Buenos días!!
¿Cómo ha pasado la semana de rápido que casi ni me he enterado? ¿También te ha pasado a ti? Yo no quiero ser paranoica pero empiezo a pensar que alguien aprieta el botón de aceleración y así nos pasan los días, las semanas, los meses y si me apuras hasta los años volando.
El fin de semana pasado imprimí un calendario de publicaciones por eso de intentar poner orden en mis apariciones y desapariciones por el mundo de la blogsfera, como ves el resultado ha sido imperceptible, pero que no se diga que todo fue tiempo perdido, tengo apuntados un montón de temas concretos de los que quiero escribir y creo que he llegado a la conclusión que, de momento, sólo llego a dos post semanales, cualquier otro intento es ciencia ficción y demasiado pro para mi.
Antes de empezar a cumplir ese calendario y todos esos temas, hoy tocan divagaciones varias de viernes...
Ya comenté hace algún tiempo, que yo echaba de menos poner en marcha una sección para la que ya tenía nombre buscado "Desmontando Dinamarca". No vayas a pensar que se trata de sacarles los colores a los vikingos, es más por desvelar que no todo es tan Pinterest ni Kinfolk como la gente piensa. La verdad es que pese a llevar tiempo rondándome la idea en la cabeza, no estaba muy segura de por donde empezar aunque había algo de lo que sabía que había que hablar sí o sí, "las casas". Tanta revista y tanto blog hablando del estilo nórdico y acompañándolo de maravillosas casas llenas de luz (y luego hay que hacerse con una lampara para recordar que es eso, ejem!!).
Así que, está decidido, en las próximas semanas voy a compartir algunas de las cosas que te puedes encontrar con toda normalidad cuando estás por estas tierras buscando casa, y aunque te pueda parecer extraño, no tendré que hacer mucho esfuerzo para encontrar ese otro tipo de casas que también quiero que veas porque desde esta semana oficialmente sabemos que debemos abandonar la nuestra antes de que empiece el otoño, así que tendré un gran trabajo de campo en el que inspirarme.
Entre tú y yo, tengo que confesarte que he pensado que esto de tener que ponernos a buscar nueva casa puede estar relacionado con el karma, mi obsesión por llenar la casa de casas puede que me haya llevado a tener que buscar la tercera en tres años... ¿Tendrá algo que ver? ¿Debería deshacerme de algunas casas a modo de ofrenda para poder encontrar nuestro nuevo hogar?
Sea como sea, prepárate para transformar esas ideas de bonitismos escandinavos por escenas de "esta casa es una ruina y además quieren que le entregue un riñón a cambio de mudarme a ella".
Para que no todo sea criticar la realidad paralela danesa, voy a proceder a realizar una confesión en modo autocrítica: no sé andar en bici!! Puedes reírte como si no hubiese mañana, lo entiendo, a mi edad es difícil imaginar que no sepa andar en bici, hay una media justificación pero te obviaré todos esos detalles.
No es que no sea capaz de recorrer algunos metros o que pierda el equilibrio antes de poner los pies en los pedales, lo que me ocurre es que me siento incapaz de subirme a una bici si ésta no está dentro de algo así como una burbuja (rollo airbag) que pueda ponerme a salvo de todas las situaciones que sólo de imaginarlas en mi cabeza me crean un nivel de estrés similar al que sentiría si estuviese colgando de un séptimo piso sujeta únicamente por una mano a la barandilla del balcón.
¿Es esto exagerado? Sin lugar a dudas, si. Pero si yo supiese que iba a poder rodar relajadamente, sin necesidad de estar pendiente de otros cicloturistas, de los coches, de los imprevistos, de mi ser patoso por naturaleza pues todo sería otra historia pero como esa situación idílica es improbable, en un país donde a los niños les falta nacer con un triciclo bajo el brazo, yo me siento como un pato sobre ruedas.
Total, toda esta confesión viene a cuento porque esta semana me he dado cuenta de que he hecho fotos en las que siempre sale una bicicleta y no sé si esto será una señal o también cosa del karma, el caso es que me estoy preguntando... ¿debería volver a darle una oportunidad a la bicicleta?
Y ya para terminar este remix del viernes, quería dejarte con alguna recomendación literaria de los libros leídos en febrero por si también tus previsiones meteorológicas apuntan a que puede ser un finde fantástico para pasar en casa.
Más maldito karma de David Safier, recomendado si lo que te apetece es pasar un buen rato. Después de algunos libros de este autor que ni fu ni fa (Una familia feliz, o ¡Muuu!), vuelve sobre sus pasos y sobre aquellos libros que hacían que no pudieses aguantar la risa (Maldito karma o Yo, mi, me... contigo).
Las horas subterráneas de Delphine de Vigan, el libro elegido para el mes de febrero por el club de lectura, un libro con dos historias de las que una es totalmente prescindible y la otra puede llegar a causarte pura ansiedad por la situación que vive su protagonista, pero está tan bien escrita que ahora ya tengo en mi lista de pendientes de lectura otro libro de la misma autora que todas mis compis de club que lo han leído no dejaron de recomendar, Nadie se opone a la noche.
La analfabeta que era un genio de los números de Jonas Jonasson, fue un regalo allá por el mes de octubre, en lugar de ponerlo bien a la vista o situarlo en la mesilla junto a la cama, lo coloque en la estantería y deje pasar meses... Error!! Merece la pena leerlo, me declaro fan incondicional de Nombeko Mayeki, la protagonista de esta novela.
Al faro de Virginia Wolf, título propuesto propuesto por Lorena para su club #clasicosenlasnubes y allá que me lance porque cuando "ella dice ven, y yo lo dejo todo". Entre tú y yo, me costó cogerle el tranquillo a la Wolf, ella es profunda, tan profunda... pero está finiquitado y puedo decir que a medida que avanzaba me iba a haciendo a las prosaicas descripciones y casi deje de echar de menos la escasez de dialogo. Espero ansiosa el siguiente clásico!!
Y con todo este rollo que te he soltado, ¿entiendes por qué no me da la vida para más de dos post a la semana?
Disfruta del finde que ya ves como pasa el tiempo volando!!
Ese estrés "fóbico" que tu sientes al subir a una bici ¡Yo lo siento al subir a un coche! Así que te entiendo bien.
ResponderEliminarEn el tema de "no saber", yo nunca fui capaz de aprender a patinar, así que...
¡Suerte con la búsqueda de casa! Seguro que acabas encontrando algo genial.
Sabía lo de la casa, pero lo de la bici, viviendo donde vives es de juzgado de guardia. Definitivamente es un sí a "retomar la bici" por favor.
ResponderEliminarY en otro orden de cosas, ¿y si la casita la buscamos cerca de conchi? jajaja
Te esperamos con los brazos abiertos, en nada, que si, que el tiempo vuela. beso gordo
Seguiremos muy de cerca esa búsqueda de nueva casa; de he cho, estoy pensando en hacerte una visita para echarte una mano que, si se me da igual de bien encontrar casas de alquiler, como encontrarlas en Airbnb, te localizo una de esas de estilo nórdico en un pis pas!! Eso sí, creo que hay que ir buscando habitación para tus sobrinos Bembis que ya sabes que Antón está con el danés a tope!!
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