Perdí el equilibrio

Imagina que estás haciendo equilibrios sobre una cuerda y alguien decide que te está resultando demasiado sencillo y decide aflojar la cuerda de un lado, y entonces empiezas a tambalearte y tienes miedo a caerte. Así fue como me sentí la semana pasada.

Pasaron demasiadas cosas y ninguna buena, así que sólo ÉL que siempre me coge la mano y me susurra que “todo saldrá bien”, los amigos que saben lo que decirte para ayudarte a recuperar tu sonrisa y los libros fueron la tabla de salvación a la que agarrarme para volver a equilibrarme.

Escribí, o más bien lo intenté, pensé que estaba preparada pero me equivoqué porque no era así, hay párrafos inconexos guardados como un borrador que algún día pondré en orden.


Hoy compartiré una despedida, un desequilibrio, que hizo aún si cabe un poco más dura la semana pasada y un par de títulos de los libros que leí, de esos que te ayudan a encontrar de nuevo el equilibrio. 
De momento esto es de lo que sí que puedo escribir.



Sobre las despedidas

Cuando todavía no eres capaz de sentirte en casa en el lugar en el que vives, la lista de cosas y sobre todo personas que te ayuda a no sentirte del todo extraño es muy pequeña. Es difícil de explicar, pero entre todos esos tópicos a los que se recurre cuando tienes que alejarte del que consideras tu hogar (enfrentarte a nuevos retos, descubrir nuevas facetas de ti mismo que desconocías, ampliar perspectivas, tener una oportunidad para reinventarte, etc.) nadie incluye que tu mundo se reduce drásticamente, independientemente de tu destino, y que aunque la agenda de teléfono se llene de nuevos números, realmente sólo serás capaz de marcar un par de ellos cuando estés en una situación que te supere. Cuando sucede algo así y no están cerca los tuyos, los de siempre, los que sabes que lo dejarían todo por acompañarte, ese par de números son un tesoro, el más valioso.
El martes pasado se fue una persona que ha sido importante para mi. El lunes nos despedíamos y llorábamos, llorábamos mucho (porque entre las cosas que nos unen desde luego está el hecho de que podríamos las dos juntas acabar con los problemas de sequía de una buena parte de España). No sé si hubiésemos encajado si nos hubiésemos cruzado por las calles de Oviedo o Barcelona, pero nos presentaron y hemos pasado tantas cosas juntas que el lunes sentía que se me iba una  parte de la que ha sido mi vida aquí. Ella ha vuelto a casa, y estoy segura que todo le irá bien, las tierras vikingas a veces son duras y las ciudades pinterest, como solíamos decir, suelen ser mejor para turistearlas que para vivirlas… Nos repetimos un montón de veces, “llámame si lo necesitas” y lo haremos, seguro que lo haremos, pero por desgracia tendremos que conformarnos con mandarnos un abrazo, cerrar los ojos y sentirlo, como haces con los amigos que se quedaron en casa cuando tú tuviste que hacer las maletas.
No quiero dar a entender que todo sea malo cuando vives fuera, también se puede disfrutar de cosas muy positivas sin lugar a dudas y algún día también hablaré de ellas, pero las despedidas, que ese circulo en el que te sientes segura se haga un poco más pequeño, es duro, muy duro.



Libros que deberías leer

A pesar de que siempre te digo que tengo un gran mundo interior, a veces, justo cuando necesito abstraerme me resulta difícil, la música y los libros suelen ayudarme.
La semana pasada leí, debía necesitar mucha abstracción porque casi consigo terminar cuatro aunque hoy sólo voy a recomendarte dos.
  • Donde puedo alquilar una primavera de Silvia Laforet
Prometo que no tuvo nada que ver en la elección el hecho de que la semana pasada nada hiciese pensar que estábamos en primavera, que nevase, granizase, cayesen repentinos chaparrones, saliese el sol y el arco iris.
Me atrajo la idea de acompañar a Alicia, su protagonista, a empezar de cero sin saber todo lo que la ayudarían sus nuevos vecinos de escalera, vete tú a saber si esto también podía ser un motivo por el que mi subconsciente lo eligió.
Mi consejo: si buscas una inyección de positivismo, este puede ser tu libro.
  • Noticias felices en aviones de papel de Juan Marsé con ilustraciones de María Hergueta.
Escoger leer una novela de un escritor ya consagrado del que solo has leído un libro y de forma obligatoria cuando estabas en el instituto, pasó de ser una nueva oportunidad a un gran descubrimiento y la mejor de las decisiones. 
No sabía cuando el 23 de abril decidí comenzar a leer este libro, lo mucho que me gustaría y lo bien que me vendría hacerlo. Es tan excepcional como corto, querrás releerlo y volver a pararte en párrafos por los que pasaste de puntillas.
Le dice la señora Pauli, la anciana vecina que vive casi impedida en el segundo piso a nuestro Bruno “… buscame diarios. Necesitamos muchos, porque hay que seleccionar lo bueno y dejar fuera lo que solo anuncia desgracias, guerras y miseria, que es lo que hay en la mayoría de las páginas…

Y cuanta razón tenía la señora Pauli. El pasado jueves moría junto a otras 27 personas el último pediatra en el ataque contra un hospital de Alepo asistido por MSF, y mientras Europa se ha empeñado en cerrar fronteras, yo no puedo dejar de pensar en una sonrisa que me acompaño el miércoles y que me hace sentir tan culpable por las decisiones que toman quienes nos representan, por eso te animo a unirte a la campaña de MSF #NoSonUnObjetivo, en el siguiente enlace encontraras toda la información:





Volver a la normalidad, supone volver a dedicarle gran parte del tiempo a la búsqueda de la nueva casa, así que en breves volveremos sobre el tema, también volveré siendo más yo, con esa sonrisa nada profident pero que sin duda es mi mejor accesorio.

4 comentarios

  1. No sé si puedo llegar a imaginar realmente lo que supone vivir fuera de casa, de tu país, lejos de toda tu gente... Pero sí sé lo que es perder a tu máximo apoyo, y por eso te mando todo mi ánimo y fuerza, y aunque te acabe de conocer (aunque sea virtualmente) también te mando un súper abrazo :)
    ¡Besotes!

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    1. Bienvenida!!
      Mil gracias por ese super abrazo
      Besines desde Dinamarca

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  2. Gracias por las recomendaciones de libros, últimamente me cuesta encontrar alguno que me enganche. Me apunto los dos. Sobre todo lo demás, las rachas de mala suerte existen y desaparecen igual que aparecen, en nada todo serán buenas noticias ☺️☺️ Un beso muy grande!

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    1. Eso espero que pronto nos llegue una buena racha, las malas no pueden ser eternas.
      Mil gracias por pasarte.
      Besines desde Dinamarca

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