Lee lo que te guste abril, mayo, junio....

Han pasado unos cuantos meses desde que no aparezco por aquí. 
Abril, mayo y junio son meses que se me atragantan desde hace seis años, siempre pasa algo que me pone un poco la vida al revés; no es una montaña rusa donde se van sucediendo las cosas buenas con las menos malas, es mi particular noria, en marzo ya empiezo a pensar en ¿y este año qué?
Pues a este año además se ha sumado un último trimestre de curso de locura, picos de mucho trabajo, con alguno de querer mandar a la jefa literalmente à la merde (ayer mismo soñé que lo hacía).
En fin, voy tachando los días para que lleguen las vacaciones, para descansar, para leer, para organizar.



En estos meses  de poca lectura, me dejé enseñar Valencia, descubrí Cuenca, celebré en Madrid, estuve en un par de presentaciones de libros, visité Burgos, disfruté del Cantábrico desde el golfo de Bizkaia hasta el cabo Peñas, fuí a un concierto, me reencontré con amigas, hablé mucho, nos reímos y lloré algo, lo único para lo que no encontré momento fue para compartir lecturas, porque todo lo que escribía me exponía demasiado y no tenía fuerzas ni ganas de hacerlo.
Por eso vuelvo a finales de julio, cuando las vacaciones se acercan, y aunque agotada, he encontrado ese tiempo para sentarme frente al teclado.


Estas son las lecturas de estos últimos meses: The New Yorker; novelas gráficas o más bien relatos ilustrados como Sal con alguien que no lea o Retablo; poesía La muerte de mi madre me hizo más libre; relatos Mudar la piel; novelas Formas de estar lejos, Atti osceni in luego privato, Malaherba y Sigo aquí.



1.- Formas de estar lejos, Edurne Portelas.

Si no es la primera vez que pasas por aquí sabes que la descubrí gracias a una entrevista de Almudena Grandes y que Mejor la ausencia fue uno de los libros que me gustaron en el 2017 y seguidamente no puede hacer otra cosa que leer y aplaudir su libro anterior El eco de los disparos: cultura y memoria de la violencia.
Con estos antecedentes, creí que la lectura de Formas de estar lejos me entusiasmaría de igual forma, pero he de admitir que no fue así. Es un buen libro, no cabe duda, me gusta mucho como escribe Edurne, pero me falto algo, quizás un mejor desenlace, y me "sobraron" esas referencias al País Vasco que en este libro se me hacían un poco innecesarias porque se quedan a medias. En fin, me dejó un poco destemplada.

"Y esto me hace pensar que era feliz cuando me evadía con mis lecturas o cuando me convertía en otra, cuando a través del libro, el disfraz o el baile vivía diferentes personajes que me permitían mirar hacia la cámara y entonces sí, sonreír tan ampliamente que esos ojos negros y redondos se convertían en pequeñas rendijas por las que se filtraba una oscuridad luminosa."



2.- Atti osceni in luego privato, Marco Missiroli.

Me habían hablado maravillas de este libro y decidí que sería el título que leería este año en italiano, los años en que no estoy muy segura sobre qué titulo escoger, siempre vuelvo a Italo Calvino.
De bambino a ragazzo, con todo lo que ello implica, con descubrimiento de lo sexual, la pérdida de un padre, la formación necesaria para llegar a ser, a enfrentarse a la vida y hacerlo a través de la escritura.
Libero, que así se llama el protagonista, se define en las primeras páginas como "un'isola senza mare" pero acabará encontrando un archipiélago a su alrededor.



3.- Sal con alguien que no lea, Charles Warnke y Laura Ferrero.

Compré este libro para no viajar sin libro, aunque sabía que lo abriría y se terminaría antes de que se enfriase un café.
Dos relatos ilustrados sobre  los peligros de enamorarse de las personas y de los libros.

No conocía a Charles Warnke, a pesar de que el relato parece se hizo viral antes de publicarse aquí.
"No hay nada peor que una chica que lee. La chica que lee se empeña en que la narrativa de su historia sea magnifica, variada, completa; en que los personajes secundarios resulten entretenidos y en que se use una tipografía bien legible. Una chica que lee posee un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una necesidad."

Desde que leí Qué vas a hacer con resto de tu vida y Piscinas vacías de Laura Ferrero, la sigo en su cuenta de instagram para deleitarme con todo lo que escribe, a veces la leo y pienso "cuantas veces lo he pensado, qué difícil escribirlo así de bien" y mientras, espero por la publicación de su siguiente libro.
"Los libros salvan la vida. Son las huellas, los pasos. Esas luces que señalan los carriles adicionales de las autopistas, pero soy yo -quien si no- la que tiene que conducir el coche. Porque leí el poema de nuevo Tengo que llamarlo, me dije. Sentí el miedo y fue como aprender a nadar de nuevo."



4.- La muerte de mi madre me hizo más libre, Mari Luz Esteban

Visitamos la feria del libro de Valencia, estuvimos escuchando la presentación del último libro de Benjamin Prado y fuimos con María hasta la caseta de una de sus librerías referencia, me llevé conmigo poesía por su recomendación, y cuando lo empecé no hice más que señalar una tras una las paginas de muchos de los poemas.
La verdad de las mentiras
Halla cicatrices de rencor en lo que creía ser aptitud
para entender a los demás. Percibe olor a tedio en
la sensación que llamó reposo. Se da cuenta de que 
puede ser celosa, envidiosa, pesimista.
La ansiedad no es ya la capacidad de hacer varias cosas
al mismo tiempo.
Se acuerda de algo que leyó en algún sitio alguna vez,
que nos construimos disfrazando lo que somos.



5.- Retablo, Marta Sanz

Otros dos relatos ilustrados para acompañarme. 
Las dos caras de Madrid, las de la señoras de siempre que llevan años yendo al mercado empujando su carro antes de que se convirtiese en mainstream entre las nuevas generaciones, esos que abren negocios de toda la vida con precios estratosfericos, que vuelven a lo de antes de forma retorcida cargándose lo que había.
No me esperaba a esta Marta Sanz, pero fue una gran alegría encontrármela.



6.- Malaherba, Jabois

No estaba en los planes pero a veces las rrss tienen estas cosas, te levantas y lo primero que ves es en pantalla es el anuncio de la presentación en Tipos Infames y ¿cómo resistirse? Allí apretados como sardinas en lata, con un vermú en la mano, disfrutando.
Soy poco objetiva con Jabois, me pasa lo que con Javier Aznar (no perderse el podcast en el que hablan juntos) o David Trueba, pagaría por un rato de conversación... Al menos esta vez fueron un par de minutos después de hacer cola para llevarme mi ejemplar firmado.

Uno pierde la inocencia el día que pide el bañador en la playa, dijo Jabois, y cuanta razón, a partir de ese día la inocencia empieza a esfumarse y ya nunca regresa.
He perdido la cuenta del numero de veces que he recomendado este libro, no pude resistirlo pero que bueno hubiese sido disfrutarlo este verano algún día junto al mar.
Volví a escuchar a Battiato, y me acordé de Rebeca que me grabó todos los cds antes de irnos de Erasmus a Cagliari y de Ale, Franesca y Mauro que me llevaron hasta el anfiteatro de Nuoro para despedirnos al son del gran Franco Battiato.

"A mí, si me preguntan, diré que me pasaron cosas que no sabía explicar, y sentimientos a los que no sabía poner nombre, e hice algo que simplemente no sabía si era bueno o malo, y cuando lo supe ya era muy tarde. El daño es como un tumor: si uno lo identifica pronto y lo ataca quizás pueda salvarse, pero si no lo reconoce y sigue como si nada, cuando se dé cuenta ya es tarde para cualquier cosa. Es como meterse dentro de una hoguera; si no sientes calor, habrá un momento que incluso puedas sentir gusto, quizá justo en el momento antes de arder."



7.- Sigo aquí, Maggie O'farrell

No pude con Tiene que ser aquí, no sé que me pasó, pero no me enganché como esperaba, aunque estoy casi segura de que me equivoqué en el momento, pero decidí que volvería a darle una oportunidad a Maggie, y está vez acerté de pleno.
Enganchada desde la primera página a esta autobiografía recogida en diecisiete partes, cada una de ellas relacionada con una parte del cuerpo. Y mientras lees, lloras, lloras mucho, derramaras muchas lágrimas pero Maggie es así y se merece cada una de ellas. Tiene que ser una tía muy fuerte para poder escribir esto.

" ... Avanza hacia mi, se ha separado de la pared, y me coge la mano que he levantado. la envuelve en las suyas. Lo miro sin decir nada. Hasta este momento no sabía loso que se encuentra una cuando está en peligro, en medio de una habitación llena gente que se esfuerza al máximo por salvarte la vida. ... Estaba muriéndome sola rodeada de gente. ... Las personas que nos enseñan algo dejan un recuerdo particularmente vivido en la memoria. Cuando conocí a este hombre, hacia unos diez minutos que yo era madre, y él, con un gesto pequeño, me enseñó una de las cosas más importantes de este trabajo: la ternura, la intuición, el contacto, y que, a veces, hasta las palabras sobran."
" ... Porque perder a un hijo, a un feto, un embrionariamente, un niño, una vida, aunque sea en las primeras semanas, es un disgusto como no hay otro. Intelectualmente sabes que es posible ... tu biologías, tu cuerpo anta otro cantar, una melodía gozosa, absorbente, que te distrae... Cuando sucede (y con los años te pasará varias veces) el impacto es como un martillo neumático. Cada vez que te tumbes en la camilla del ecografo miraras fijamente a los radiólogos que observan la imaginen la pantalla y aprenderás a descifrar su expresión (una leveseriedad repentina, ceño fruncido cierta vacilacion que pesa) antes de que digan algo, ya sabrás que éste tampoco lo ha logrado. 
Será difícil, siempre será difícil no hacer caso de las acusaciones internas de incompetencia. Tu cuerpo ha fallado en esta función, la más natural de las funciones; ni siquiera eres capaz de mantener vivo un feto; no vales para nada, eres una madre deficiente incluso antes de serlo. 
No prestes oidor esas hadas malas, intenta decírtelo tú: no has hecho nada malo."

GRACIAS Maggie podía haberme quedado sin respiración y sin embargo conseguí muchas respiraciones profundas, de esas con las que el oxígeno llega más allá de los pulmones.



Pensaba incluir julio, pero ya me he dado cuenta de que esto se ha hecho demasiado largo.
Lo terminaré de escribir y lo compartiré, junto a un par de descubrimientos en redes que me tienen enganchada, y quizás añadiré mi lista de lecturas para el verano, la haré pública y luego ya se verá cuanto consigo leer, descansar, disfrutar...


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