Me gusta leer, me gusta ir al cine, me gusta ver series, me gusta ir a conciertos, me gusta hablar por teléfono, me gusta dejar audios de whatsaap largos, me gusta skipear, me gusta pasear por lo conocido y turistear por lo desconocido, me gusta comer y también cocinar, me gusta estar acompañada y me gusta disfrutar de momentos de soledad, me gusta tirarme en el sofá y no hacer nada, me gusta despertarme antes de que suene el despertador y también quedarme remoloneando en la cama... Me gusta hacer tantas cosas.
Me gustaría tener tiempo para más, poder teletransportarme, hacer esto y aquello a la vez, a veces, estar en dos sitios al mismo tiempo para no tener que renunciar.
Y mientras voy haciendo lo que me gusta siempre que puedo.
Y mientras voy haciendo lo que me gusta siempre que puedo.
El tiempo es limitado, deberíamos leer por placer, cuando podamos, lo que queramos, deberíamos olvidarnos de hashtags, debería importarnos un pimiento el número de libros que leemos a la semana, al mes o al año.
Lo único que debería importar es disfrutar del tiempo de lectura. Mejor calidad que cantidad, una verdad casi irrefutable para muchas cosas, también para la lectura.