Me gusta leer, esto ya lo sabes porque me repito y siempre estoy con el mismo cantar, pero también es verdad que me entretienen mil cosas; las moscas no, pero puedo encontrarle su aquel a un campeonato de curling, me puedo divertir silenciosamente con la conversación de la pareja sentada a mi lado en la sala de espera (ya sé que está feo eso de escuchar conversaciones ajenas) y además, claro está, necesito estar pendiente de la actualidad (más que nunca en época de elecciones) y me pierdo entre podcasts, stories y, cada día un poquito menos en el teletienda instagramero (el que no quiere que compres no sé que, está interesado en que utilices su código descuento para flores, y en algún momento será abanderado contra el cambio climático y te animará a que moderes tu consumo, todo "muy mucho" coherente).
Ultimamente casi no tengo tiempo. A ver, espera, que no se me vaya la cabeza.
Recalculando... Ahora mismo tengo menos tiempo libre, y leo menos de lo que me gustaría. ¿Tiene sentido escribir una recopilación con tan escasez lectora: dos libros terminados y una relectura? Espero que sí porque si no me veo cerrando el chiringuito.
Ay por favor, no quiero que pienses que yo soy uno de esos que van lanzando amenazas 2.0 de desaparición, lo prometo, el día que esto no dé para divagaciones ni lecturas recomendadas, ni avisaré. Además entre tú y yo, por coherencia, aunque sólo sea económica, el dominio está recién renovado, tampoco voy a ir tirando el dinero.
He vuelto a releer Tierra de Campos de David Trueba para el club de lectura del que te hablé, tengo ganas de compartir impresiones porque parto desde un punto de cero objetividad y necesito oír otras opiniones. Ya lo dije en su día "tengo la sensación que es alguien que escribe como debe hablar, que piensa siempre antes y que tiene unas reflexiones que ya me gustaría compartiesen muchos".
Gente que se fue, David Gistau - Circulo de Tiza
A David Gustau me gusta leerlo en sus columnas aunque no suelo compartir opinión, en la radio ya no le escucho porque soy no veo la necesidad de encabronarme escuchando el programa de Carlos Herrera, pero recuerdo lo mucho que me gustaba su colaboración en el programa de "Lo mejor que te puede pasar" fueron muchas primeras mañanas danesas.
Sin mentiras.
La primera razón por la que compré este libro fue porque el prólogo es de Javier Aznar, and you know... Si él me dice ven, lo dejo todo. Espero que no suene demasiado patético.
La segunda y más importante porque he resuelto la carestía de tiempo de lectura a través de los relatos, de cuentos para mayores, siempre que sean de calidad.
Y las siguientes razones por la que avance en la lectura de este libro es porque me gusta como lo escribe, me gustó la queja sorda de la señora del tercero, el fantasma del pueblito portuario cantábrico, las curvas de las carreteras del Norte, la marquesa poniendo a prueba a sus invitados, los recuerdos de futbol, encontrar "tu" bar entre tanto anglicanismo (sólo ha faltado un cupcake), porque a palo seco un negroni quizás sea demasiado pero de aperitivo yo no le diría que no.
¿Echas de menos alguna otra razón? Porque sólo he señalado algunas.
Crónicas de Jerusalén, Guy Delisle - Astiberri
Esta última semana han muerto dos personas en los territorios ocupados de Gaza. Os lo comento porque hay que buscar en los periódicos para leer la noticia aunque la cifra desde el inicio de la "Gran marcha del Retorno" ronda los 200 según datos de la ONU. Seguro que en unos meses lo que pasé allí vuelve a acaparar titulares pero de momento no deben atraer suficientes lectores, telespectadores o radioyentes. Ya hemos perdido la cuenta de los años que lleva este conflicto abierto. Quien lo iba a decir pero parece que las guerras también pasan de moda, ahí sigue Yemen, demasiado pequeño y con pocos recursos para que le prestemos atención.
Todo esa introducción para hablar de una novela gráfica en la que su autor con una importante dosis de humor comparte la que fue su vida familiar y profesional durante el año que vivió en Jerusalén acompañando a su pareja, miembro de Médicos Sin Fronteras.
Aunque parezca mentira la vida sigue, ha seguido, durante todos estos interminables años de conflicto entre israelíes y palestinos. Puedes atravesar varios checkpoint durante la semana, encontrar un increíble supermercado en las zonas ocupadas y el fin de semana puedes ir a la playa, puedes llevar a los niños al zoo, cansarte de interrogatorios y acabar compartiendo mesa con alguien que la noche antes oía como los misiles sobrevolaban la casa donde vivía.
Esta novela gráfica va de todo eso, de ese muro, de esas fronteras reales e impuestas, de ese conflicto sin resolver.
Vamos escribiendo y leyendo, por cierto este mes no hubo ningún libro apartado pero si tengo dos a medias que tengo ganas de compartir ;)