El cafe del viernes y un hipopótamo de chocolate

Buenos días!! 

Lista para el café del viernes? Ya sé que no estoy siendo del todo constante con esto de sumarme a la iniciativa de Sonambulistas (Mar y María), y que a veces el café se transforma en Nesquick y lo sirvo el día que se tercia, pero te prometo que yo intento prepararlo religiosamente cada viernes...




El café de hoy por poco viene sin azúcar,  y a mi sólo de pensarlo me da vueltas la cabeza porque yo soy de tomar más bien azúcar con café, lo que seguramente para los puristas (que haberlos, haylos) debe ser un sacrilegio, pero que le vamos a hacer... Es que yo podría tomarme un azucarillo, como quien mastica un caramelo. 



El caso es que aquí solemos ir los domingos a la compra y yo entre la emoción de la visita y con tanto festivo por medio, la semana pasada pues me lié y cuando fuimos me olvide de meter un paquete al carro. Ya lo contaba estos días en Instagram: a la compra hay que ir comida y con lista, y una vez que te acercas a la caja revisar bien que está todo lo que habías ido apuntando.

Yo creo que ni a tu madre ni a la mia le podría pasar esto de quedarse en casa sin azúcar, porque las madres (hablo al menos por la mía) extienden el concepto "por si acaso" a la compra. Siempre he pensado que en la despensa y armarios de mi madre yo podría hacer la compra de la semana y si me apuras del mes; si no llega a ser por la distancia, anda que no me iba a salir a mi barata llenar la cesta (igual si echo cálculos hasta me compensa, aunque entre tú y yo, sólo con los precios del trayecto Madrid Asturias, para que compensase aquí los precios deberían seguir subiendo y mejor los dejamos como están).



Yo no sé si te lo he dicho, o quizás con lo de poder comerme un azucarillo quizás ya te lo habrás imaginado pero yo necesito azúcar para funcionar y si ya me das chocolate puedo hasta coger velocidad. Así que hoy junto al café tengo algo de chocolate para compartir; pero oye, no cualquiera, del bueno y rico riquísimo, de chocolate belga traído desde la misma Bruselas con amor (esto del amor ya lo supongo, pero es que tuvimos una visita que era todo love). Ya probablemente con lo de bueno y riquísimo podrías estar salivando, pero es que además de rico tiene un packaging que da hasta pena abrirlo (no a todos les cuesta el mismo esfuerzo lo de no abrirlo, que conste).




A mi es que con lo de los empaquetados bonitos me ganan, que le voy a hacer; la prueba también esta semana en mi cuenta de Ig una de las limonadas con gas que menos me ha gustado pero que venia en una botella tan bonita... Sin embargo al hipopótamo, ha sido abrirlo y oye en un plis plas me lo he comido; quien me iba a decir a mi que comerse un animal de la sabana de esas dimensiones iba a ser tan sencillo!!  
A ti también te pasa esto de llegar a casa con cosas que sólo compras por el packaging?



Ahora sí ya me voy despidiendo que ya me he enrollado bastante, que el viernes pase rápido y tengamos un poco de suerte con el tiempo este fin de semana y así poder dejar de andar controlando cada dos por tres la aplicación de móvil para saber si va a llover o no, que a este paso me va a salir rentable hacerme un curso de meteorología. 
Nosotros intentaremos descansar que esta semana volvemos a tener visita, aunque seguimos con la excursión a los acantilados de Møn pendiente. Pero si el cielo se empeña en permanecer gris y amenazante, habrá que buscarse algún plan alternativo; se me ocurren unos cuantos, pero tengo tantas ganas de primavera más de dos días seguidos, de quitarme alguna capa de ropa y poder poner los pies al sol...

Disfruta del finde!!

Lo que hace la buena compañia

Mayo podría haber sido el mes en el que poder poner a prueba el medidor de la felicidad para hacerlo saltar por los aires o mejor aún para hacerme volar; no me pidas explicaciones pero siempre me he imaginado que este medidor consistiría en sujetar un globo que va hinchándose y en lugar de explotar te hace volar (demasiado Grand Prix y El Gran Juego de la Oca durante mi infancia y adolescencia, mezclado con el visionado de Up en edad adulta).




Pero ya te conté que las cosas no siempre salen como piensas y que a veces los planes se tuercen. Así que yo lo que quería es que que llegase de una vez junio y ya puestos que se trajese con él la primavera, esa estación que aquí en Dinamarca parece que llega y que cuando casi ha llegado, coge y se va por los "fiordos de Roskilde" (versión danesa made by iverina de los "cerros de Úbeda").

Pero entonces, llegó el jueves (todavía 21 de mayo) y todo cambió y me olvidé de mayo y de la primavera (o la ausencia de ella), y delante de mi otra vez todo lo escrito en el porque IG es mi red social favorita, y recordé que no hay casi nada mejor en la vida que creer morir de la risa, tener agujetas sin practicar deporte, acostarte con la sonrisa dibujada y saber que te levantaras y no habrá desaparecido de tu cara.




Sé que me he saltado el café del viernes, y tampoco hemos desayunado juntas el lunes pero he estado disfrutando tanto estos últimos días que vas a perdonarme la desaparición porque yo sobre todo quiero escribirte cuando tenga algo que crea puedo compartir, no quiero escribirte por obligación. 
Y por eso me permito decirte que cuando estés disfrutando, tú también te deberías poder olvidar de tener el móvil o la cámara a mano y simplemente deberías dejarte llevar por la compañía, la conversación, el lugar ... 

Esto es lo que yo he estado haciendo en estos días de ausencia, disfrutar de algunas pequeñas grandes cosas que quiero compartir contigo, y que básicamente han sido:
  • Ilusionarme (muy importante lo de no perder nunca la ilusión), era fácil porque tenía una cita en el aeropuerto y sólo necesitaba unas banderitas que hondear mientras intentaba buscar una mirada cómplice que avanzase por el pasillo de llegadas. Odio la zona de salidas de los aeropuertos donde si hay lágrimas siempre son de tristeza, y me encantan las de llegadas donde esas lágrimas se transforman en felicidad (dame un anuncio de Navidad rodado en un aeropuerto y soy capaz de acabar con la sequía en África -ojalá-). 
  • Rodearme de buenísima compañía, esto es primordial, todos deberíamos poder rodearnos de gente con la que compartir risas y alejarnos de todas aquellas "personas tóxicas" que viven perennemente lamentándose, esas que son capaces de quejarse porque está lloviendo pero el día que hace sol hace demasiado calor. Hay que saber elegir la compañía, tienes que acercarte a aquellas personas que te hagan sentir bien. Yo creo que con los años he ido aprendiendo a hacerlo cada vez un poco mejor, me he dado cuenta que a veces aquellas personas que llevan mucho tiempo en tu vida, con las que fuiste al colegio, te acompañaron en los campamentos o fueron cómplices de tu primer amor, ya no te entienden igual de bien; no es nada malo, forma parte de la vida.  
  • Reirme, me he reído tanto que he llegado a pensar que si las risas fuesen una forma de hacer abdominales, después de estos días tendría una tableta de chocolate con la que poder rescatar los bikinis para este verano (pero como creo que las agujetas de la risa no tienen ese efecto, mantengo la idea del bañador o incluso del burkini).
  • Tirarme por un tobogán y hacer la croqueta en un museo de arte moderno (esto último malamente), visitar un par de parques de atracciones sin subirme en ninguna atracción mecánica pero jugando en algunos de esos puestos estilo feria de toda la vida; y todo esto lo he hecho con acompañantes que superaban los "taytantos" (pongamos más de veinte años).
  • Incluir en un tour guiado en Copenhague además de ir a comer a uno de los sitios de moda (Papiroen) o tomarnos el cafe en un un ambiente Kinfolk total (Koompa 9), la visita a unas vacas hipsters que pastan junto al mar, y como me rodeo de buena compañía con un grado de locura similar al mío, disfrutarlo de cada una de estas cosas de la misma forma.
  • Hablar mucho (yo ya hablo mucho por naturaleza, quede claro) pero también escuchar a los otros y aprender de todos algo, intentar arreglar el mundo, perderme en mi propia ciudad. 
  • Dejar un montón de cosas pendientes porque si te da tiempo a todo es que no lo has disfrutado al 100%, estoy convencida de que disfrutar significa no mirar el reloj, perder un tren, alargar una sobremesa...





Gracias Marta, Fer, Vir y Gelo por estos días.
Endulzaré la nostalgia con chocolate belga (y decididamente el burkini será la estrella de mi verano).

La lengua vikinga I

Godmorgen!! Hvad med dig?

No sé si son buenos días, y yo estar, lo que se dice estar, estoy algo nerviosa que es mi estado natural ante cualquier exámen. Sí, en breves o quizás mientras estés leyendo esto, yo estaré haciendo la parte escrita de mi exámen de danés, y entre tú y yo a mi lo que me gustaría es marcarme un Julia Roberts (si mujer, no es que se me haya ido la cabeza, me refiero a esa pelicula en que la novia se da a la fuga; pues eso mismo haría yo pero huyendo en este caso del exámen y sin necesidad de tener que remangarme el vestidazo blanco para salir corriendo). Me consuelo pensando que una vez haya pasado el exámen, cumpla con un par de horas de clases de castellano y ponga un poco de orden en casa, mañana empiezo el finde (Un viva por las visitas!!!)

El caso es que este finde pasado en algún momento que debería haber dedicado al estudio pensé que por qué no compartir contigo algunas de las conclusiones a las que he llegado en relación a esta lengua, que entre tú y yo, creo que además de para comunicarse a los 5 millones de vikingos que habitan estas tierras, yo estoy convencida que puede ser uno de los idiomas con los que se te abren de par en par las puertas del infierno.



Como supongo te imaginarás, cuando llegue aquí no tenía ni idea de danés, me defendía en inglés y echaba de menos soberanamente la etapa italiana en la que sabía que podría encontrarme otros problemas, pero de comunicación ninguno (yo soy una chica de lenguas romances, que le vamos a hacer).

Así sobre la marcha, acabo de recordar que en mi primera experiencia en Italia durante el Erasmus, nos invitaron a los escasos estudiantes de intercambio a unas clases de aproximación al sardo (si, mi beca duro casi 10 meses en un paraíso mediterráneo llamado Cerdeña, ahí queda eso). Evidentemente en cuanto pudimos aquellas clases quedaron abandonadas, y yo pienso ahora... quién me iba a decir a mi que el sardo me iba a paracer fácil y hasta melodioso al lado de otras lenguas... (y prefiero no nombrar ninguna)

La verdad es que yo no esperaba que terminásemos viviendo en Dinamarca pero la ciencia nos trajo hasta aquí, “buscando nuevas experiencias” que dirían algunos (permiteme la ironía "modo on"). Y con el inglés (si de verdad lo hablas) te arreglas perfectamente para hacer vida normal así que para una estancia corta pues quizás ni te interese volverte loca pero si la cosa se alarga y no hay previsto viaje de retorno (no vlaen los de vacaciones) hay que estudiar danés quieras o no. Porque podrás hacer muchísimos papeleos en inglés, y no tendrás problemas en ninguna ventanilla porque todos te atenderan en la lengua de Shakespeare, pero cuando te llegué una multa lo hará en danés, el tablón de anuncios de tu portal estará en danés y quizas sería interesante enterarte de qué día habrá cortes de agua antes de haberte metido en la ducha; un par de situaciones de las que se me ocurren.
Así que si alguien tiene previsto venirse, que no dude en aprovechar los 18 meses que actualmente tienes de clases gratuitas de danés.
Importante: hay muchas academias y no todas son igual de buenas, y cuando te equivocas de academia y método, cambiar es misión para Tom Cruise (sé de lo que hablo, hazme caso!!).




Imposible olvidar mi primera clase, llegue casi relajada porque maridin me habia enseñado cuatro cosas básicas que pense serían más que suficientes para pasar sin pena ni gloria esa primera toma de contacto. Bueno pues no habían pasado dos horas y yo ya no daba a basto. Pero eso sí, el primer día ya sales con un claro concepto: ellos escriben una cosa y luego pronuncian lo que les da la gana, sudores me entran cada vez que recuerdo el maldito esquema de los sonidos vocales (que yo pensé que me faltaba boca para poder tener tantas aberturas distintas para el mismo sonido!!). Así que, en mi caso, yo iba a clase y durante semanas, que digo meses, había momentos en los que me transformaba en un elefante en una cacharería. Así fue que el primer día que unas amables viejecitas me dieron coba en la estación y logre entenderlas y ellas a mi, de la emoción me confundi de tren y lo cogí dirección contraria!!!

Además os lo digo claramente, el problema de este idioma no está en las reglas gramaticales (para un español su gramática está en pañales, es básica), el quiz de la cuestión está en la pronunciación, que tú oyes a una madre hablarle a su bebe y piensas “¿Qué tipo de infancia falta de cariño tienen estos churumbeles?" Pero oye luego ellos son de los más felices del mudo y claro quien les va decir nada… Pues mira yo se lo digo y además te lo digo a ti ¿qué puedes esperar de un idioma en el que la palabra “skat” significa cariño pero también impuesto?




Ahí te dejo reflexionando sobre el tema, cuando llegue el examen oral prometo la segunda parte de mi experiencia con la lengua de los vikingos.

Louisiana Museum, porque deberías visitarlo

Me gustan los lugares en los que me siento bien y el Louisiana Museum es uno de esos lugares. 
No soy ninguna entendida en arte así que evito cualquier tipo de explicación que dejo para los expertos. 
Lo que si te puedo decir es que una de las cosas por las que me gusta el Louisiana Museum es precisamente que no es el típico museo. No es un edificio majestuoso con una increible coleccion, son varios edificios de distintos estilos unidos entre sí por pasillos, algunos de cristal, donde al otro lado te encuentras un bosque de esculturas, un lago, un horizonte en el mar... Conoces muchos museos así?   





Recuerdo la primera vez que lo visite, fue en Noviembre de 2012, todavía me consideraba de paso por tierras vikingas, no estaba realmente instalada ni pensaba en clases de danés (vivía en modo turista), me fui con unos casi desconocidos a apurar una tarjeta turística de 24 horas en Copenhague y está era la ultima visita programada, llegamos agotados y aún así yo salí con ganas de volver a entrar.

Desde aquella primera vez, lo he visitado un montón de veces (y maridin aquí añadiría “compra de una vez el pase anual!!”) y he podido ver más de una exposición temporal realmente increíble.

Exposición NEW NORDIC -  Fuente: Loussiana Museum

Exposicion: WARHOL EARLY DRAWINGS   -  Fuente: Loussiana Museum

Exposición: TARA DONOVAN  -   Fuente: Louisiana Museum

Exposición: OLAFUR ELIASSON  - Fuente: Louisiana Museum 


Exposición: OLAFUR ELIASSON 
Exposición: JEFF WALL  - Fuente: Louisiana Museum
Exposición RICHARD MOSE The Enclave  - Fuente: Lousiana Museum

Pero como con las exposiciones temporales puedes tener más o menos suerte, te pueden gustar más o menos, estas son mis razones por las que el museo Louisiana merece una visita:

-  No puedo decirte con seguridad cuantas exhibiciones temporales puedes ver al año pero la colección permanente tienes un par de cosas imprescindibles: la sala Giacometti y la instalación de luces de Kusuma “Gleaming Lights of the Souls”.





-    El bosque de esculturas perfecto en cualquiera de las épocas del año para dar un paseo.








-    El jardín frente al mar.



-  Porque es un museo que invita a visitarlo con niños (experiencia basada en la observacion y mis propias visitas acompañada de amigos con niños). De primeras, en el recorrido por el museo te vas a encontrar una sala esperando a los más pequeños con actividades relacionadas con las exhibiciones. Pero es que hasta mi ultima visita, el viernes pasado, no había descubierto en la parte exterior escondido por el bosque y frente al lago un súper tobogán. Venga va, ahora dime si es o no para visitar con los más pequeños de la casa. 






-    La tienda del museo… Si lo sé puede sonar extraño pero es fantástica, intenta ir, salir con las manos vacías y luego me cuentas. Tienen una increíble selección de libros, danish design en moda y decoración y para los más peques.




Si te he convencido a visitar Louisiana Museum, esta información práctica podría servirte de ayuda.
  • Como llegar: Desde la estación central de Copenhague hasta Humlebæk, desde allí puedes coger un autobús hasta el museo o ir caminando. El trayecto dura 40 minutos y tienes trenes cada 20 minutos. El billete si lo compras en la estación son 108 kr pero espero que te hayas hecho con una rejsekort por 39,20 kr.
  • Horarios de apertura: El museo está cerrado los lunes, de martes a viernes abre de 11 a 10 y sábados, domingos y festivos hasta las 6.
  • Entradas: La entrada cuesta 115 kr., los estudiantes pagan 100 kr. y los niños y menores de 18 años no pagan entrada.  
  • Comer allíTienes dos opciones, o llevarte la comida y disfrutar de un picnic en el jardin (siempre que el tiempo lo permita) o disfrutar de una comida en el restaurante del museo. Te puedo decir que ambas opciones son buenas. Las veces que he comido en el restaurante no he utilizado el buffer sino el bar, puede ser una buena ocasión para probar los famosos smorrebrod daneses.
Te han entrado ganas o no de visitar el Louisiana Museum?

Está listo el café!!!

Esto de estar en pleno acueducto me ha dejado preparar tranquilamente el cafe de los viernes y pararme un poco a pensar que te podía contar hoy.

He pensado que mientras nos lo tomamos puedo compartir contigo lo que he aprendido estos últimos días.
He aprendido o más bien he recordado que hay que disfrutar de cada día, festivos o no; también del día en que oyes el despertador y no quieres levantarte y del que puedes darle un manotazo y quedarte un rato más en la cama; disfrutar de las buenas noticias, por pequeñas que sean; de los días que hace sol y de los lluviosos, incluso cuando has olvidado coger el  paraguas. 
Yo te lo quería decir hoy porque a veces a mi se me olvida, y quizás dejándolo por escrito consiga tenerlo más presente. Y sí hay que escribir un manifiesto, imprimirlo y pegarlo en la pared con whasi, pues se hace.
Así que disfruta de los buenos momentos, recargarte de energía para que cuando las cosas no salgan como esperas, no te olvides de intentar ser feliz.



Por ejemplo, nuestro acueducto no está siendo como esperábamos y se ha convertido en una sucesión de cambio de planes sobre la marcha, pero lo mejor que puedo hacer es disfrutar del momento.

En un principio la idea era hacer una de nuestras escapadas de dos, no pensábamos en nada que fuese a estar muy lejos, algo susceptible de ser alcanzado a un máximo de 3 horas en coche, pero como la próxima semana tengo examen de danés, tuvimos que olvidarnos de la idea porque yo mantengo algunas de mis manías universitarias ilógicas. Así que tenían que ser planes de ida y vuelta en el día.

Después la semana se nos complico un poco, tuvimos que frenar en seco porque nos encontramos con un obstáculo en el camino, y el cuerpo ya lo que nos pedía era descansar y buscar algo de tranquilidad, tengo entre ceja y ceja visitar los acantilados de Moen que parecía la visita perfecta para lo que andábamos buscando, pero esta vez tampoco va a poder ser.


Porque con ese relax planning ya en la cabeza, descubrimos que cualquier cosa que implicase utilizar el coche durante el acueducto iba a ser complicado porque necesita una urgente visita al taller por una avería típica de nuestro desconocimiento sobre los cuidados necesarios en tierras vikingas. Así que el lunes se va directo al taller y en tres o cuatro días lo recuperaremos previo pago de un facturón. 
Permiteme que haga un inciso: Decidir el año pasado traernos nuestro coche español nos ha dado mucha autonomía y nos ha permitido acercarnos a muchos lugares fácilmente, pero el concepto automóvil como medio de transporte aquí se perfila más como automóvil propiedad de lujo. 
Eso sí, ojalá  todos los problemas pudiesen solucionarse con dinero. 

Como ves, nos habíamos quedado sin planes, pero lo bueno es que siempre hay sitios a los que llegar sin necesidad de coche, que en este país el transporte público funciona de maravilla si no quieres ir hasta un sitio recóndito, y que es mejor no amargarse por haber ido viendo como nuestros planes se iban cayendo como las fichas de un domino.

Ayer, por ejemplo, nos fuimos de nuevo al bosque cerca de casa a pasear, alrededor del lago y fue más que suficiente. Hoy nos vamos a mi museo favorito y según mi modesta opinión uno de los mejores museos de arte moderno del mundo, el Louisiana Museum me gusta tanto visitarlo que me planteo seriamente sacarme el pase anual.


Ya ves, al final esta semana llena de contratiempos nos ha servido para recordarnos algunas de las cosas que te decía al principio, que no se nos olvide vivir el momento y sentirnos afortunados por lo que tenemos, claro que siempre se podría estar un poco mejor, pero échale un vistazo a los periódicos y seguramente estarás de acuerdo conmigo que somos muy afortunados aunque a veces se nos olvide.  

Y oye que el próximo finde… Tenemos visita!!! Y estoy más feliz que una perdiz.

Así que un último consejo: antes de quejarte, echa un ojo a tu alrededor, seguro que encuentras más de un motivo que te haga sonreír. 


Porque Instagram es de todas las redes sociales mi favorita

Esta es mi historia con las redes sociales, su evolución y como Instagram se ha convertido en mi preferida.



Creo que la primera vez que me puse a escribir decidida a darle al botón de publicar ya te comenté que llevaba mucho tiempo pensando en abrir mi propio blog y que llevaba años siguiendo un montón de ellos, pero creo que no llegue a decirte que era una fiel seguidora pero de esas anónimas. Y cuando digo anónima quiero decir invisible para todos salvo para el Google Analytics, y es que yo no sólo nunca dejaba ningún comentario a pesar de las ganas, es que ni siquiera me suscribía, pero eso sí no me saltaba el momento lectura por nada del mundo. Así que cuando quienes estaban detrás de algunos de esa blogs empezaron a hacer uso de otras redes sociales, yo me fui detrás (en plan, y si ellas se tiran por la ventana, ¿tú vas detrás? que diría una madre).

Al vivir lejos de casa, intentas conservar las relaciones con los amigos que dejas y alargar el contacto con los nuevos que haces, y hubo un momento que no había red social como Facebook para lograrlo. Lo que pasa es que el tiempo pone las relaciones en su sitio y a veces quedan limitadas a felicitarse cumpleaños (previo aviso vía notificación de turno) o desearse unas felices navidades.

El año anterior a nuestra mudanza vikinga, descubrí el mundo de Twitter pero mi acercamiento fue más de tipo político, así que como muchas veces acababa enfadada con el mundo, tan silenciosamente como había llegado a mi vida se fue despidiendo. No recuerdo la ultima vez que escribí un tweet y ahora únicamente me interesan los de algunos periodistas que hacen algo más que contar historias y los tweets que me hacen reír; claros ejemplos de este tipo de cuentas @cdelamor_  y @SeñoritaPuri. 

De repente llego el traslado, y las primeras semanas e incluso meses en que todo es nuevo y bonito (si, esas en las que te parece fantástico que lleve cinco días seguidos sin parar de nevar porque estás atontada por la novedad) un día decidí darle una oportunidad a Instagram obligándome a intentar compartir una bonitez al día y además poder descubrir mundo y colarme en la cotidianidad de desconocidos

También lo he intentado con Pinterest pero yo creo que no acabo de pillarle el truco, me da una pereza horrible crear y organizar tableros pero me encanta navegar, ver y descubrir. Pero hay veces que tanta bonitez y perfección me chirría, porque a mi también me gustan las mesas sin recoger de una larga sobremesa, las sabanas revueltas, los cojines por el suelo cuando muchos os queréis tirar en el sofá...

A estas alturas, creo que ha quedado claro que soy muy pro redes sociales pero he llegado a la conclusión de que no todas son para todo el mundo y que dependiendo de lo que busques en ellas, unas te podrán gustar más que otras. En mi caso, por ejemplo, lo que ocurre es que cuando me enamoro de una, me resulta dificilísimo mantener la misma actividad en el resto (también puede ser que mi monogamia y concepto de la fidelidad vaya más allá de las relaciones personales, vete tú a saber). Y ahora mismo mi corazón desde hace algún tiempo pertenece únicamente (con permiso de maridín) a Instagram. ¿Qué por qué este amor con IG y no con ninguna de las otras redes sociales? 


Recomendación de @paulaytu, un imprescindible!!


Ahí van algunas de mis razones. Yo vivo enamorada de IG: 

  1. Porque me ha hecho y me sigue haciendo muchísima compañía, sobre todo durante el largo invierno danés y alguna vez también en mis noches de insomnio. No infravalores el termino compañía porque con IG se sobredimensiona!!
  2. Porque me ha acercado a muchísimas personas, blogueras de esas a las que te decía que seguía anónimamente con las que nunca creí que me sentaría a charlar y compartir experiencias y risas, muchas risas.
  3. Porque me ha descubierto un nuevo concepto de amistad, en mi caso hasta me ha descubierto una sister y muchas almas gemelas, personas con las que sientes una conexión especial y con las que de repente compartes tus miedos y tus alegrías.
  4. Porque me ha permitido viajar y conocer nuevos lugares y vivir experiencias únicas a kilómetros de distancia. Después del curso de Un paseo por lo invisible una de las cosas que aprendí fue hacer desaparecer de mis comentarios la palabra envidia (aunque sea de la buena) porque si te paras a pensarlo no es mejor decirle a alguien "disfrutalo un montón, gracias por compartirlo" que "menuda envidia, de la buena, eh?" es que lo que le estás diciendo es que te gustaría estar allí en su lugar.
  5. Porque siempre encuentro en la pantalla de mi teléfono alguna foto o comentario que me dibuja una sonrisa, y  para mi hacer sonreír es un regalo maravilloso, y ese regalo me lo está haciendo alguién que quizás ni siquiera me pone cara o con la que nunca podré sentarme a tomar un cafe y lo está haciendo desinteresadamente, así que  IG llena el mundo de regalazos.
  6. Porque me obliga a mirarlo todo con otros ojos, a buscar la belleza en la rutina, a ponerle color a los días grises, e incluso encontrar la belleza en los días en que ni con brocha de pintor eres capaz de colorearlos.
  7. Porque me ayudó y lo sigue haciendo en mi idea de ser feliz, a no revolcarme en los momentos tristes y duros, porque me ayuda a descubrir la “relatividad de la felicidad” (quédate con este concepto porque seguro que algún día vuelvo a hablarte de él).



Ahora si quieres puedes contarme si estás o no de acuerdo conmigo, si prácticas la monogamia o has dejado salir tu vena polígama con esto de las redes sociales.


Por cierto, que sepas que Lucía se ha lanzado a una nueva aventura blogueril (sí hija sí, tercera aventura blogueril, ya se lo decía su madre "Nena tú vales mucho"), se llama I love Intagram, con este nombre y con lo que te he dicho, entenderás que para mi vaya a ser casi como una biblia.


Un Nesquick a cambio del café del viernes

Si, lo sé, el viernes ni café, ni flødebolle, ni nada, así que aqui estoy yo hoy lunes bien temprano para pedirte disculpas y comentarte que he mandado a paseo al enanito gruñón que se había apoderado estos últimos días de mi. Por eso ayer decidí sentarme a escribir y preparar un buen Nesquick para tomárnoslo juntas tú y yo.




El grumpy sigue por aquí al acecho, esperando que baje la guardia pero no tengo ninguna intención de dejarle que se acomode, yo te había dicho que hacia un tiempo había decidido ser feliz, así que, seguramente unos días con más ganas que otros, voy a seguir plantándome la mejor de mis sonrisas cada mañana, y ya se cansara y se ira por donde ha venido.
 



Por cierto, como en los supermercados vikingos hay productos que no se encuentran, ni siquiera te había preguntado... Pero, en confianza, tú eres de los míos o prefieres Cola Cao
Yo no siempre he estado en este equipo. Allá por los tiernos y lejanos años de mi infancia era de Cola Cao pero acabe teniendo que pasarme al Nesquick porque decían que era más ligero y le sentaba mejor a mi estomago, con lo que me gustaba a mi cazar con la cuchara los grumos... Fue un médico el que se interpuso en mi idilio "colacadero" e hizo que nuestra relación terminase de forma abrupta. Fue horrible, lo recuerdo de forma trágica porque no fue una transición delicada, qué va!!! Por el medio hubo desayunos con Eko, esto ya no sé ni si existe pero era algo horrible (creo que reconocería su sabor con los ojos cerrados, me respingo y todo solo de pensarlo). La verdad es que si mi madre y el médico pensaban que no iba a notar el cambio, estaban listos porque una tonta no es (pobre güelina mía, lo que tuvo que luchar conmigo para que me acabase el desayuno mientras me iba poniendo el uniforme; yo creo que hasta intento darme el cambiazo con el bote).
Por cierto, mientras nos vamos tomando nuestro Nesquick, qué tal ha ido tu finde? El mío podría haber sido como los nubarrones grises que nos han acompañado gran parte del sábado y del domingo pero sin haber hecho ningún plan maravilloso, se me ha pasado rápido y casi se me ha hecho corto. Esto es lo que tiene poder compartirlo con personas especiales, que cuando te das cuenta te has pasado el tiempo sonriendo y han desaparecido todos los malos rollos.
En tierras vikingas esta semana es corta porque el jueves y el viernes son festivos (para que luego digan que los puentes son españoladas); aquí la mitad de las semanas de mayo y junio tienen un día festivo... Tendrá algo que ver con que empiezan a subir las temperaturas? Con la llegada de la primavera?
Yo tengo examen de danés el día 20 y aunque no estoy excesivamente preocupada mantengo hábitos-manias de la época universitaria en la que por muy bien que llevase el examen, que conste que éste no es exactamente el caso, yo el día antes no salía de casa salvo emergencia. Así que aunque hubiese sido perfecto planearnos una escapada (Berlin me llama!!, que se de por aludida la interesada), nos quedaremos por los alrededores que seguro que algún plan chulo acaba saliendo.
Que tengas buena semana y que la fuerza nos acompañe!!