Hola, hay alguien ahí?
Aprovecho que este año nos regala un día extra para despedirme de febrero y aparecer de nuevo por aquí, aunque sea después de 18 días de silencio, con desconexión incluida de redes sociales (también de mi preferida). Y vuelvo como si tal cosa, con bastante poca vergüenza que diría mi abuela, porque ella si pudiese me repetiría que uno no puede irse de los sitios sin antes despedirse, y menos aún, volver y hacer como si nada hubiese ocurrido.
Si decides continuar leyendo, te hablaré de esos días de silencio, de miedos, de desconexión, de paraísos y de buena compañía.