Siempre llega un momento, bueno varios, en que la vida te pone en tu sitio si antes no lo ha hecho el espejo porque te has estado mirando con los mismos ojos que te miraba tu abuela, y si tampoco lo consiguió la bascula a la que por supuesto no hacías caso porque eras una chica de letras a la que los números no le atraían en absoluto.
En mi vida ese momento llegó hace casi un par de meses, así que he pensado compartirlo por puro desahogo.
Mi blog, mis historias, mis divagaciones, mis desahogos.
Mercado Da Ribera Lisboa |
Yo hubiese dicho que estoy a dieta, bajo la supervisión de una nutricionista.
Ella, mi domadora, como la denominaría Lo, diría que estoy aprendiendo a comer bien.
Y hambre no paso, pero ganas…. Los primeros días si no soñaba con dejarme llevar en los pasillos ahora prohibidos del super, debió faltar poco.