Café post escapada de (no) verano 2015: me hago mayor

Godmorgen!

He vuelto de mi #EscapadaDeVerano2015, te he preparado un café en uno de mis sitios favoritos, allí donde voy a disfrutar de relajantes paseos. 
Por fin esta semana lo he conseguido, sólo tenía que esperar a que los daneses escapasen despavoridos al sur para que pudiésemos disfrutar de un café al atardecer en uno de los embarcaderos de #LosLagosDeIverina.




Voy a empezar con algo así como un lamento mezclado con una declaración de intenciones: quiero que este sea el último verano que me quedo sin vacaciones en el Sur pero no quiero hacerme ilusiones  que esté año ya me visualizaba pasando mis dos semanas en España y al final, por razones varias, lo más cerca que hemos estado ha sido poco más arriba del Canal de la Mancha.
Los planes a veces salen y otras veces no, y yo que siempre intento mantenerme optimista sé que no puedo engañarme: el verano 2015 fue aquella semana de principios de julio y punto. En este caso, por mucho que me empeñe en soñar con días de verano se impone la realidad.
Me temo que últimamente me quejo bastante (principalmente via Instagram) del horroso tiempo que estamos sufriendo esta año por tierras vikingas... Pero es que yo no quería un verano de 3 meses con temperaturas alrededor de los 30 grados,  yo me habría conformado con que se repitiese el julio del año pasado (1 mes señores!!! 1 mes!!) Yo no necesito altas temperaturas, soy una chica del Norte que está más que acostumbrada a los veranos cantábricos, los de dos días de playa, un día de lluvia y un día de niebla... En resumen, que yo lo que quería era un verano que no durase siete días; así que no sé quien tiene que tomar nota, pero a mi me deben un verano.
Dicho esto, puedo prometer y prometo que intentare no obcecarme con el tema porque por el sur quedan todavía casi dos meses y me cansaré de ver verano por todas partes. Así que sí ves que no cumplo y me enfurruño con el temita meteorológico, un zasca en toda la boca, please!!




Y una vez que me he desahogado un poco, quería contarte que en la escapada de (no) verano he descubierto que me hago mayor, (menudo descubrimiento a tu edad, pensarás tú). Pero no es una conclusión a la que haya llegado "a lo loco",  he encontrado buenos argumentos que el tiempo pasa y yo ya empiezo a notarlo, porque:

* Ya no me gustan las hordas de turistas, desvirtúan la belleza de cualquier ciudad y Brujas fue un claro ejemplo, una ciudad que se transforma cuando a las seis de la tarde sus calles se vacían. Paseé y callejeé bajo "l'orbayu" (llovizna en castellano) y como lo hacíamos casi en solitario, disfrute de los pequeños detalles, los que no eres capaz de ver escondidos entre camisetas de colores veraniegos que transforman una pequeña ciudad medieval en una mini Torre de Babel. Tampoco quiero decirte que antes fuese una fan incondicional de las manadas de turistas, pero decididamente necesito mi espacio.
Por si tienes dudas, te diré que los turistas aquí en el norte se reconocen o por venir preparados para travesías por el polo norte (que digo yo que han interiorizado el rollo sauna y la llevan incorporada) o por ser aquellos que oyeron la palabra crucero, se visualizaron bajo una palmera y ni juntando todos los pareos logran poder entrar en calor (ah bueno y porque por aquí, al menos por tierras vikingas, son ellos  -los adultos- bastante sobrios en cuanto al vestir, así que en cuanto veas un grupo vestido con una oda a la primavera, ahí los tienes).

* He descubierto que los sitios donde hay que entrar son aquellos donde sólo veas concentración de autóctonos o aquellos en los que la guía no te señale ningún imprescindible. Con solo este argumento, en Utrecht nos comimos las mejores patatas fritas que había probado en muchísimo tiempo, en Amsterdam disfruté de un café junto a un canal donde acabe compartiendo conversación con una mama holandesa y su bombón de dos años, en Bruselas los mejores anfitriones nos descubrieron el mundo de la cerveza y galerías que esconden maravillosas librerías, en Gante tuvimos la oportunidad de vivir una pequeñísima porción de su festival callejeando sin rumbo atraídos por todas las posibilidades que ofrecía la ciudad.

* Una obviedad, pensarás tú,  pero me he vuelto a dar cuenta que mi mano termina donde acaban mis dedos, que no nací con el smartphone pegado a la mano ni una cámara al cuello, que es fantástico congelar recuerdos en forma de fotografía pero que es mejor vivirlos, que en un viaje no debo buscar la foto más bonita sino la que me permita revivir un determinado momento (importante "revivir"!!), que no necesito hacer mil fotos porque ocuparan mucho espacio y luego la pereza se adueñara de mi a la hora de hacer limpieza y poner orden.

* No es sólo cosa del calendario, de haber dejado atrás mi adolescencia, mis veintitantos y muchos taitantos, pero es una certeza: ya no me fijo en escaparates de ropa, las tiendas de decoración me llaman y no logro hacer oídos sordos a su llamada. Pasé parte de la escapada de verano en modo single, acabé haciendo algo shopping, pero no hay nada que pueda estrenar (pelea con el espejo que me ahorro). He descubierto tiendas llenas de boniteces y me he vuelto a topar con aquellas que ya conocía y a las que inevitablemente mi subconsciente me dirigió. Se han venido en el maletero platos, cubiertos y hasta una cabeza de jirafa para el salón... No sé si esto acabará siendo mejor o peor que el momento fashion, ver veremos.

Básicamente he descubierto que poco a poco yo misma he dejado de ser turista y me he convertido en  viajera, que era algo que se lo había oído decir a Conchi a través de Baballa, tanto es así que cuando me tope con este escaparate pensé que indudablemente se trataba de una señal.




Me voy a ir despidiendo hasta la próxima semana cuando volveré para compartir contigo algunas de mis direcciones de esta #EscapadaDeVerano2015 o algún plan vikingo, por si te dejas caer por el norte buscando el fresco.




Si estás preparando la maleta, disfruta de todo lo bueno que vas a vivir.
Si estás deshaciendo la maleta, no te castigues pensando que lo bueno ha terminado, deja la lavadora puesta y sal a pasear, aprende a veranear en tu rutina.

6 comentarios

  1. Con o sin escapadas o vacaciones totalmente de acuerdo con romper la rutina en verano, que para eso Lorenzo nos ofrece más horas de luz. Cuidadín con ir diciendo "que te falta un verano"... :-)

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    1. No me bajo de la burra... dos días de playa en todo el verano ni es verano ni es nada pero tienes toda la razón no es que me falte es que me lo deben...
      Besines desde Dinamarca

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  2. 1- Para un fan (muy fan, que diría alguna) de los faros, del silencio y de la tranquilidad, como yo, no necesito decirte mi opinión respecto a las hordas de turistas.... Suena bien sentirse viajero y no turista, aunque desconozco la opinión de quien nos observe.
    2- Los mejores lugares son siempre en los que la clientela y/o visitantes son lugareños, de toda la vida!! Y sobre todo, desconfía siempre de aquellos locales en los que la comida que ofrecen está en fotografías y la carta en múltiples idiomas, desconfía!!
    3- Soy anti-fotos para disgusto de mi señora, desconectar de la tecnología (móvil, tablet...) es imprescindible y sobre todo, nada de mirar el extracto bancario durante las vacaciones!! ;-)
    4- No somos de excesivas compras, pero algo siempre cae. Lo que daría por ver a maridin colocar la jirafa en el salón!! Esperamos foto y... no es necesario un sillón bajo ella.

    Y por último, aquí del tiempo no voy a quejarme, alguna lagrimilla porque el lunes vuelve la rutina, pero un día menos para volver a veros. Si volvéis a faltar en verano no os lo perdonamos, especialmente uno que yo me sé! Un beso.

    El papá de Pablo.

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    1. Ay papá de Pablo... qué difícil se ha vuelto esto de las vacaciones desde que nos mudamos al Norte, ahora hay que cuadrar calendarios,tomar decisiones difíciles, superar miedos irracionales...

      La jirafa la dejamos par el largo invierno danés, para estar entretenidos, pero no te preocupes porque a este paso el invierno puede empezar la semana próxima...

      Besines desde Dinamarca

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  3. jajaja, qué bien has expresado los síntomas de hacernos mayores, a mí me pasa exactamente lo mismo, aunque todavía no veo mis dedos al final de la mano y sigo con el móvil bastante pegado...
    Me encanta cómo cuentas las cosas y después de leer cada uno de tus post me entran unas ganas tremendas de visitar algún país nórdico, yo sigo soñando..

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    1. Bueno entre tú y yo, te diré que lo de verme los dedos de la mano todavía está un poco sin control:)
      Muchísimas gracias por pasarte por aquí, por leerme mis divagaciones y por dedicar unos minutos a escribirme.

      Besines desde Dinamarca

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