Planes para un "puente" danés

¿Quién ha dicho que lo de alargar los fines de semana es cosa mediterránea?

Esta semana por tierras vikingas se acabó ayer, así que sino fuese por los pajaritos que siguen despertándome cada mañana exigiéndole a su señora madre el desayuno, podría haber dejado programada esta entrada y quedarme en la cama esperando oír algo así como "tienes ya preparado el desayuno" y acto seguido, levantarme y hacer anuncio de nueva entrada del blog en IG.

Ya te he contado alguna vez, que aquí mis amigos vikingos se lo suelen montar bastante bien y coincidiendo con la época en la que los días se hacen más largos, entre los meses de mayo y junio hay un montón de semanas reducidas a cuatro días. Por motivos que para que engañarnos desconozco, este año ha tocado empezar un poco antes y además no tendremos tantos fines de semana largos como años anteriores.


Mientras con toda probabilidad la ciudad sufrirá una huida masiva de vikingos (destino sommerhus de turno o al sur para asegurarse el sol y el calorcito), de momento nosotros no tenemos demasiados planes. Otros años buscamos destino cercano (ya sabes lo que nos gusta meternos en el coche y decir aquellos de "nos vamos de roadtrip") y solíamos aprovechar para explorar algo más de nuestro país de acogida o de alguno de los vecinos, pero como existen muchas posibilidades de que no disfrutemos de unos días muy primaverales y odio con todas mis fuerzas la idea de ponerme a buscar para acabar encerrados en la habitación de un hotel o, en el mejor de los casos, en un maravilloso apartamento airbnb (es que desde que soy fan absoluta no me imagino encontrarme con uno que sea una birria, hasta que llegado el día me encuentre de bruces con él). Así que este puente nos quedamos en casa.

Según el humor y las ganas con las que nos levantemos, y después de controlar las previsiones, decidiremos que hacer. Aunque, entre tú y yo, algunas ideas he ido guardando a base de pantallazos... A ver que te parecen.

Buscar casa en el infierno vikingo

Buenos días,

Esta semana tenemos una cita, desde que volví de España con las fuerzas recargadas sabía que gran parte de mi tiempo se dedicaría a un claro objetivo: buscar casa nueva. ¿Por qué? Pues porque para nuestra desgracia nuestro casero tiene un hijo que llega a la mayoría de edad y se independiza...  a nuestro hogar dulce hogar,  y porque te imaginaras que dadas las inclemencias meteorológicas de este país, lo de acampar debajo de un puente no es una gran idea.

Probablemente te hayas encontrado en nuestra situación y podrás entender la angustia de tener que dejar una casa en la que te sentías a gusto, mientras buceas en un mercado inmobiliario que es un infierno. Ya sé que el proceso de búsqueda resulta complicado en casi cualquier sitio pero te prometo que encontrar un BBB (bueno, bonito y barato) aquí es harto complicado, siempre hay alguna B que se escapa, normalmente las correspondientes a bonito o barato, porque obviamente, si el factor económico no es determinante, encontrar casas de revista, de esas de estilo nórdico que tanto nos gusta y nos hemos acostumbrado a ver, es facilísimo.

Así que como mañana vamos a visitar el que podría ser nuestro próximo hogar (esto es una mezcla de positivismo y visualización, que me diría mi hermana), hoy te voy a contar algunas curiosidades sobre lo que a veces te encuentras cuando buscas casa y dejaré para un próximo post algunas de las razones sobre las que llegado este momento ya estoy echando de menos mi casita.



Receta de felicidad en Lisboa

Buenos días,

¿Habrá mejor día que un viernes para compartir otra receta de felicidad
Siguiéndola más o menos al dedillo con las variaciones que estimes oportunas, te prometo un viernes redondo... Ya imagino que siendo uno de los ingredientes principales la ciudad de Lisboa, aunque a lo mejor para que puedas prepararla para este viernes vamos un poco justos de tiempo.


¿Ya tienes papel y boli? Pues atenta que ahí van esas pizcas, esas cucharaditas, esos aliños que hacen más sobrosa aún esta receta.

Yo tambien quiero hablar de ELLO y de aquello

Buenos días,

Estoy de vuelta por tierras vikingas, llegué el jueves pasado y en el mismo momento en el que puse un pie en casa deshice las maletas (porque soy incapaz de dejarlas para el día siguiente, y porque, entre tú y yo, creía que andaba sobrada de fuerzas) así que en uno de esos momentos en los que una se viene arriba pensé: mañana mismo me pongo a organizar los post del mes de abril.
Pensaba que venía descansada, vamos, estaba convencida, pero hete tú aquí que me dí de frente con la realidad, tanta celebración, tantos buenos momentos, que al final un poco de cansancio sí que tenía.
Así que como todavía no me he sentado con mi nuevo organizador (made by MariaWolle) para poner negro sobre blanco las próximas divagaciones, de momento hoy voy a hablarte de ese tema del que parece que todo el mundo ya ha hablado y al que llego con un par de semanas de retraso.
Sí, yo también quiero hablar de ELLO.