Viernes, no sé si te quiero

V-I-E-R-N-E-S!!

No sé si dar las gracias porque ya estés aquí o ponerme a llorar pensando en el fin de semana que tenemos por delante. 
Hoy empezaremos desayunando con los diferentes análisis al resultado del referéndum inglés, esta tarde nosotros vamos ya a votar, y mañana, nos debemos a los llamemosles "trabajos para la comunidad de vecinos".
By The TomKat Studio

Esta era la versión resumida de lo que me espera, quieres saber un poco de lo que te hablo? 

Mi miedo a volar

Buenos días,

2470 kilómetros son los que separan mi hogar de mi casa, esa es la distancia que Google me dice que hay entre Copenhague y Oviedo, entre el norte y MI norte.

Desde que salgo de casa son al menos 8 horas, eso en el mejor de los casos y en el peor, y dependiendo de las escalas, más de 24. El vuelo desde tierras vikingas a Barcelona o Madrid, que suelen ser mis escalas habituales, ronda las 3 horas, el resto se va en esperas y transbordos, en ocasiones en poco más de una hora en el aire llegaré a Asturias, en otras me aprovecharé de generosos amigos para pasar la noche y cambiar el avión por el tren.

Del viaje lo peor no son los kilómetros ni el tiempo necesario para recorrerlos, lo peor es que últimamente le he cogido miedo a volar, así que voy tensa y en consecuencia, se acentúan las cosas que me sacan de quicio. 
Así que hoy voy a compartir todas esas cosas que ya no puedo hacer y algunas de las que tampoco consigo soportar que otros hagan,  cuando voy sentadita en sillón del avión.


MI norte

Buenas noches,

Hace unos días que he vuelto al norte desde MI norte.
He pasado unos días fantásticos en el mejor lugar del mundo, cerca de mi querido Cantábrico, entre mi paraíso astur y mi querida Galicia.

Así que hoy comparto contigo, eso que hace único a MI norte.

VIDEO

1.- MI norte tiene unas montañas que acumulan nieve en sus cumbres casi durante todo el año y atrapan nubes del cielo, por eso nunca sabes que tiempo te vas a encontrar cuando las atraviesas, y sólo por ellas merece la pena el viaje en tren aunque sea a ritmo decimonónico.  



2.- MI Norte tiene un mar, el Cantábrico, que tiene propia banda sonora porque está en constante movimiento y tiene además un olor tan característico que si pudiese encerraría en un pequeño frasco esa esencia para poder abrirlo de vez en cuando y trasladarme a su orilla hasta imaginar que ha venido una ola traicionera que ha terminado por empaparme.


3.- MI Norte también es Pinterest, tiene vida en sus calles, tiene colores en sus fachadas, tiene casas con unas galerías y ventanales maravillosos, y permíteme que te diga que no veo yo que se le dé ni la mitad de bombo que a Copenhague.


4.- MI Norte tiene, sobre todo, a mi gente, toda esa de la que tuve que separarme un día y toda la que he ido descubriendo por el camino. Todas esas personas a los que siempre siento cerca aunque estemos lejos, todos aquellos con los que me fundo en un largo abrazo nada más verlos, con los que comparto horas de conversación, risas y algunas lágrimas cuando de nuevo llega el momento de la despedida.


Gracias Cantábricas por llevarme de vuelta a MI norte.




Conversaciones con mi madre (que seguro que te suenan)

Buenos días!!

Qué tal va todo? Yo, estupendamente, en mi paraíso astur, como para no estarlo!!
Pensarás, y con razón, que menuda suerte la mía, en casa de la mamina asturiana que me cuida casi mejor que nadie (para que no se me ofenda maridin). 

Si no me he quedado dormida, cuando se publique el post estaré sentada en la banqueta de la cocina desayunando,  y repitiendo esa frase que hay que decirle siempre a las madres: "no, no quiero más, así está bien, si ya estoy llena"... 
Está visto que por muchos años que cumplamos, nunca dejamos de ser hijos, ¿no?

Da lo mismo los años que vayas cumpliendo o los que hayan pasado desde que te fuiste de casa, hay  conversaciones que se repiten y puedes anticiparlas casi textualmente sin miedo a equivocarte. 
Por eso, aunque yo escribí este post todavía desde tierras vikingas, sé casi con toda seguridad que ese primer toma y daca madre e hija será algo así...


Otros levantan muros

Me vas a permitir que me ponga un poco seria, una vez más.

En lo que llevo de año he calculado que aproximadamente me he recorrido más de 12.000 kms.
Los próximos días añadiré unos cuantos más a mi cuentakilometros particular.
Vuelvo a casa, a mi norte, y lo hago con suma alegría.
Iré desde el que es mi hogar a la que un día fue mi casa, porque, mal que me pese, mi sitio ahora mismo, está en este norte.
Incluso con mis añoranzas y mis quejas que ya sabes que van por momentos, yo no me marcho huyendo de guerras sin sentido ni dejándolo todo atrás, maridin se quedará y me recibirá a la vuelta, o eso espero, con los brazos abiertos, y mi vida vikinga continuará donde la dejé.
Además... Cómo podría tener el valor para quejarme!! Toda esa distancia la recorreré cómodamente a bordo de aviones y trenes, y por muy estrechos que nos parezcan los asientos, yo no tendré que ir hacinada en una barcaza habiendo pagado un precio a todas luces excesivo, por el sueño de llegar a una costa que ni siquiera sé si alcanzaré.
Yo, que atravesaré Europa de norte a sur, apenas tendré que enseñar mi pasaporte porque en Europa decíamos, nos creíamos, existía la libertad de circulación de personas. Esto era así, al menos entre los países firmantes de un acuerdo que puede que se haya quedado en papel mojado, y porque al final va a resultar que de lo único que se trataba era de hablar de libertad dentro de una burbuja llamada Union Europa. Y ya sabemos lo que puede pasar con las burbujas, que un día, explotan. 
Así que yo vuelvo a preguntarme donde ha quedado aquella Europa, en la que yo creía firmemente y a la que tanto echo de menos..

Me pusé a escribir este post después de cansarme de leer crónicas en las que se denunciaba la situación de los refugiados que creyeron que poner en riesgo sus vidas valdría la pena y que después de vivir meses en campamentos en situaciones infrahumanas, después de pasar por situaciones que ningún ser humano en este siglo (ni en ninguno) debería soportar, ahora ven como se les envía de vuelta a un infierno intermedio turco.
Me pusé a escribir porque hace un par de semanas, por primera vez para atravesar el puente de Ørensund, el que une Dinamarca con Suecia, hubo que parar el coche y enseñar el pasaporte, y tuve el poco valor de quejarme al ovidarme en ese momento de los motivos por los que realmente debemos quejarnos.