Otoño en Copenhague

Claudico ante la magia de los colores del otoño, lo reconozco, a mi también me gusta la paleta de tonalidades de la que se tiñe la ciudad.

Me gusta, sí, me gusta el otoño aunque desde nuestra mudanza le he cogido un poco de manía porque aquí no dura nada, es un visto y no visto, aquí no hay cambio de armario y ropa de entretiempo, aquí el otoño llega, saluda, muestra sus credenciales en forma cromática y un día te levantas y la mitad de las hojas de los árboles que veías desde la ventana han pasado a mejor vida, es el último aviso para decirte que ha llegado el invierno y que el otoño aquí dura como diría Sabina "lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rock". 


Apunta estos dos sitios para disfrutar del otoño en Copenhague.

Vente pa' Alemania (pero cuando luzca el sol)

Aprovechando mis afterårsferien (vacaciones de otoño) y compromisos de trabajo ajenos, decidimos hacernos uno de esos roadtrips que tanto nos gustan, y conocer un poco más el norte de Alemania.

Hemos descubierto un par de ciudades espectaculares a las que estamos deseando volver y de las que pronto te hablaré, hemos hecho una mini ruta de faros bálticos por la costa alemana que también pienso compartir porque hicieron que me reconciliará con la niebla. Hoy, sin embargo aprovecho para terminar un post que empecé a escribir en el hotel el último día.




No es una lista de esas útiles, son pensamientos varios fruto de no ver nada más alla de tus narices en una ciudad desconocida donde no hay mucho que hacer y la alegria la llevan en el interior.

Frilandmusset, como vivían los vikingos (editado)

Como te conté en la agenda de octubre, esta semana es la de las vacaciones de otoño pero hay un montón de actividades programadas, visitas que hacer, exposiciones que ver.
Por eso he decidido reeditar una entrada de hace algo más de un año hablándote de un museo al aire libre que merece una visita: el Frilandsmuseet.



VÄKST, så bonito y muy lækker

Seguro que te has cansado de ver la siguiente imagen en redes, es el famoso invernadero del restaurante VÄSKT de Copenhague, uno de los restaurantes de moda en la ciudad.



Nosotros fuimos a cenar el domingo y ésta fue nuestra fantástica experiencia.

Música para un 9 de octubre

Hace un par de años compartí en Instagram la letra de aquella canción que bailamos el 9 de octubre de 2010, aquella "L'emozione non ha voce" cantada por Celentano
Nos recordaba nuestros años italianos, queríamos algo que hablase de nosotros aunque no fuese la canción más bailable. Cuando llegó el momento, nos abrazamos y sólo nos recuerdo cantándola muy bajito, no sé si bailamos pero nos olvidamos de que todos los ojos apuntaban hacia nosotros.


By Luke Chesser via unsplash.com


Antes de que llegara el verano, hablando de como te trata a veces la vida, recuerdo que Marta me recomendó una canción "Lo más pequeño" de Elefantes
La escuché muchas veces antes de decirte un día en el coche que creía que había encontrado nuestra canción, la escuchamos una vez entera sin pronunciar palabra ninguno de los dos y volvimos a escucharla otra vez más, me miraste y me dijiste que sí, que habíamos encontrado nuestra canción.


Si pudiera mover las grandes rocas
para que tú siempre puedas pasar.
Si pudiera mover todas las montañas 
para que nunca tengas que escalar.

Si pudiera hacer que no existiera el miedo,
si pudiera siempre hacerte reír,
si pudiera mantener al dolor lejos,
lo haría por supuesto para ti.

Pero te puedo dar la mano al pasear.
Pero te puedo dar calor cuando se acerque el invierno.
Un hombro si has de llorar,
un lugar donde llegar.
Te puedo dar mi voz,
todo el amor de mi alma.

No puedo darte el mundo que soñaste,
porque sólo era un sueño y nada más.
Pero puedo hacer que no te sientas sola
nunca, nunca, nunca, nunca más.
Porque juntos aprendemos día a día,
que el secreto está en lo más pequeño.
Porque juntos es mucho mejor la vida,
amor, cuanta suerte tenemos.


Pero te puedo dar la mano al pasear.
Pero te puedo dar calor cuando se acerque el invierno.
Un hombro si has de llorar,
un lugar donde llegar.
Te puedo dar mi voz,
todo el amor de mi alma.

Todo el amor de mi alma.



Por todas las canciones que aún no conocemos y que acabarán siendo parte de nuestra banda sonora.
Gracias por darme la mano al pasear durante estos 16 años.


La vida no es eso que pasa en tu móvil

Te lo digo yo, que me cuesta horrores alejarme de él.
Te lo digo yo, que lo necesito para sentirme cerca por estar lejos.