Buenos días,
¿Habrá mejor día que un viernes para compartir otra receta de felicidad?
Siguiéndola más o menos al dedillo con las variaciones que estimes oportunas, te prometo un viernes redondo... Ya imagino que siendo uno de los ingredientes principales la ciudad de Lisboa, aunque a lo mejor para que puedas prepararla para este viernes vamos un poco justos de tiempo.
¿Ya tienes papel y boli? Pues atenta que ahí van esas pizcas, esas cucharaditas, esos aliños que hacen más sobrosa aún esta receta.
* Un lugar con encanto: Mercado da Ribeira
A quién no le guste visitar un mercado que levante la mano o deje un comentario al final del post.
Un mercado de esos (que imagino) ha sufrido una de esas transformaciones tan acertadas y que tan de moda se están poniendo últimamente: mantener el antiguo mercado de abastos con una parte renovada dedicada a la restauración.
* Un ferry, una cuesta y el paraíso: Cacilhas y el restaurante Ponto Final
Hay tantas cosas que ver y que hacer en Lisboa que podría parecer absurdo cruzar el cauce del río Tajo, incluso podrá parecerte una locura atravesar la calle principal de Cacilhas y empezar a subir una cuesta interminable en busca de ... en principio únicamente unas buenas vistas. Pero no te lo pienses dos veces, no son unas vistas cualquiera, merecen realmente la pena, y si aún te quedan dudas, te diré que el premio de esa escalada urbana no será solo para tus ojos, descenderás y podrás comer en uno de los restaurantes más encantadores en los que he estado en los últimos tiempos, y no es sólo bonito, te prometo que si cierro los ojos aun puedo saborear aquella ensalada de pulpo o aquella cazuela de bacalao con naranja...
* Un lugar donde perderse: LX Factory
Seguro que hay una imagen que habrás visto más de una vez (efectos colaterales de la era pinterest), una librería de esas especiales donde los libros casi escalan hasta el techo desde donde cuelgan bicicletas que se mueven sobre ti sin prisa, se trata de Ler Devagar. Por si sola esta libreria podría ser el único motivo para alejarte un poco y visitar lo que se esconde bajo la sombra del puente 25 de abril, pero hay más mucho más, tiendas llena de bonitismos de donde te lo querrías llevar todo, cafés, restaurantes, terracitas y mucho mucho arte urbano.
* Un lugar para acabar el dia: Pharmacia
¿Es posible comer mal en Portugal? Yo, estoy convencida de que no; comer es uno de esos placeres que nos brinda el país vecino. Por eso está recomendación no solamente va dirigida al estomago (no perderse por nada del mundo la tarta de queso de cabra con frutos rojos), se trata de un lugar con una estética muy muy cuidada que bien merece una visita.
He tenido que bucear en pinterest en busca de imágenes que le hicieran justicia |
Seguro que se te ha abierto el apetito... Pero espera que todavía me falta una cosa más, te he dejado para el final lo mejor, yo soy golosa y siempre dejo sitio para el postre, para endulzarme un poco la vida. Si quieres chuparte los dedos con esta receta, hay algo que resulta casi tan imprescindible como el ingrediente principal, se llama buena compañía, en mi caso, Paula y Lorena.
Mis cantábricas, las mejores compañeras de viaje, con ellas ya he aprendido que lo de menos es el lugar, da lo mismo si estamos juntas en ciudades de diseño, ciudades nostálgicas, ciudades del norte o ciudades del sur, lo mejor es poder pasar tiempo con ellas.
Y ahora sí, te animo a preparar tu propia receta de felicidad para este fin de semana que ya has visto que el más importante de los ingredientes es con quien compartirla.
Desde luego ese viaje es " la receta total de la felicidad ", que resumen más completo de Lisboa, tenía ganas de conocerla pero después de tu post ... Muero por ir !!, je,je
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