una semana, y en todo caso, te seguro que la lectura de este post es apta hipocondríacos...


Algo caliente, que ha nevado!!

Buenos días,

Un algo caliente, por favor!! Si puede ser... para mi chocolate, que aquí ya ha llegado el invierno. Lo hizo el domingo mientras como te conté, yo estaba disfrutando de la compañía de mis norteñas en Berlin. En ese momento, en tierras vikingas caía la primera gran nevada del año, por suerte después de unos días apenas quedan restos, salvo en nuestra terraza donde tenemos un montón de nieve, ahora piedra de hielo de importantes dimensiones (lo mismo me da por hacerme con un picahielos y ponerme a servir copas a los vecinos vikingos, aunque me temo que entre la cerveza de navidad y el vino caliente, igual ni lo apreciaban). 
Por el momento no ha vuelto a nevar y lo mejor es que, si nos fiamos del servicio meteorológico nacional (que todavía no ha dado razones para no hacerlo), la nieve no volverá a acompañarnos hasta bien entrado diciembre, lo que podría pillarnos en nuestro paraíso astur o de vuelta en Dinamarca.

Fuente: www.makeandtakes.com
El caso es que la nieve es bonita, sobre todo en fotos, pero yo también le encuentro sus "peros", ahí van...

Sucedió en Berlin...

Gute morgen!!

Estoy de vuelta, no sé si estabas esperando que mi regreso se produjese de la mano de un post dedicado a imprescindibles de Berlin, si es así me temo que hoy voy a defraudarte (aunque como alternativa te propongo que busques aquí).

No voy a hablarte de sitios que visitar, lugares donde sentarte a comer o a tomar un café, donde disfrutar de un momento (o los que hagan falta) de shopping, no lo voy hacer porque el jueves salí de mi casa rumbo a Berlin con un objetivo bien distinto: un estudio de campo para poder compartir hoy contigo una de mis teorías (científicamente no contrastadas, que nadie se lleve a engaños!!). 



Lo que ha cambiado mi armario...

Buenos días,

Después del momento reflexivo del lunes, cambio radical y hoy vengo a hablarte de mi armario.
Tranquilidad porque no sé trata de hacer una presentación oficial como en su día hice con LA lámpara,  esa que me da vida en los oscuros días vikingos. 
Que nadie se me asuste, no pienso meterme en un berenjenal del que no tendría la más mínima idea de como salir, no sé mucho de moda, sigo las tendencias pero por fortuna guardo la buena costumbre de mirarme en el espejo antes de pasar por caja o salir de casa, lo que me permite (o eso creo yo) no salir hecha un adefesio ni tampoco haciendo el rídiculo.
Hoy voy a hablaros de lo que la vida vikinga ha hecho con mi closet.

La vida sigue más o menos igual

Lunes. Empieza la semana.

Chocolate, café y orgullo

Buenos días,

Ay qué ganas de viernes... Ay qué pena que los rayos del sol esta semana tocasen el jueves con lo bien que nos hubiesen venido para el fin de semana, lo peor es que dicen los entendidos (los "Montesdeoca" vikingos) que de aquí a unos días no podemos esperar más que lluvia y viento, así que el plan perfecto podría ser: montar el árbol (a ver si de una vez lo hago),y tardes de esas dedicadas a la lectura en el sofá y ya puestos con una buena taza de chocolate caliente y churros!! (de los de verdad, no del sucedáneo que les venden aquí a los autóctonos).
Aunque te voy a confesar una cosa, churros no tendremos pero chocolate a la taza (Cibeles, el que siempre se ha tomado en mi casa), de ese todavía algo queda del último paquete que llegó de España.

Foto Pinterest (en la churrería de mi barrio esta no es la presentación)

Me gusta, no me gusta, me gustaría

Buenos días!

Creo por influencia de la falta de luz empiezo a estar cansadísima a mitad de semana, no veo la hora de que llegue el viernes, y sí, ya estoy tomando mis vitaminas y además ayer estuve por la mañana trabajando a la luz de LA lampara, pero aún así mi cabeza y mi cuerpo se negaban a que llegase el invierno. Adiós otoño vikingo, con lo que tú me gustas a mi, qué pena que tu tiempo con nosotros sea tan corto!!

Como todavía sigo siendo la bloguera de pacotilla que te contaba (obviously, que en un par de semanas la cosa no iba a cambiar) pues ayer por la tarde no sabía que iba a contarte, y otra cosa no, pero salvo ausencias justificadas (viajes que servirán de descanso y de inspiración) yo estaré aquí los lunes, miércoles y viernes como un clavo. 
Bueno, entre tú y yo, no es que no tuviese una idea, porque en realidad el lunes tuve una pero fue muy en caliente implicaba un enfado innecesario y seguramente hubiese desatado las iras del infierno, así que con toda probabilidad era mejor darle una vuelta antes de sentarme delante del ordenador. 
De esta forma, mientras volvía a casa en tren pensé: "divaga pero con algún punto de lógica Vero, aplica algún tipo de organización para que no te pierdas hablando de todo y de nada", y de ese pensamiento, mientras miraba las luces a través del cristal surgió este post.




Combinación vikinga: cerveza y navidad

Buenos días,

El viernes pasado os comentaba que llegaba tarde con esto de la Navidad, que los vecinos se habían apurado a adornar con luces los balcones (igual es porque la oscuridad empieza a eso de las cuatro, vete tú a saber, si tendrá algo que ver!!) y que el calendario que me había prefijado (1 de diciembre primero, 14 de noviembre después) suponía un adelanto a la tradición familiar según la cual el árbol se pone aprovechando el puente de la Constitución.

Y la verdad es que... NO hemos (uso el plural porque aquí yo ordenaba y esperaba que otros ejecutasen) subido el árbol!! El fin de semana lució el sol y después de una semana gris había que echarse a la calle porque nunca se sabe cuando será el último con sol y sin traje de esquimal, aunque seguro que está al caer, salvo que el cambio climático haya hecho algo para remediarlo.

Ya no es sólo cosa de luces, es que hasta el mismo viernes yo no me enteré de que a partir de esa tarde ya podían beberse las  Juleøl (cerveza de Navidad), sí, como lo estás leyendo, los vikingos le han dado su propia nota de alcohol a ese periodo de reuniones familiares, que luego también tienen otras tradiciones como la de cantar juntos alrededor del árbol pero ellos le ponen su cervecita al asunto, que vete tú a saber si tanta cerveza no tendrá al final algo que ver que siempre estén el el ranking de los más felices del mundo. (Borrachos de felicidad??)



Bla, bla, bla... Divagaciones de viernes

Godmorgen!!

Dime que no estabas esperando que hoy tuviese listo el café... Anda, vete y prepárate uno bien cargado que hoy vengo con una entrega de divagaciones varias que por extensión podrían confundirse no con uno sino varios capítulos de una novela.
Y hoy, no admito quejas, que entre las divagaciones ya incluyo una propia, pero tranquil@ que habrá de todo un poco, una especie de cajón desastre, como ese armario que abres y se te caen encima las más variopintas cosas porque la ultima vez lo escondiste todo en lugar de ponerte a recogerlo (Ay no!! Qué quizás tú si consigas mantener la casa ordenada las 24 horas los 7 días de la semana, yo es que no creo mucho en las casas pinterest /instagram -que seguro que las habrá- pero me las imagino tan tan aburridas).



Un par más de recomendaciones, si visitas Florencia

Buon giorno!!

Como por tierras vikingas andamos ya recogiendo las gafas de sol hasta nuevo aviso, he decidido volver a Florencia, acercarme al Mediterráneo, allí donde los días son un poco más largos y Lorenzo no se esconde detrás de ninguna nube gris.

Hoy me gustaría hablarte de otro par de sitios muy especiales para mi porque me llevan directamente a los años que vivimos allí y a los que siempre, siempre vuelvo... 


Si visitas Florencia... 2 imprescindibles

Buenos días,

Ayer por la tarde, aprovechando el domingo gris que tuvimos, entre lavadora y secadora (no hubo momento plancha, porque ya me las apaño para que este tipo de momentos se reduzcan al mínimo imprescindible) estuve pensando que apenas había compartido nada de la escapada a la Toscana, salvo el "momento descubrimiento de airbnb".

Así que entre planes vikingos y divagaciones varias de las que comparto contigo, voy a aprovechar para hablarte de algunos de mis imprescindibles toscanos; en la mini escapada pensada para desconectar, además de revisitar alguno de nuestros lugares favoritos también hubo tiempo para algún que otro descubrimiento.

Hoy me voy a centrar en la zona de la San Lorenzo, concretamente en la calle Via dei Conti para hablaros de dos sitios que volvería a visitar una y otra vez.

Cambio de hora y otras cosas

Godmorgen!!

Ayer mientras callejeábamos por Copenhague, hicimos una parada para coger fuerzas y en ese momento (no en otro, porque yo soy mucho de que las ideas me vengan de repente) pensé que no podía volver a saltarme nuestra cita de los viernes, que últimamente encuentro demasiado fácil la excusa perfecta, que si la visita de las #cantabricasencopenhague, que si a Florencia habíamos ido  a descansar y no a estar conectados al ordenador, que sí algunas cosas se torcían y no me sentía con fuerzas para escribir....


Boo!! Halloween en el Tivoli

Qué cabeza la mía!! ¿Será que no he visto suficientes fotos de calabazas estos días? ¿Será que en realidad tan sólo he ido un par de veces a ver los jardines repletos de pumpkins, espantapájaros, telas de araña? Sea por lo que sea, este año me he olvidado por completo de bajar al trastero y decorar la casa (tristes y llorosas se han debido quedar los portavelas ad hoc y mis caritas de muerto mexicanas) e incluso me he olvidado de compartir contigo uno de esos planes imprescindibles si visitas Copenhague estos días: Halloween en el Tivoli!!
Todavía no está todo perdido porque hasta el domingo 1 de noviembre es posible visitarlo; lo tengo claro este finde hay que escaparse un día.





Información práctica:

- Ubicación: en el centro de la ciudad, entre la plaza del Ayuntamiento y la estación central.

-Horario de apertura es de domingo a jueves de 11 a 23 he. los sábados y domingos de 11 a 24 hs.

- Precio de la entrada (únicamente la entrada, no vayamos a echarnos luego las manos a la cabeza) son 90 kr. (los niños menores de 8 años entran gratis).

- El acceso a las atracciones: depende de lo que te gusten, te pueden encantar subirte en todas y en ese caso te recomiendo comprar el multi-ride ticket que son 209 kr.; pero si eres más de disfrutar y pasear por los jardines (el Tivoli es mucho más que un parque de atracciones!!) pero no te quieres ir sin subirte al menos en una, entonces sólo tienes que saber cuantos rides necesitas, dependiendo de la atracción necesitarás de 1 a 3 rides y cada uno son 25 kr (si estás seguro de cuantos vas a necesitar, puedes comprarlos en las taquillas de la entrada, de no ser así siempre puedes comprarlos en las maquinas que hay por el parque).
Para los menores de 7 años la mejor opción es comprar el co-rider ticket que son 409 kr., se trata de  dos pulseras multi-ride que lleva el menor y que dan opción a que él elija el adulto que quiere que lo acompaña.
Un pequeño consejo: Yo no soy mucho de atracciones (salvo si voy con algún peque, en ese caso y como la altura limita el acceso a algunas atracciones a las que con o sin peque no me subiría)  recomiendo subirse a alguno de los tiovivos antiguos y a una atracción que se llama "Den flyvende kuffert" un viaje en cofre para reconocer 32 de los cuentos más conocidos de H.C.Andersen.

En menos de un 3 semanas inauguraremos la Navidad en el Tivoli pero ahora lo que toca es eso de... ¿truco o trato?

Un paraíso vintage en Copenhague: Wiingaard

Godmorgen!!

Qué tal ha ido el fin de semana? Y lo del cambio de hora? A mi se me ha pasado volando a pesar de la hora extra de sueño y de algún momento de morriña del finde pasado con mis #cantabricasenCopenhague. Me lo repito como un mantra y además también te lo he repetido un montón de veces: si estás en buena compañía tanto los planes improvisados como aquellos fijados en la agenda hacen que el tiempo vuele. Ay, la buena compañía...


Voy a recomendaros una tienda que visite con mis galleguiñas (inciso: quiero veros pronto en tierras vikingas o donde sea, aunque mi experiencia previa diga lo contrario, parece que empiezo a llevar mal las relaciones a distancias!!), una de esas tiendas por las que había pasado mil veces pero nunca había entrado, algo que por cierto me pasa bastante a menudo... Entrar por fin en este paraiso es otro ejemplo claro de lo importante que es la compañía: maridin siempre dice "ya vendrás, ya vendremos" y a ellas fue hablarles de la tienda y tener claro que había que ir si o si (para muestra un botón: atención a esas caritas de ilusión).



Airbnb, y esto... ¿por qué no lo había probado yo antes?

Buenos días,

Llego tarde, tardísimo, creo que he sido de las últimas en probar el fenómeno airbnb así que si por casualidad tú aún estás dentro de ese reducido circulo del que hasta hace diez días yo misma formaba parte... Debes salir cuanto antes de él!! Te advierto: un mundo de posibilidades se abrirá ante ti, y mucho me temo que una vez lo hayas probado no querrás dejar de hacerlo.
No fue hasta hace un par de semanas cuando disfruté de mi primera experiencia airbnb, pero me temo que nuestra forma de viajar ha cambiado para siempre.

Entre tú y yo, irnos a un apartamento no era la primera  opción pero el hecho de comprar billetes e ir dejando la búsqueda de alojamiento para casi el último momento, ayudo de forma considerable.

Normalmente maridin y yo peferíamos los hoteles (fíjate que ya uso el pasado como si no fuésemos a volver de hotel!!) pero como somos un poco exigentes, la búsqueda de un tres B (bueno, bonito y barato) se antojaba en la capital toscana una ardua tarea; para colmo nuestros años florentinos habían transcurrido en una calle del centro y sabíamos lo que eso implicaba: intentar salir del portal cuando un grupo de japoneses perpetrados con un arsenal tecnológico deciden que esa es la mejor ubicación para fotografiar algo es: misión imposible (ni Tom Cruise consigue atravesar y salir indemne de un grupo de turistas japoneses, te lo digo yo).

Y en ese momento a punto de entrar en crisis, con billetes de avión pero sin alojamiento, fue cuando empezamos a pensar que tal vez podríamos alquilar un coche y buscar algo fuera de la ciudad. Mi primera opción estaba clarísima, sabía donde quería ir, pero una vez más era demasiado tarde y resultó que no quedaba libre ni una sola habitación, así que Valdirose (cuantos deseos causa IG!!) tendrá que esperar para una próxima visita.



En modo casi contrarreloj me puse a buscar, y tras enamorarme de algunos que no tenían disponibilidad para todos los días, descartar algunos que parecían ideales hasta que entraba a estudiar los detalles (y descubría por ejemplo, que la cocina era un hornillo de camping) y comenzar a desesperarme.... Apareció nuestra casa y nuestros fantásticos anfitriones!!

Alessandra y su familia se mudaron desde el centro de Florencia a una propiedad familiar en las colinas de Bagno a Ripoli, una localidad a escasos 15 minutos del centro de la ciudad. Ella y su familia viven frente a la casa en la que nosotros estuvimos alojados, y están rehabilitando alguna de las otras casas que tienen dentro de la enorme parcela (sí, sí en plural!!).





La casa está dividido en tres zonas a varías alturas con cocina (totalmente equipada), comedor, salón, baño y dormitorio.

Toda la propiedad está rodeada de olivos, y cuenta con un tesoro: piscina con vistas!! El tiempo no nos acompaño como para disfrutarla tal y como se hubiese merecido, pero mi imaginación (que va más rápido que la luz) ya me visualizaba disfrutando de la lectura entre baño y baño, rodeada de aquellos árboles y con la ciudad de Florencia a mis pies... (yo creo que me sigo visualizando!!)




Alessandra ya tenía preparada cuando llegamos (inciso: carretera entre muros de piedra de doble sentido con ancho suficiente para un solo coche, quizás no apta para todo el mundo) un montón de información, como para nosotros la ciudad no era una desconocida nos indicó algunos sitios nuevos para que también pudiesemos descubrir una nueva Florencia.

Además nos tenía preparada una mini compra con productos para el desayuno y para preparar alguna comida o cena rápida sin necesidad de acercarnos al supermercado. Si no hay ganas de ponerse a cocinar y tampoco de coger el coche, a 100 metros de la casa está la Trattoria La Gargotta; nosotros fuimos un par de veces a cenar y podemos decir que tanto el servicio como la comida eran fantásticos... Para mi fue probar aquellos crostini di fegato y volver a sentirme de nuevo en casa, como si nunca hubiésemos abandonado la Toscana.

El día antes de nuestro regreso a tierras vikingas, nuestros anfitriones nos invitaron a su casa para despedirnos con una animada charla entorno a unos cantucini e vin santo, y nos dimos cuenta de porque airbnb es la mejor de las opciones para viajar y dejar de turistear.

Para no aburrirros, dejo para próximas entregas boniteces y descubrimientos en Florencia.

A presto!!


Regalo de cumpleaños por adelantado

A mi me gusta cumplir años, me gustan las sorpresas, las fiestas, los regalos.... lo que pasa es que algunos años salen tan malos que me pregunto si no podríamos directamente pasarlos por alto, pero justo en ese momento empiezo a repensarlo y me digo a mi misma "te han pasado un montón de cosas buenas, quédate con esas y olvídate de las otras".

Este año ya he soplado las velas por adelantado, lo hice ayer junto con dos grandes amigas antes de que volviesen a casa desde tierras vikingas y después de que me regalasen unos días increíbles, nos hemos reído tanto que si pasarlo bien se considerase deporte, estaríamos preparadas para competir el próximo año en las olimpiadas de Rio.



Decía ayer Lorena en mi red social favorita que "si hace cinco años le decían que iba a viajar con amigas hechas gracias a IG, habría pensado que eso a ella no le pasaría". 
La verdad, yo también lo habría pensado... Pero, ahora no encuentro locura alguna en que tres personas para las que la distancia nunca ha sido un problema para compartir su día a día a través de una pantalla,  hayan decidido encontrarse y venirse (dos de ellas) a instalar en una mini habitación de invitados (todo sea dicho de paso, ahí han pasado el tiempo imprescindible para descansar y cerrar maletas, puedes ver lo mucho que hemos maximizado el tiempo estos días puedes echar un vistazo a nuestro hashtag #cantabricasenCopenhague).


Dinamarca se nos quedo pequeño y acabamos en Suecia
Todo esto empezó después de Puntomom, yo lié a mi sister Paula para compartir unas horas juntas, ella hizo el viaje con las Lucus y a partir de ahí empezamos a medio bromear "tendríais que veniros a hacerme una visita", yo insistía y picaba a Lorena para que hiciese click en cuanto saltase el aviso de precio razonable en Skyscanner, y tanto fue el cántaro a la fuente que por fin llego el día en que leí en mi móvil un mensaje que decía "que tal te vendría si nos fuésemos del 13 al 18", pensé que era una señal, un regalo por adelantado y una buena dosis de la medicina que necesitaba.

Han sido unos días increíbles (me repito, lo sé), la despedida ha sido dura (ya sabes que soy de lagrima fácil) pero sé que lo mejor ha sido descubrir que a mis treinta y muchos cuento con dos nuevas amigas que van a estar siempre ahí (porque todo esto empezó en la distancia y porque a partir de una edad la gente que llega a tu vida ya ha venido para quedarse), y además sé que somos de maleta fácil y que ya estamos pensando en el reencuentro... Incluso te diría que ya estamos seriamente considerando la transformación de nuestro hashtag en #cantabricasporEuropa (si toca  el Euromillones incluso podemos ampliar a América, Asia, África y Oceanía).


Tres cantábricas y una vikinga 

Gracias chicas, yo os hubiese clonado o incluso secuestrado!!

Lo que yo haría este viernes en Copenhague

Puede sonar un poco raro eso de estar a miércoles y no saber que planes tendré para el viernes, pero si yo estuviese en Copenhague mis planes serían disfrutar al máximo de la Kulturnatten ("la noche de la cultura"). 

La versión vikinga de nuestras noches en blanco incluye mas de 600 actividades y eventos en museos, bibliotecas, teatros, iglesias y muchas otras instituciones culturales de la ciudad que abren sus puertas al publico previo pago de la entrada. 
El horario oficial es desde las seis de la tarde hasta la medianoche, aunque  el horario puede variar.

El pasaporte para la noche cultural (una chapa) cuesta 90 kr. (12 euros) y cada adulto puede ir acompañado por dos menores de 11 años. En la entrada está incluido junto a todas las actividades programadas el transporte en trenes, metro, y autobuses desde la 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana,  y además habrá un barco nocturno con una ruta especifica con el fin de facilitar el acceso a determinados lugares. 
Puedes comprar el pasaporte en cualquier 7-eleven de Copenhague y en librerías e instituciones culturales en la zona de Copenhague y Frederiksberg.


¿Qué ver? Pues la verdad es que hay tantas cosas que ver y hacer que no es nada fácil contestar a esta pregunta, hay mucho y bueno donde elegir, lo mejor estudiarse el mapa, señalar las actividades que más te apetece ver, calcular algunos tiempos de espera y el de transporte si fuese necesario, y salir a quemar la tarde-noche cultural!!!   


Si tu visita coincide con esta celebración, puede ser una gran oportunidad para visitar algunos de los sitios en los que normalmente tendrías que pagar entrada o aquellos que te ofrecen una visita  diferente. Como dato, el año pasado coincidió con la visita de mis padres y te aseguro que a pesar de llegar a casa cansadisimos, es una de las cosas que cada vez que hablan de Copenhague le cuentan a todo el mundo.
Así que voy a decirte lo que más les gusto a ellos, por si te sirve:

1. Visita al jardín botanico, sí o sí. Las luces y la musica cobran protagonismo en la antigua casa victoriana de las palmas, en el lago...


2. Una visita distinta por uno de los museos con más encanto de Copenhague: el Thorvaldsens museum


3. Rosenborgslot es probablemente el castillo urbano más bonito de Copenhague, imagínate una visita guiada en la que solo veras aquello que ilumine la linterna con la que iluminaras tus pasos. Sólo es posible una vez al año, y el viernes es el día.


También podrías visitar la sede de Naciones Unidas, intentar ver a los animales en la oscuridad en el Zoo de Copenhague, tomarte una Carlsberg mientras escuchas música en el jardín de la cervecería danesa más famosa, recorrer el ayuntamiento o las salas del Christianborgslot (indispensable para aquellos que se quedasen enganchados a Borgen)... 
Aburrirte va a ser difícil, aún sin nada planeado dejarte llevar puede ser un gran plan.

Te espero el viernes a la hora del café, ya veremos con que planes.

Godmorgen!!

Te voy a invitar a un café que descubrí casi por casualidad, y eso que he pasado cada martes desde hace al menos seis meses a menos de 20 metros de él, pero de repente hace un par de semanas... encontré el que creo que se convertirá en mi sitio de los martes, ese de "si me buscáis, allí me encontrareis" (con entonación Lola Flores "si me queréis, irse").


Lo tiene todo, y con todo quiero decir: "las tres b" tan difíciles de encontrar en la capital vikinga. Es bueno porque tiene una ubicación estupenda (no sólo para mis recorridos de los martes, que conste) está cerca del Planetarium, frente al lago St. Jørgens y entre dos de esas calles imprescindibles si visitas la ciudad, Vesterbrogade  y Gammel Kogenvej; es bonito porque aquí en tierras vikingas si abres un local viene casi impuesto (madera, blanco, diseño, flores... les va lo nórdico); y es barato, o dicho de otra forma, está en la media de la ciudad, así que hay que venir prevenido, esa media nada tiene que ver con la española, que ya me he enterado yo que en algunos sitios te dan café, chupito de zumo y bizcochin por lo que aquí no te dan más que los azucarillos y la tapa del café.
Apuntalo si tienes pensado visitar la ciudad, se llama Café Altanen (La terraza).


Como te decía, lo descubrí hace un par de semanas gracias a uno de esos "maravillosos" días de lluvia en la que hacer tiempo paseando no es una posibilidad. Ya te conté que hasta hace bien poco, lo de entrar a tomar algo sola no me resultaba nada fácil, menos mal que llego Lorena para abrirme los ojos y recordarme que si me llevaba el e-book en el bolso, poco más necesitaba para tomarme un café... Alabada sea la sabiduría de mi doctora preferida!!



Al darme cuenta lo cerca que lo he tenido todos estos meses, me he propuesto a mi misma atreverme más a menudo a cambiar recorridos, que no es que lo haga conscientemente pero...  el duende de la organización que me susurra y con el que convivo no le gustan mucho los cambios ni las improvisaciones por eso me convence siempre de hacer el mismo camino.

Y ahora... A disfrutar del fin de semana, siempre en la mejor compañía.
Nos vemos el lunes!!


Volver a empezar mientras me despido de septiembre

He vuelto.

He necesitado días de desconexión, días para que las cosas volviesen a su sitio, para que yo misma volviese a sentirme como la persona en la que me reconozco, la mejor versión de mi misma, aquella de la que me gusta oír hasta sus sonrisas silenciosas.

He escrito, estos días lo he hecho porque no hay mejor psicoanalista que enfrentarte a un papel en blanco y dejar que la mano escriba lo que manda el corazón, no he escrito sobre ningún nuevo café, ni sobre la visita a esa exposición que no debes perderte... He escrito para mi, para que la escritura me ayudase una vez más, seguro que no será la última vez que lo haga, y gracias a esas paginas llenas de sentimientos, he podido volver.

Septiembre nos trajo el otoño y su luz, los atardeceres a media tarde, las primeras veces arropada por la manta en el sofá, disfrute de la compañía de los amigos convertidos en familia, de días en los que mi casa era más casa que nunca, y por momentos, me olvide de lo difícil que es a veces la distancia. 

Septiembre han sido risas y lagrimas, ha tenido un fantástico comienzo y un horrible final, pero por fin se acaba y yo quiero que se marche para que se lleve con él la tristeza.

Espero a octubre para celebrar. Soplare las velas por cumplir un año más, brindaré por celebrar los quince años que llevo disfrutando de la mejor compañía, volveré al aeropuerto con ganas, muchas ganas de abrazar.

Me olvidaré de este septiembre y disfrutaré de octubre, preparé un café el viernes y haremos como si nada hubiese pasado.


Gracias por estar ahí, por esperarme.


Un cafe en un pueblo con mar...

No te acostumbres, seguramente volveremos a tomarnos el café en la mesa de la habitación pequeña frente al ordenador o sentada en el sofá con una mantina encima que es como mejor se está, pero es que el finde pasado me tope con este sitio y pensé perfecto para nuestro cafe del próximo viernes.
Así que lo que voy a contarte en este café es como llegamos hasta esta panadería en la que acabamos tomándonos un café mientras esperábamos por el sol.





Las previsiones, las que reviso continuamente en la app del movil, daban un día más o menos soleado para el sábado, todo hacia pensar que sería el último en que podría disfrutar del agua del Mar báltico, porque yo soy una chica del norte pero por debajo de los 20 grados no me meto ni loca, salvo que me regalen un neopreno!! Así que cambiamos los planes urbanitas por escapada a la playa (unos con más entusiasmo que otros, porque en mi casa la única que tuvo una vida anterior anfibia fui yo).

Total, que como ya te he dicho alguna vez, mis playas favoritas están a unos 25 minutos de casa, las hay más cerca a menos de 10 minutos pero yo desde que descubrí la Riviera danesa... No quiero ir a otra. Que no es que me haya encaprichado a lo loco de las playas de esta zona, es que con ese nombre evocador ¿querrías ir tú a otro arenal? (Y si te quedan dudas, vete a mi perfil de IG o busca el hashtag #LaRivieraDanesa).

El caso es que cuando llegamos a Hørnbæk, miramos el cielo y... no parecía que la mejor opción fuese extender la toalla en la arena, así que decidimos irnos a dar un paseo mientras se solucionaba la lucha encarnizada entre sol y nubarrones. Al llegar habíamos visto que durante el finde había un "loppemarked" (mercadillo) en el puerto, en las antiguas casetas para guardar los aperos de pesca, así que no parecía mal lugar para pasear.





Aquí, me vas a dejar que abra un paréntesis y te hablé del concepto mercadillo danés, que no son más que mercadillos de segunda mano (bueno o de tercera, cuarta incluso quinta).
Lo primero es que como casi en todos los sitios en este bendito país, no oirás una voz más alta que otra, nada de andar a grito pelado, entendible primero porque la lengua vikinga es poco agradecida y a poco que subas el tono cualquier país fronterizo podría pensar en la declaración de una tercera guerra mundial, y segundo porque ellos, los vikingos, son tranquilos por naturaleza e intrínsecos (como para adentro), esto ya te lo desarrollare bien otro día.
De verdad te digo que a pesar de todo, buscando... encuentras, incluso nosotros que no sabemos muy bien buscar tesoros en ellos alguno lo hemos encontrado.





Después del paseo por el puerto, nos metimos un poco a caminar por el pequeño pueblo costero, seguíamos mirando al cielo y la cosa no acababa de estar clara y empezábamos a pensar si no habría sido mala idea cambiar el plan urbanita por un día de playa sin sol, cuando nos topamos de frente con esta panadería.
Aquí las panaderías te atraen hacia ellas... tienen panes riquísimos, y esto te lo está diciendo una persona que podía sobrevivir sin pan en España; lo que no lego aún a explicarme es porque los autóctonos se empeñan en comer ese pan negro duro con todas las posibilidades que tienen a su disposición (esta es otra de esas cosas de vikingos que sigosin entender).





Entramos a comprar pan y a mi se me fueron los ojos hacia el dulce y como todavía seguía pensando que había alguna posibilidad por mínima que fuese de ir a la playa si le dábamos a Lorenzo un tiempito, decidí que había que quedarse a tomar un café.
Y resulto ser una decisión de esas estupendas, fue terminar nuestro redesayuno, coger nuestra hogaza de pan y abrirse el cielo y ver el sol, la cosa estaba clara había que aprovechar.

Y así fue como un domingo con planes urbanitas, acabamos en una panadería con encanto antes de darnos el que posiblemente fue el último baño en el Báltico de la temporada.

Este finde toca sacar el paraguas y poner la casa en orden, ya te contaré el lunes.
No te olvides de disfrutar!!