La Gijonesa: un ultramarinos astur moderno

Cada vez que vuelvo a Asturias me encanta descubrir nuevos sitios y si además son bonitos, mucho mejor.
Desde que me vine a tierras vikingas mi hermana y yo hemos instaurado una tradición para poder disfrutar de un tiempo juntas a solas: pasarnos un día entero, una mañana o una tarde en Gijón. Nosotras somos de Oviedo pero no entendemos de rivalidades, Oviedo es bonito pero el olor a Cantábrico no llega hasta el Fontán.


Creo que fue a traves de la cuenta de Ig de Lalole como localizé un nuevo concepto de ultramarinos made in Asturias que me apetecía un montón conocer. Así que el objetivo era claro, poder ver en directo esta nueva idea y  hacerme al menos con un par de botes de berzas.
Con esto de las berzas puede que no sepas de que te hablo, así que te diré que son el ingrediente básico para el pote asturiano (amén de unas buenas fabes, patatas y compango). Nosotros aquí en tierras danesas solemos hacer fabada pero, por falta precisamente de berzas, siempre me quedaba con ganas de pote, y claro, si mi visita a la tierrina es en invierno no hay problema, pero si es en verano por mucho que veas a los turistas hartándose de fabes, te aseguro que no es el plato más indicado para meterse en el cuerpo con altas temperaturas asturianas (para que nos entendamos, con más de 20 grados).
Hay que decirlo, y seguramente los gallegos, catalanes, valencianos, andaluces y habitantes del resto de las Comunidades Autonomas pensarán lo mismo, la comida es una de las cosas que más se echa de menos cuando se está fuera. Por mucho que el Noma haya sido premiado como el mejor restaurante del mundo, que quieres que te diga, a mi dame productos de la tierrina y tienes sonrisa asegurada.


Encontramos el local de La Gijonesa al final de la calle San Bernardo, a pocos metros de la plaza del ayuntamiento. Y hay que decirlo, te entra por el ojo. Yo, ya imagináis que fui directa a por mis berzas, pero aquello hubiese sido para salir con las manos llenas. Cuentan con una excelente selección de quesos asturianos, las conservas son todas made by Asturias con un packaging moderno combinado con antiguas fotografías del Gijón de los años 30 y 40, y las galletas van en unas cajas que recuerdan a las casetas de la playa de San Lorenzo.





Yo no sé a ti, pero a mi con esto de las redes sociales siempre me asalta la duda de sí puedo o no hacer fotos. Como habíamos llegado casi cuando apenas habían abierto, lo de hacer fotos disimuladamente no parecía una buena opción, así que estaba claro que lo mejor era pedir permiso. Gaspar, el dueño de la tienda junto a Laura, no sólo no tuvo problemas sino que nos explicó con detalle todos los productos que tenían o el origen de la maravillosa selección de fotos que utilizan en el packaging de algunas conservas (hay que ver lo moderno que ha sido siempre Gijón, nosotras situamos a unas estupendas señoras en bañador en los años 70 y sin embargo la foto era de casi 40 años antes!!).

Ya le dije a Gaspar que le mantendría informado de como habían salido las berzas, de momento no ha habido tiempo desde que llegue,  pero como aquí los 20 grados están  todavía lejos de alcanzarse, en cuanto me meta en la cocina con un poco de morriña y las pruebe, seguro que acabo mandando a alguien a por más. De momento, ya te digo que las cremas están para chuparse los dedos.


Y ahora, ya pensando en como me voy a arreglar en la próxima visita para salir con las manos llenas de manjares asturianos pero no tener que abrir la maleta en el aeropuerto, creo que lo mejor que puedo hacer es seguir los consejos de La Gijonesa a pies juntillas.


Si vais a Gijón, ya sabéis donde parar a por provisiones!!

PuntoMOM es un cocktail de felicidad

Lo bueno de hacerse mayor es que las resacas no son lo que eran. Yo no recuerdo la última vez que sufrí las consecuencias de beber alguna copa de más, pero con la edad de lo que sí puedes disfrutar son de los efectos beneficiosos de una buena  resaca de  felicidad.

Abril no ha traído la primavera a tierras vikingas (bueno, en realidad la trajo pero en cuento yo llegué, se la ha vuelto a llevar), pero vino cargado de buenas noticias, de experiencias únicas y de tiempo compartido junto a personas únicas, y aunque probablemente hoy no vaya a decir nada que no se haya dicho antes, tenía que dejar constancia y me ha gustado poder escribirlo dejando pasar unos cuantos días por medio.

Así lo he vivido...

Después de pasar algunos días en casa y volver con las maletas llenas, con un sobrepeso que hubo que aligerar en el mismo aeropuerto, sigo sintiendo todavía los efectos de mi particular resaca. La amable señorita del mostrador que hizo que perdiera toda dignidad obligándome a abrir mi maleta para dejar fuera víveres necesarios para que una asturiana sobreviva en la distancia, no sabía que yo no sólo llevaba los kilos extras que su bascula señalaba por encima de lo permitido. Yo me he venido con toneladas de felicidad acumuladas tras haber podido pasar tiempo con amigos, dejar que me mimasen en casa y haber podido vivir PuntoMOM, una experiencia única con la mejor de las compañías que espero repetir el próximo año.



Como la felicidad es más si es compartida, he pensado que sería buena idea dejarte aquí cuales son los ingredientes básicos para conseguir un buen cocktail de felicidad. Mi consejo: acompáñalo de sonrisas maravillosas.
  • Una buena porción de inspiración de la mano de Nuria Pérez. Hace unos meses que ella ya había dejado su huella en mi gracias al maravilloso curso de Writing for self discovery, pero tenerla allí en directo es realmente una experiencia increíble. Después de escucharla y poder compartir con ella algunos minutos, yo quiero formar parte de la revolución mientras busco mi propia idea chocolate.

  • Añade algunas cucharadas de emoción y déjate llevar, sonríe y deja que se te humedezcan los ojos, siente como se te encoge el pecho. Yo soy de lágrima fácil así que algunos de los vídeos que vimos en las presentaciones ya habían conseguido emocionarme, pero nada comparable al nudo en la garganta de todos los que allí estábamos sentimos cuando sobre el escenario los padres de Julia nos pidieron que sacáramos nuestros móviles y compartiéramos la foto en las redes sociales para dar a conocer su lucha y su reto contra el #SindromedeRett con el objetivo de obtener financiación para las investigaciones llevadas a cabo en el Hospital Sant Joan de Deu.

  • Echale un buen chorro de creatividad y empuje, y no tengas miedo, ni busques el momento perfecto porque no existe. Bea, Mar y María de Hello Creatividad nos lo explicaron tan claro que hasta parecía fácil, seguro que no lo es y que hay obstáculos en el camino pero no debes quedarte esperando a que éstos desaparezcan.

  • Introduce algún ingrediente sorpresa, haz tú propia receta. Yo por ejemplo, le añadiría un poco de la naturalidad de Ana Blanco, siempre fantástica, y algo del buen gusto de Leticia que fue un gran descubrimiento porque yo me la imaginaba entre muebles, pinturas y papeles preciosos y descubrí a la elegancia personificada y una voz que... Señores de las radios y televisiones del mundo por favor denle un micrófono!!

  • Sírvelo en un recipiente bonito, no hay reglas, tú decides. Puedes utilizar una copa de vino o de cocktail, vasos de chupito o quizás quieras usar una preciosa taza. Cada uno tiene su estilo, no tienes porque seguir dictados. Elige lo que más te guste, porque tú y yo somos únicas e irrepetibles, no tiene porqué gustarnos lo mismo pero si empezar por gustarnos a nosotras mismas. Si hubieses escuchado a Andrea Moretti no tendría que convencerte porque habrías salido de allí convencida de ello. Yo iba con unas ganas enormes de escucharla y me quede hipnotizada, si buscas elegancia y generosidad la encontraras a ella. Andrea nos regalo  un montón de sonrisas y una de sus pistas de estilo, yo me atrevo a transformarla: "A ti, Andrea, deberían clonarte".

  • Cuando hayas mezclado todos estos ingredientes, estaría muy bien que  tomases nota de tu propia receta para poder repetirla las veces que creas necesario, pero no lo escribas de cualquier forma. Ya sé que mis post y yo no somos el mejor ejemplo para dar este tipo de consejos, pero es que Maider me convenció de la importancia de utilizar las palabras adecuadas. De esto y de muchas más cosas, que prometo poner en práctica, sin saber muy bien cómo... Pero intentaré buscar la cordura. 


Convencida que un buen cocktail se merece unos acompañantes de lujo. Qué suerte la mía porque tuve los mejores del mundo! Asi voy, con una resaca de felicidad que todavia me dura una semana después. Pero es que Puntomom es un lugar de encuentro y descubrimiento maravilloso.

El día antes tomé conciencia de lo grandes que son las redes sociales compartiendo una de las cenas más divertidas a la que iba desde hacía mucho tiempo: gracias a mi sister Paula por venirse desde A Coruña y hacerme sentir que lo que IG ha unido nadie lo va a separar, a Lorena por su dulzura y sus miradas, a Lucia y a Quintano por hacer que siempre me apetezca detener el tiempo para seguir disfrutando, a Gemma y a Cristina por una noche en la que acabé sin voz de tanto reir, a todas las chicas Eleven y del Lucus Camp que son fantásticas.
Gracias por el tiempo compartido  y los saludos desvirtualizadores durante el sábado, gracias a Clara, Mariu, Noemí, Esther, Lucía, Ana, Raquel, Elena, LauraPepa y a todas las que se me quedan en el tintero y a las que no quiero rebautizar (en mi interior vive un señor parroco encargado de ese menester).

Fotos de @marieta_bizcocho, @confettibolsillos, @paulaytu y @noemi_zomeno


Ya ves, a mi la experiencia PuntoMOM me ha dejado un poso de felicidad que pienso tener a mano para cuando vuelva la oscuridad. Avisada estás, entre esto y la lámpara, el próximo invierno no va a haber quien me pare.

FELIZ SEMANA!!

EDITADO: He cometido un error de novata porque me he saltado casi la parte más importante del cocktail de felicidad que es Puntomom, me he olvidado de las responsables de dejarnos listos todos los ingredientes para que pudiesemos disfrutar de esta maravillosa experiencia. María y Patricia, mil gracias por todas las horas de trabajo dedicadas, gracias por tener una sonrisa para todo el que se acercaba a vosotras, y enhorabuena porque sois muy grandes y nos habeís hecho muy felices!! Mil perdones por este olvido casi imperdonable, pero confio en vuestra generosidad para hacerme perdonar. Ahora a descansar y en unos meses a pensar en el PuntoMOM 2016. 

Café del viernes desde Vetusta

Pensé que me sería imposible aparecer por aquí hasta que estuviese de vuelta por tierras vikingas pero...



He preparado café, sentaros cómodas que tengo algunas cosas que contaros:

El miércoles llegue a casa, a mi Asturias patria querida, después de casi doce horas desde que me despedí de maridin en el aeropuerto de Copenhague. Llegué cansada porque sufro el "síndrome del cansancio aeroportuario" (esto es un invento mio, de momento no hay prueba científica que lo sustente). Estoy cansada porque en las primeras 24 horas no he parado y lo peor, creo que esto no ha hecho más que empezar porque... vaya finde me espera!!
A propósito de mi viaje de vuelta a casa, ya sé que el avión es el medio de transporte más rápido pero ¿no os parece que a veces es una locura el tiempo que pasamos entre que salimos y llegamos a nuestro destino? Yo he hecho cálculos y están claros, de las 12 horas solamente cuatro horas y media estuve paseando entre las nubes… El avión será rápido, pero yo sigo esperando por el teletransporte.
Estoy sufriendo una especie de jetlag vikingo y estoy un poco patas arriba con los horarios. Me despierto muy temprano pero aquí todavía es de noche, y a primera hora de la tarde empiezo a sufrir los primeros efectos del madrugón innecesario. Si quiero aguantar un poco el ritmo, creo que voy a recuperar la tradición de la siesta.




Me animé a apuntarme a la nueva iniciativa de Quintano Dieta, sana y ejercicio (todavía hay alguien que no esté apuntado??). Estaba moderadamente contenta, el reto de beber más agua aunque no lo conseguí 100% me acerqué bastante, en nuestro roadtrip hubo tiempo para hacer "los pasos de semana santa" (los mios y los de alguno más, porque ya sabéis como es el mundo turisteo), y el que me parecía más díficil, lo de no picar entre horas, lo llevé muy dignamente.
Todo esto hasta pisar tierra astur. Mi madre (imagino que como todas las madres) no es objetiva con sus hijas, así que a menos que la cosa sea escandalosa, para ella estoy estupenda... Y además ella cree firmemente que como en casa no sé come en ningún sitio. Conclusión: ella solo piensa en cocinar, en la posibilidad de que yo no muera de inanición por esas tierras del norte y por tanto me vaya con reservas hasta la próxima visita, y para colmo yo… yo soy incapaz de decirle que no a todo lo que me pone delante. Puede que a este paso además de vigilar el peso de las maletas, me hagan pesarme a mi no vaya a necesitar comprar otro billete.



Mi primera cita ineludible de esta mañana es visitar a Bárbara para deshacerme de mi melena de la Pantoja. Ay!! Si yo fuese rica le pagaría el billete de avión para que me hiciese una visita y no tuviese que andar con pelos de loca entre viaje y viaje a España. Confió locamente en ella, nos conocimos hace cinco años poco antes de mi boda y es mucho más que mi peluquera.
A lo que os estéis preguntando si no hay peluquerias en Dinamarca, os  diré que las hay como champiñones pero que tengo dos razones por las que prefiero siempre esperar a volver a casa: uno, los precios me parecen desorbitados, y dos, imaginaros intentando explicar lo que queréis en otro idioma y confiando en que te entiendan (cuantas habéis salido echando humo por las orejas de una peluquería en la que se suponía que todos hablabais el mismo idioma, cuantas? Confesad!!)
Además el verano pasado lo intenté, y el resultado fue pasarme casi dos meses con el pelo recogido, entendió perfectamente lo de las capas pero se le fue la mano y la más corta estaba a la altura de la oreja, no había quien saliese decente de casa. 



Y ya para rematar el día, el viernes no va a poder acabar de mejor manera: momento de desvirtualizar!! Va a ser un día de abrazos y seguro que de un montón de risas, habrá que dejar fuerzas para disfrutar al máximo del sábado que por fin llega PuntoMom!! 

Qué tengáis un gran finde!!
Volveré.

2 en 1: Hacer listas, preparar maletas

Hoy no es día de boniteces.
No voy a descubrir ningún truco para preparar mejor y más rápido las maletas, porque no conozco ninguno que no se haya publicado antes. 
Hoy egoistamente voy a escribir una entrada terapéutica. He pensado que hablar sobre la necesidad que siento de preparar listas sin las que soy incapaz de hacer la maleta podría ayudarme a desintoxicarme de esta necesidad que ya se ha convertido en adicción. (Así que hoy no es Iverina quien escribe, la autora es la protagonista de “No sin mis listas” próximamente en sus pantallas).



Lo primero que quiero decir es que las listas no sólo sirven para saber que meter en la maleta,  yo en un alarde de generosidad me llas llevo de viaje conmigo, y de esta forma, me resultan útiles a la hora de volver a casa para no olvidarme nada. 
Las listas me sirven también para saber exactamente donde quiero meter cada cosa, porque lo admito yo soy una de esas personas que no sabe viajar con poco. Me encantaría poder viajar con una única maleta, facturarla al llegar al aeropuerto y recogerla apenas aterrizada. Pero simplemente no puedo. Además de mi Kanken (si los señores de las aerolíneas supiesen todo lo que soy capaz de meter en ella alucinarían) yo me voy siempre con mi maleta de mano: a la ida, con todos los imprescindibles e irrenunciables sin los que no podría sobrevivir más de tres días y que varían en función del destino; a la vuelta, todo lo nuevo que haya podido comprar porque me resulta díficil hacerme a la idea de que me lo pierdan antes de que lo haya disfrutado, da lo mismo que se trata de unos playeros que de un disco duro externo, lo nuevo se viene conmigo. Evidentemente a mano también hay que llevar toda la documentación, porque por mucho que recibas email con tu tarjeta de embarque al final tienes que llevar una copia impresa y el pasaporte, ese documento que en realidad sólo es útil si viajas fuera de Europa pero que la mayoría nos empeñamos en llevar (no vaya a ser que nos roben el Dni). 



Podríais pensar que esto puede deberse a haber sufrido en más de una ocasión el extravio de mi equipaje y de ahí esta suerte de psicosis, pero nada más lejos de la realidad. En todos los años que llevo viajando solamente una vez se me perdió una maleta que además apareció a los pocos días, pero nunca olvidare la cara de los carabinieri cuando al ir a recogerla me mandaron abrirla y de allí salió un olor que apuntaba a que llevaba un muerto descuartizado. (Sí, lo admito llevaba un queso Cabrales envasado al vacío; se suponía que la maleta llegaba conmigo y se iba directo a la nevera. No comment). 



Además hasta nuestro último viaje (la escapada al norte) mis listas servían para sentirme que tenía todo bajo control, lamentablemente he descubierto que o bien empiezo a sufrir pérdidas de memoria o bien parece ser que debo ser más explícita a la hora de escribir lo que meter en la maleta. Por si alguien todavía no lo sabe, nos fuimos con la cámara y los dos objetivos pensando en todas las fotos que podríamos hacer (era nuestro primer viaje con ella), y me olvidé la batería y la tarjeta de memoria en casa. Afortunadamente se trataba de un roadtrip así que en el maletero del coche había espacio para todo; no quiero pensar como hubiese reaccionado si el viaje hubiese sido en avión, con el espacio más medido y previamente a meter la cámara hubiese tenido que decidir dejar algo en casa. 
Por cierto, el tema funda cámara me trae por la calle de la amargura ¿por qué tienen que ser feas y tristes? Yo no comprender. Así que en este viaje me llevo un tutorial que encontré por internet y que espero poner en práctica con la ayuda de mi madrina durante estos días en casa. Ya puestos estaría bien hacerme con una correa bonita.
Pensando en estos días por España, acabo de darme cuenta que además de la lista de la maleta, necesito ir escribiendo todo lo que quiero hacer porque me da la sensación que o el tiempo se me multiplica como en el milagro de los panes y peces o me vuelvo con cosas pendientes. Pero para esto ya no llevo lista, me arreglo con la agenda.


Volviendo al tema preparar maletas, ¿os acordáis cuando viajabas y debías fiarte únicamente de las predicciones del hombre del tiempo en la tele? Ahora con tanta app para el móvil, vives enganchado: mete sandalias, saca katiuskas. Y al final para nada, porque la verdad es que en cualquier momento puede entrar una borrasca por el noroeste y reírse de ti y de tu maleta.
  
Bueno yo creo que como terapia ya ha estado bien, no? Voy a ponerme a revisar que lo llevo todo, y si me da tiempo antes de salir para el aeropuerto, igual hasta me paso la lista a limpio;) 


Puede que este un poco ausente, me voy a mi paraíso, tengo un montón de planes y creo que es mejor disfrutarlos para poder luego compartirlos. 
Voy "loca de emoción", apuntado en mi agenda: dejarme mimar en familia, compartir tiempo con amigos a los que echas de menos y el sábado planazo Puntomom.



Hay vida fuera de la ciudad: un paseo por el Dyrehaven

Copenhague es una ciudad llena de zonas verdes, algo que ya sabía antes de venirnos, lo que realmente me llamó la atención no fue que hubiese tantas sino lo mucho que la gente disfrutaba de ellas. Poco que ver con mi querida Oviedo (me refiero a los parques del centro), y mira que siempre que la meteorología lo permite a los carbayones nos gusta echarnos a la calle pero a no ser que las ordenanzas municipales hayan cambiado en el parque San Francisco, en pleno centro de la ciudad, lo de marcarte un picnic en el cesped está más que prohibido fuera de las festividades del "martes de campo" o el "día del bollo" (incluso de estos días estoy también dudando, si está autorizado). Así que ahora desde mi experiencia danesa me parece que esto podría cambiar, que teniendo cuidado, los pulmones de la ciudad podrían ser algo más que un bonito paseo. 

Ya os podéis imaginar que el punto álgido de disfrute de estas zonas llega cuando sale el sol. Entonces es cuando puedes llegar a preguntarte si los daneses guardaran algún tipo de parentesco con los reptiles porque es aparecer Lorenzo y todas estas zonas se llenan vida (vida orientada al sol, por supuesto). Ni siquiera hace falta que caliente demasiado, a partir de una temperatura que ellos consideran medianamente agradable y que no tiene porque superar ampliamente los 10 grados, todos “sacan sus cuernos al sol” (atención: igual el parentesco es con los moluscos, no estoy haciendo ninguna referencia al porcentaje mayor o menor de infidelidades en Dinamarca, no pretendo meterme en camisas de once varas). 
Pero es que yo misma lo compruebo donde vivo, es salir el sol y empiezas a oir a los niños en la zona de juego y las terrazas se llenan. Sin ir más lejos, mis vecinos la utilizan desde el primer día de sol de abril hasta el último de septiembre, yo estoy segura que hay familias en el sur de España con las terrazas más infrautilizadas que la de ellos.




Ya empiezo a darme cuenta porque las entradas se conviertan casi en capítulos de novela, mis introducciones son muy largas!! En fin, habrá que intentar ponerle remedio porque yo  a donde quería llevaros de paseo es a una zona verde a las afueras de la ciudad, al Dyrehaven, cuyo nombre en danés significa “parque de los ciervos”. Un parque forestal situado al norte de Copenhague que merece la pena visitar en cualquier época del año (tanto es así que me atrevo a incluiros alguna imagen de nuestros paseos en invierno).








El Dyrehaven cuenta con varias entradas todas ellas fácilmente reconocibles por unas puertas de madera de color rojo. Además para los que esteis planeando una visita a la ciudad, os dire que visitarlo desde Copenhague es realmente sencillo; simplemente cogéis el tren hasta Klampenborg y en menos de 20 minutos estaréis a escasos 100 metros de una de las entrada del parque (para los que se atrevan, siempre queda la posibilidad de venir en bicicleta, no deben ser más de 7 km. de distancia).



Como su propio nombre indica, el parque está lleno de ciervos, así que lo mismo os podéis encontrar con una pareja, con un pequeño grupo o una manada, eso sí acostumbradísimos a estar cerca de la gente así que podéis estar tranquilos.










Tampoco os penséis que con tanto animal de cuatro patas aquello estará impracticable, nada más lejos de la realidad. El parque tiene una extensión de alrededor de los 11 kilometros cuadrados (lo he ido a mirar, que nadie se piense que manejo yo estos datos) y está lleno de zonas arboladas (muy muy fotogénicas) y llanuras perfectas para hacer un picnic. Podeis acercaros hasta el pequeño palacio del Hermitage que vendría a estar en el centro del parque o bien al parque de atracciones de acceso gratuito. Bakken, que es el nombre de este parque, tiene como singularidad estar considerado el más antiguo del mundo. Pero de él ya os hablaré otro día que si no ya sabéis que pasa, que me enrollo, me enrollo y no termino. 





El Dyrehaven es muy popular, así que alli podreís encontraros gente de todas las edades que lo utiliza bien para practicar running, dar un paseo en bicicleta o preparar un picnic. Incluso, para los románticos existe la posibilidad de alquilar un coche de caballos para hacer el paseo (ahora bien, imagino que esto barato, barato no debe ser). 




A mí me apetecía mucho hablaros de Dyrehaven porque si alguien se viene con tiempo para visitar algo más que la ciudad, quizás pueda apetecerle acercarse, y si además os ha parecido poco todo lo que ver y hacer dentro del parque, deciros que desde la misma estación de tren en dirección opuesta tenéis una playa. 

Sin lugar a dudas, juntos con los lagos es uno de mis sitios preferidos para pasear o planear una comida campestre.


Mi primer cafe de los viernes

Buenos días!!

Hoy yo también me uno al café de los viernes, esa iniciativa de Mar y María Sonambulistas a la que se han unido un montón de los blogs que sigo habitualmente y que hace que llegue al fin de semana con sobredosis de cafeína , hoy yo añado mi dosis.




Si estuviésemos tomando un café os diría que…

Aquí en Dinamarca  se bebe café por litros, la pega es que la mayoría de las veces lo que beben no es más que “agua sucia”, asi que dada la dificultad para encontrar un buen café, yo siempre pido capuccino porque la leche y la espuma disimulan un poco.

Como este es el primero que comparto, os diría que lo tomo con mucha azúcar, mínimo dos cucharadas, salvo que sea uno de esos realmente buenos en los que no necesitas más que beber y disfrutar.

Además os contaría que yo no era muy cafetera, que me he ido convirtiéndo con el paso del tiempo y que el café sólo puedo acompañarlo de algo dulce. Yo era de las que en la hora del pincho lo pasaba mal, porque mezclar salado con café… no podía ni puedo!!  Así que o zumo y pincho, o café y rosquilla, magdalena, bizcocho, galletas... lo que sea pero dulce!!




Menos mal que estoy compartiéndo este café porque hasta hace bien poco era incapaz de entrar sola a tomarme uno, y aunque ahora la necesidad ha hecho que eche a un lado mis remilgos, siempre prefiero hacerlo en compañía.  Así que si algún día cambiamos café virtual por uno cara a cara, no me envíes un mensaje para decirme que llegas tarde y que te espere dentro de la cafetería, ya voy dando un paseo por la zona para hacer tiempo hasta que llegues.

Ya que estamos, aprovecho para contaros que estoy con la cabeza pensando de nuevo en las maletas que tengo que preparar para pasar unos días en la tierrina (irán medio vacias en la ida, segura como estoy de que mi madre se empeñara en que vuelva con ellas rozando el sobrepeso). Os diría que estoy hasta un poco nerviosa porque el próximo sábado 18 de abril se celebra Puntomom donde además de reencontrarme con Maria, Lucia o Quintano, voy a poder desvirtualizar a un  montón de gente, entre ellas a una caravana que viene desde Galicia organizada por Lorena, como me gusta estar en las nubes con ella y poder "disfrutar de lo lindo". Mil ganas de compartir el día con la comunidad 2.0, de dar abrazos y echarme risas con mi familia de instagram, pero muy especialmente a mi instasister, que se me apunta a un bombardeo!! (Y qué pena no tener más tiempo para que me des unas buenas clases de fotografía). 

Para  ir despidiéndome, os contaría algunas de las cosas que me voy a perder por no estar aquí la próxima semana.  Lo primero el 75 cumpleaños de la reina Margarita el jueves 16, así que a los que os pille aquí no os extrañéis de ver todos los autobuses con banderitas para homenajearla, y sí a alguno os apetece felicitarla en persona podéis acercaros al palacio de Amalienborg donde saludara desde el balcón antes de recorrer las calles de la ciudad. Además el viernes 17 de abril  me perderé una iniciativa de la que soy muy fan: el SMK Fridays, una idea del Museo Nacional de Arte donde desde las 4 a las 10 podrás disfrutar de música en directo, tomarte una copa o comer algo mientras disfrutas de las distintas propuestas culturales (si hace buena temperatura, el ambiente en los jardines estará genial).


SMK Fridays - Septiembre


Qué disfrutéis del finde!!

Drøbak: Mucho más que una visita a la Navidad en abril

Cuando llegamos a Oslo y salimos a callejear una de las primeras cosas que nos llamó la atención era la cantidad de españoles con los que nos ibamos cruzando. A mi que me cuesta bien poco fabricarme mis propias teorías, rápidamente se me ocurrió que tal fenómeno podía deberse a alguna de las siguientes dos causas: una, Norwegian había sacado muy buenas ofertas para intentar compensar el gran número de nórdicos  que vuelan al sur ávidos por deshacerse de capas de ropa; o dos, que ahora que las temperaturas habían pasado a ser razonablemente tolerables, esos sufridores padres de Erasmus se habían acercado a visitar a sus polluelos, eso sí, abrigados para poder embarcarse en cualquier barco destino a un campamento polar (Nota: cuando te fijas en estos detalles de cómo van vestidos los turistas españoles es cuando te das cuenta del significativo avance en tu adaptación al Norte porque tú ya llevas menos capas y cuando ellos te oyen hablar español ves en sus caras la expresión de “pobrecilla se ha líado al hacer la maleta y no se ha traído más abrigo, ésta vuelve con pulmonía!!”, y claro, no es cuestión de explicarle a los desconocidos que para ti la primevera llega cuando nos vamos acercando a los 10 grados).   



Nosotros volvíamos de Oslo, cuando Smögen nos enamoró


Estos días de vacaciones nos hemos escapado más al norte. Yo que no estaba muy convencida, vuelvo enamorada porque cuando el norte está iluminado, Cupido lanza su flecha del amor.

El objetivo lo teníamos claro: disfrutar, descansar y desconectar. 
Como se trataba de 4 o 5 días, ni se nos paso por la cabeza viajar a España, porque con tan poco tiempo no das abasto, que si familia, que si amigos… No hay agenda que lo soporte, siempre te quedan cosas por hacer, amigos con los que quedar, y al final vuelves con la sensación de no haber aprovechado el tiempo.
Así que mientras sigamos por estas latitudes, aquí sigo a la espera de que se haga realidad el gran invento del siglo: el teletransporte!!




Bueno, bonito y gratis

Copenhague se merece una visita, no es una exageración si os digo que os sentiréis parte de un tablero Pinterest, hay tantas cosas fotografiables que más te vale venir con espacio en la memoria de la cámara y el móvil. Eso si, no te escondas todo el rato detrás del objetivo, disfruta la ciudad!!

Como en la vida real no todo iba a ser perfecto, hay un pero: Copenhague se encuentra entre las ciudades más caras del mundo (via The Economist).  Pero sí ya te me has adelantado y has conseguido billetes y encontrado un alojamiento estupendo a un precio decente quizás  las siguientes recomendaciones puedan servirte de ayuda (inciso: creo que airbnb es una de las mejores opciones para vivir la ciudad; yo veo algunos apartamentos  y me dan ganas de irme de vacaciones a alguno de ellos).

Os voy a hablar de 3 sitios que se pueden  visitar sin tener que pagar entrada, dando por hecho que con toda seguridad  ya habrás planeado visitar la sirenita, dar un paseo por Nyhavn  e intentar saludar algún miembro de la familia real en el Palacio de Amalienborg (por cierto,  ahora mismo el edificio que ocupa la residencia de la reina, está en obras; así que la foto  del magnífico edificio de la Opera desde la plaza del palacio se complica un poco, salvo para avezados fotógrafos).

Al lío!! Pongámonos en situación, ya te has hecho las fotos que dejan testimonio de tu paso por Copenhague, has comido algo rápido sin muchas pretensiones y te has regalado un café en un sitio estupendo muy Kinfolf  donde has pagado no menos de 4,60 euros (35 kr.) y  que casi con toda seguridad no habrá sido el mejor café que hayas tomado en tu vida.  Así que vamos a intentar no gastar durante un rato…

1.      Biblioteca Real – Diamante negro

Es una de mis debilidades, me parece que los dos edificios son impresionantes, tanto la parte de la antigua biblioteca como la ampliación a través  del moderno edificio, que es al que realmente se le conoce como Diamante negro (tranquilidad, no voy a contar todo el rollo sobre porque lo llaman así!!).
A los seguidores de la serie Borgen os va a encantar pasear por los jardines desde los que se accede al edificio antiguo, a los que podréis llegar desde uno de los laterales del Palacio de Christianborg. Los que no la hayáis visto todavía, os animo a hacerlo aunque quedais avisados: provoca dependencia (no soy la única que lo pienso).
Si hace buen tiempo, la luz que se cuela por la fachada de cristal es simplemente brutal. El colmo de la visita es poder disfrutar relajadamente frente al canal en alguna de las hamacas de libre disposición o, unos metros más adelante, de los escalones.
Si os apetece, allí mismo en el interior también podréis visitar el Museo Nacional de Fotografía.



2.      Torre del Palacio de Christiansborg

El año pasado se abrió al público y las vistas de Copenhague a 360 grados son estupendas.
Las otras dos posibilidades para observar la ciudad a vista de pájaro, tanto la Rundetårn como la Iglesia de Nuestro Salvador en el barrio de Christianshavn  son de pago. Además en el caso de  la iglesia, tienes que saber que necesitaras subir 400 escalones en espiral, que es mejor abstenerse de hacerlo aquellos que tengan vértigo, y que si no lo sufres y no estás en forma, la mitad de las vistas probablemente te lo perderás debido al esfuerzo de haber llegado hasta  allí arriba.
Al tratarse del edificio en el que se encuentran las sedes del Gobierno, el Parlamento y el Tribunal Supremo (pragmatismo nórdico, todo en el mismo sitio y se acabó),  hay que pasar un control de seguridad similar al de los aeropuertos, no sé qué colas podrá haber cuando lleguen las oleadas de turistas, pero…  oye  podréis decir que tuvisteis Copenhague a vuestros pies (y sin haber sacado la cartera).




3.       Illumbolighus

Aquí hago trampa pero no miento. La visita es gratuita porque se trata de unos grandes almacenes, pero… de diseño danés, así que lo único que necesitas para no gastar es autoconvencerte.  
Si ves que necesitas un refuerzo para no quemar la visa, te cuento mi truco: Ves algo que te gusta, te acercas, miras el precio, los ojos te hacen chiribitas a lo Marujita Diaz y cuando te sientas recuperad@ del impacto, te pones a  cantar “si yo fuera rico…” (importante: cantar para adentro, no hace falta marcarte un concierto!!)



Ahora a disfrutar de las vacaciones, yo me pongo a preparar maletas.
Me voy más al norte, la semana que viene os cuento.