Lee lo que te gusta Julio - Extras: lecturas veraniegas y recomendaciones varias

Se acabo, bueno aún quedan algunos días pero puedo dar por finiquitado el mes de julio y además afirmar que el horario intermitente de verano que he tenido estas últimas semanas ha resultado ser un desastre. Verdad verdadera que el calor sofocante o los viajes de 48 horas al paraíso no han ayudado y que estoy enganchada a la actualidad política como una yonki a su dosis. Conclusión: he leído poco, poquísimo y para colmo seguimos sin gobierno... Vaya mesecito!!

Para ilustrar las escasas lecturas de este mes, nada más descriptivo: persianas bajadas, cactus que no para de crecer (no por mis cuidados sino porque se encuentra en su hábitat con tanta ola de calor), ventilador a lo Beyonce y un par de títulos gracias a la sister.



Por eso de que esto no se haga demasiado corto sentando un precedente del que probablemente no habría continuidad, también compartiré mis futuras lecturas veraniegas.


Lee lo que te guste abril, mayo, junio....

Han pasado unos cuantos meses desde que no aparezco por aquí. 
Abril, mayo y junio son meses que se me atragantan desde hace seis años, siempre pasa algo que me pone un poco la vida al revés; no es una montaña rusa donde se van sucediendo las cosas buenas con las menos malas, es mi particular noria, en marzo ya empiezo a pensar en ¿y este año qué?
Pues a este año además se ha sumado un último trimestre de curso de locura, picos de mucho trabajo, con alguno de querer mandar a la jefa literalmente à la merde (ayer mismo soñé que lo hacía).
En fin, voy tachando los días para que lleguen las vacaciones, para descansar, para leer, para organizar.



En estos meses  de poca lectura, me dejé enseñar Valencia, descubrí Cuenca, celebré en Madrid, estuve en un par de presentaciones de libros, visité Burgos, disfruté del Cantábrico desde el golfo de Bizkaia hasta el cabo Peñas, fuí a un concierto, me reencontré con amigas, hablé mucho, nos reímos y lloré algo, lo único para lo que no encontré momento fue para compartir lecturas, porque todo lo que escribía me exponía demasiado y no tenía fuerzas ni ganas de hacerlo.
Por eso vuelvo a finales de julio, cuando las vacaciones se acercan, y aunque agotada, he encontrado ese tiempo para sentarme frente al teclado.