Te lo digo yo, que me cuesta horrores alejarme de él.
Te lo digo yo, que lo necesito para sentirme cerca por estar lejos.
La vida no es lo que pasa en el móvil salvo cuando te llegan noticias, de las que cambian el día, la semana, el mes, la propia vida.
La vida no es lo que pasa en el móvil salvo cuando un viernes por la tarde recibes un whatsapp de un amiga para recordarte que te quiere mucho, que te echa de menos... y por un momento, te olvidas de los kilómetros.
La vida no es lo que pasa en el móvil, ni sólo es lo que pasa en las redes sociales. El día tiene 1440 minutos, así que la vida no puede reducirse a los que te lleva subir una foto, escribir un tweet, compartir un estado.
La vida era vida también antes, cuando nos había presiones, cuando los likes eran las miradas cómplices de tus amigos, tu hermana o tu madre.
La vida es lo que vives, tienes que actuar, ser el protagonista de tu película, olvidarte de las críticas y dejar de actuar como el director que decide en que momento rodar.
El móvil es parte de nuestras vidas pero no debe serlo todo en la vida.
Me apetecía escribirlo, aunque seguramente esto tú ya lo sabes pero es que a veces a mi se me olvida, ¿a ti también te pasa?.
El domingo empiezan mis celebraciones de octubre, buen finde.
Me ha gustado mucho tu post, Vero, la verdad es que llevo tiempo intentando desconectarme un poquito, porque me di cuenta que pasaba demasiadas horas pendiente de la pantalla del teléfono, pero entiendo que estando lejos de los tuyos sea más difícil. Ánimo y a seguir mirando más allá de la pantalla. Besos.
ResponderEliminarHola Vero, a mí también me pasa. Y aunque sufro de esa dependencia por lejanía muchas veces me sorprendo mirando updates, fotos y tweets como una zombie 2.0 sin sacar nada de ellos, ni tan siquiera disfrute. Es sólo costumbre. Es ese deslizamiento de pulgar constante sobre la pantalla que a veces parece incontrolable.
ResponderEliminarGracias por tu post, me ha gustado mucho :)