Cambiar la hora, cambiar de país

Se suponía que este finde nos regalaba una hora más de sueño. 
Enhorabuena a aquellos que la han disfrutado, si ahora la mayoría de los electrodomésticos no se autosugestionasen el cambio, yo podría haber ido, en mitad de la noche, cambiando la hora manualmente de todos los relojes de casa. 
Tengo el sueño ligero, de los cinco magníficos (nuestra casa siempre es la de nuestros amigos), fui la única que escuchó y se levantó a mirar por la ventana la haka que organizaron unos que iban o venían de fiesta.

Photo by Tristan Colangelo on Unsplash

Si me coincide algún partido del Seis Naciones, a mi también me alucina ver a los All Blacks ejecutando el tradicional baile guerrero maori, pero que unos jóvenes me conviertan en la Vieja'l visillo... Eso ya me gusta menos. 
Claro está, esto es algo que sólo me podía pasar si cambiábamos de país.


Nacer un 19 de octubre

Ayer cumplí años, al final no fue tan trágico como pensaba. 
Últimamente me bloqueo un poco cuando se va acercando el día, hasta este año la excusa era que estaba lejos y que echaba de menos, ayer podría haber dejado plantado a maridin y subirme a un tren para vencer la distancia, pero no lo hice y al final fue estupendo aunque echase de menos.  
Así que ya está, soy un año más vieja.



Musica para un 9 de octubre

La única tradición que no me he saltado desde que abrí este blog: los 9 de octubre dejo que la letra la escriban otros, sólo añado una canción más a nuestra banda sonora.

Este año dejamos que Sabina nos cantase. 
Que nuestro "volver a empezar" esté lleno de noches de boda y lunas de miel, que sigamos riéndonos y llorando juntos, que cuando alguno este a punto de caer, no se olvide que tiene una mano a la que agarrarse fuerte. 



"Que el maquillaje no apague tu risa, 
que el equipaje no lastre tus alas, 
que el calendario no venga con prisas, 
que el diccionario detenga las balas, 


Que las persianas corrijan la aurora, 
que gane el quiero la guerra del puedo, 
que los que esperan no cuenten las horas, 
que los que matan se mueran de miedo. 

Que el fin del mundo te pille bailando, 
que el escenario me tiña las canas, 
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo, 
ni ciento volando, ni ayer ni mañana 

Que el corazón no se pase de moda, 
que los otoños te doren la piel, 
que cada noche sea noche de bodas, 
que no se ponga la luna de miel. 

Que todas las noches sean noches de boda, 
que todas las lunas sean lunas de miel. 

Que las verdades no tengan complejos, 
que las mentiras parezcan mentira, 
que no te den la razón los espejos, 
que te aproveche mirar lo que miras. 

Que no se ocupe de ti el desamparo, 
que cada cena sea tu última cena, 
que ser valiente no salga tan caro, 
que ser cobarde no valga la pena. 



Que no te compren por menos de nada, 
que no te vendan amor sin espinas, 
que no te duerman con cuentos de hadas, 
que no te cierren el bar de la esquina. 

Que el corazón no se pase de moda, 
que los otoños te doren la piel, 
que cada noche sea noche de bodas, 
que no se ponga la luna de miel. 

Que todas las noches sean noches de boda, 
que todas las lunas sean lunas de miel."


Por todas los otoños dorados que nos quedan por celebrar juntos.