Cumplir años

No soy un ogro ni me he vuelto una abuelita cascarrabias prematura (creo) pero cada año me gusta menos cumplir años. 

Luego llega el día, y ni tan mal, pero los los días anteriores son un verdadero drama, me invade una tristeza arrolladora, me empiezo a poner repunantuca y acabo enfadada con el mundo happy que creo que me rodea, y por supuesto conmigo misma por autocastigarme de esa manera.


¿Por qué escribo esto? Porque lo necesito, porque seguro que no soy la única persona a la que le sucede, y sobre todo, porque me funciona como terapia, al menos escribirlo, lo de compartirlo quizás se me ha ido un poco la pinza.

Los últimos años, pensaba que era por estar lejos, pero no, me he dado cuenta que el problema no tiene que ver con distancias ni lugares, me entristece cumplir años y ver que no estoy donde esperaba, que no soy la persona que me imaginaba, el escenario no es aquel con el que fantaseaba, ni lo que tengo y hago es aquello que escribía en mi diario cuando pensaba en lo que sería de mí cuando fuese mayor.

En mi defensa diré que la cosa empezó mal, yo nací de culo, para hablar con más propiedad, diremos que nací de nalgas, hubiese estado mucho mejor nacer con una flor en el culo que no dejase que la suerte se alejase, pero debí darme una vuelta en el último momento, y decidí llegar sin plantarle cara al mundo.

Nacer un 19 de octubre y además en Oviedo, (y esto ya lo he contado antes) significa que el menú puede que no sea tu comida favorita porque ese día se come el Desarme, y yo, pobre de mí, de tanto repetirlo, terminé por cogerle algo de tirria al pote de garbanzos con bacalao y espinacas, soy incapaz de comer callos, e incluso durante un tiempo dejé de comer arroz con leche sólo por aquel menú. Es verdad que siempre había tarta y chocolate para compensar pero aún así... un poco de comprensión.

Cuando estaba lejos mi cumpleaños solía coincidir con la entrega de los Premios Principe de Asturias y acababa sentada frente al portátil con un fuerte ataque de melancolía, porque a mi esas gaitas entrando en el patio de butacas del Campoamor me siguen poniendo la piel de gallina.



Desde hace unos años, todo se tiñe de rosa por el día internacional de la lucha contra el cáncer de mama y entonces yo, me muevo en una linea que va desde mi aprensión innata al enfado, porque es un día en el que leeré cosas que me sacarán de quicio, esas opiniones hablando de luchadoras, y mira no, ya lo he escrito alguna vez más, con el cancer no hay luchadores, ni mucho menos ganadores ni perdedores, tiene que haber acompañamiento con palabras, gestos y silencios, y también reivindicación de un sistema de salud publico del que sentirnos orgullosos, a pesar de los recortes.
Se me encoge el corazón durante todo el año, cuando un familiar, un amigo, un conocido e incluso un desconocido enferma, así que sí, el 19 de octubre, me siento afortunada por estar sana pero no puedo evitar, ante ese velo rosa que todo lo cubre, que se me haga bola celebrar el mismo día que leo y veo testimonios que me encogen el corazón.
Todo sea y sirva, como dicen, para concienciar. 

Si yo volviese a nacer, no sé si elegiría un 19 de octubre, aunque lo sé, eso no se elige.
Pero estoy segura de que si pudiese ir atrás, le diría a aquella larguirucha  que no pasa nada si cuando toca soplar las velas no estás como ni donde esperabas, que sería fantástico haber conseguido los sueños y alcanzado los objetivos, pero que aprenda a disfrutar de cada día y a hacerlo en buena compañía. 

Feliz cumpleaños a mi!! 
Chin-chin!!
Qué el próximo 19 de octubre nos pille celebrando, los años y la vida!!




Música para un 9 de octubre


Descubro una canción y pienso que es nuestra, para nosotros, y entro en bucle. 
Y la pongo el domingo mientras ponemos orden en casa, y en el coche cuando vamos a la playa o cuando volvemos del paraíso, y la canturreo mientras bajamos en el ascensor y tú cruzas los dedos para que no se pare en ningún piso y nos encontremos con algún vecino, y un día decido que me alegra y la la uso como despertador, y otro día que me pone triste y se me caen los lagrimones. 

Así soy yo, ya me conoces después de estos 18 años.



Saber que podemos contar el uno con el otro, y a veces, no necesitar nada más.



Compta amb mi,
al últim sospir de la nit
i en el primer alè del dia
els teus llavis, quan badallis,
compte amb mi.

Compta amb mi,
quan s'oxidin els dies
i si la boira entela els vidres
dels teus somnis, quan no els trobis,
compta amb mi.

I tu i jo
en una ciutat gelada
desfent la neu a dins dels teu llençols
i tu i jo
fins que se't curin les ales
jo seré aquí espantant els teus malsons

Compta amb mi,
en els dies de lluita
i si la esperança et descuida
els mals pasos, hi haurà uns braços,
compta amb mi

Lee lo que te gusta - Septiembre

Antes de compartir las lecturas siempre escribo algo que no tiene que ver con libros.
Esta vez iba a contarte que no me da la vida, me iba a montar una película, pero mira no, mi pepito grillo me dice que hay que tenerlos muy bien puestos y una cara muy dura para quejarse siendo una privilegiada que sólo tiene que reorganizarse, priorizar y renunciar; problemas del primer mundo.



En septiembre me llevé un par de libros al Mediterráneo. En vacaciones siempre un thriller; estuve a punto de darle una oportunidad a Jöel Dicker, pero afortunadamente me avisaron que la cosa seguía el descenso en picado que había supuesto su segunda novela, así que me decidí por...

La novia gitana de Carmen Mola

Dos hermanas asesinadas con la misma crueldad, el asesino de Lara está en la cárcel pero la aparición del cuerpo de Susana obliga a resolver el nuevo crimen e intentar  esclarecer las dudas sobre el culpable del anterior.
"Llenas de cliches", leí en algunas críticas, pues puede, ya se sabe que hablando de payos y gitanos... Claro que hay un clan que cumple todos los estereotipos que esperariamos, pero es que hay dos asesinatos, homosexualidad, Alzheimer, violencia contra las mujeres, una brigada de policía casi al margen de la ley, la Deep Web...
A mi, más thrillers de esta categoría llena de "clichés", de esos que me enganchen desde la primera página. 
Yo también le encuentro un pero, la historia está tan bien contada que te atrapa y la lectura que te iba a durar días te lleva muy poco tiempo.



Conversaciones entre amigos de Sally Rooney

Es un libro que habla de relaciones, con un relato que gira entorno a cuatro personajes bien definidos, es probable que te suceda como a mi y según vaya avanzando la historia no soportes a personajes a los que acabaras comprendiendo cada silencio, cada mirada y cada una de sus palabras. 
Si adoras los personajes sufridos que utilizan el humor como arma de defensa, como carta de presentación ante los desconocidos, los personajes que se buscan porque no saben muy bien donde estar ni a donde ir y acaban montándose historias para escapar de la verdad, esos que no quieren huir pero no saben interpretar los mapas de la vida, adoraras a Frances.

No obstante, debo reconocer que me quedé un poco a medias porque me esperaba algo más, me pasa siempre con estos libros tan recomendados, fijo unas expectativas muy altas y espero que sea uno de esos libros en mayúscula.



Las posesiones de Llucia Remis

En la contraportada se dice que Las posesiones es una novela sobre aquello que perdemos mientras maduramos y aprendemos que "crecer consiste en esto: no tener adonde volver".

Hacer viajes de ida y vuelta en el tiempo mientras regresas a casa, de Barcelona a Mallorca, para poner orden en el caos de un padre que ha decidido ser Quijote y casi te obliga a ser Sancho, navegar por lo recuerdos de una casa que ya no tienes, donde se quedaron muchos recuerdos felices de la infancia. 
Emprender un viaje mientras tratas de buscar la verdad entre lo que recuerdas y lo que otros recuerdan, para terminar dándote cuenta de que aquello que creías te pertenecía no es tuyo, y encontrarte con fantasmas que creías desterrados y no saber como enfrentarte a los miedos que te produce el paso del tiempo en los otros y en ti mismo.

Hay un email mental, de esos que nunca envías, que la protagonista le escribe a un desconocido lector y admirador de su novela. 

"Querido desconocido:
Qué sabrás tú de mi. Creo que me lo tomo todo a la ligera. Pero es la única manera en la que puedo señalarte las cosas importantes. Soy una ilusionista de la realidad. Que sabrás tú del dolor, esa herida de la que brota la literatura, hemorragia de los que no aprendimos a sentir más que por escrito y sólo sabios pensar a través de la letra impresa, como quien va haciendo cuentas complicadas apuntando las operaciones, y me llevo una. ¿Te parezco afectada? ¿O consideras que hay que tener una actitud siempre solemne ante la vida para que te tomen por alguien sensible y profundo? ¿Sólo te acuerdas de la muerte cuando le diagnostican un cáncer a un ser querido? ¿Cuando un accidente hace que te replantees el sentido de la existencia?
Yo siempre pienso en la muerte, siempre la tengo en cuenta porque, total, no podemos evitarla. Cuando voy a subirme a un avión, entro en un coche o voy en metro, cuando salgo en la calle, y si no salgo, pienso que puede explotar el gas o los cimientos de mi apartamento se vendrían abajo conmigo dentro. He llegado a obsesionarme. No sólo pienso en mi muerte, también en la tuya, en la de cualquiera. (...)
Ahora le tengo tanta confianza que me río de ella. De la muerte, digo. No podré vencerla, pero sí puedo tomármela un poco a coña. De momento a ella no le importa. En mi cabeza, en todas las historias hay una muerte que lo cambia todo. Como si no fuera la vida la que lo cambia todo en realidad. En esta novela con la que te sientes tan identificado y que yo escribí no se muere nadie ¿Quien se muere a nuestra edad? Casi nadie. ¿Quien muere a nuestra edad? Casi nadie. Todo podríamos hacerlo, pero quien lo hace. Sólo una minoría, y uno publica para las masas, aunque nadie lea. Tú me leíste. Bueno, eso es lo que te crees. No me leías a mi, sino lo que había escrito, que no es lo mismo. Leerme a mi es más difícil  ni siquiera yo estoy segura de poder hacerlo.
Lo recuerdo todo, incluso lo que todavía no he vivido. Y a veces me confundo. No sé qué pasó antes y qué después, porque en mi cabeza todo es simultáneo. Todo ocurre a la vez, todo el rato. Todo es memoria. Sin parar. 
Por eso escribo. Porque sólo así sé ordenar esto que no sé si son recuerdos o anhelos. Invento cuáles fueron las causas y qué consecuencias tendrán. Qué provocó qué. (...)

Podría escribirlo entero, pero me parece una pequeña falta de respeto, me pasa los mismo con los "instacríticos" literarios que se dedican a fusilar párrafos y no dicen nada más. 
Yo sí, te recomiendo que leas Las posesiones y te quedes enganchado a toda la historia.


El placer de vivir sola de Marjorie Hillis.

Una portada rosa con la ilustración de una Pin-up como corresponde a un "clásico más vigente que nunca que supuso la liberación de las mujeres solteras en la década de 1930" (escrito en su portada.
¡1930! Prometo que parece increíble, es tan actual que parece que el tiempo se ha detenido, que no escribimos en portátil sino que seguimos utilizando pluma y tintero, un poco triste así visto.
Pero es una delicia, alegre, perfecta para una tarde de domingo. 12 capítulos para disfrutar de un manual sobre los privilegios de vivir sola, ¿o por qué no? De seguir muchos de sus consejos aunque vivas en pareja que para eso llevamos años leyendo que debemos  mantener nuestro espacio.
Escrito en 1936 para continuar siendo leído en 2018.



Y para de contar, porque no he acabado el clásico que me traigo entre manos porque... no me da la vida, quiero mantener el tiempo de lectura, pero también quiero escaparme al cine, ir al teatro, sentarme a ver series, escuchar música, pasar tiempo con los amigos... Y me han quitado horas, y no me da para todo. Así que del libro inacabado, te hablo el próximo mes.

Por cierto... 
¿Escuchar música? Estoy en bucle con las ultimas canciones de Zahara y Rayden. BRU-TA-LES.

¿Ir al cine? Dos peliculones made in Spain: Todos lo saben y El reino, pedazo de historias y de actorazos.