Lee lo que te gusta - Junio

Traigo seis títulos, lo que sucede es que algunos se pueden leer casi de una sentada, así que pueden parecer muchos pero en realidad son pocos, ya se sabe que las apariencias muchas veces engañan.



Antes de pasar a los títulos de junio, no puedo atarme las manos y no escribir expresamente sobre una publicidad que me dejó noqueada.
"Lee lo que quieras. Miles de audiolibros para escuchar a tu manera." 
No sé si os sonará de algo, personalmente me pareció un despropósito. 
No es que rechace la existencia de los audiolibros, creo que es una magnífica forma de hacer llegar historias a muchas personas para las que por diversos motivos esa puede ser una solución fantástica, yo misma los he utilizado para, por ejemplo, practicar un idioma. 
Lo que me ofende de la campaña es que hablen de leer. Puedes escuchar un libro y podrá hacerte sentir muchísimas sensaciones pero no estarás leyendo sino escuchando, y es una diferencia importante porque no es lo mismo ver que oír, ni tocar que escuchar. 
Y sí, me ofende la campaña tal y como está planteada, y entiendo que hay personas para las que quizás sea una solución mientras cocinan, recogen la casa, hacen ejercicio o se dan un baño relajante, pero lo siento, no están leyendo. 
Ya, el momento en que determinados perfiles que llegan a un gran número de personas, promueven la idea de que escuchar un libro es lo mismo que leerlo...


Mi familia y otros animales, Gerald Durrell.

Un clásico publicado en 1956 y con el que me había hecho hace unos meses cuando tenía aquella necesidad imperiosa de alejarme de dramas (fase por fin superada).
Pero sí, debo decir que si te apetece reírte este es un buen libro para hacerlo, porque las situaciones cómicas se suceden una tras otra en esta novela de tinte autobiográfica en la que el autor nos va describiendo parte de su infancia junto a su familia en la isla de Corfú.
Probablemente este podría haber sido un gran titulo para acompañarme en mis todavía lejanas vacaciones, por eso de mantenerte pagina tras pagina con una sonrisa en la boca que a veces se transforman inevitablemente en carcajadas.


Una habitación propia, Virgina Wolf.

Mentiría si no empezase admitiendo que me gusto tanto la edición que fue el motivo por el que decidí comprar este libro, pero una vez superada la portada y acariciadas las primeras hojas, estaba claro que no era el momento, terminarlo ha sido una autoimposición de esas que hacen que sea más importante avanzar y llegar al final que pararte a leer con atención.
Sé que le daré una nueva oportunidad con el único objetivo de disfrutarlo como se merece, porque aunque admito la confusión con el momento elegido, sí creo que es uno de esas lecturas necesarias para observar cuanto se ha avanzado y cuanto sigue siendo necesario alzar la voz para tomar partido.




La tirania sin tiranos, David Trueba.

Decía hace unos cuantos posts que necesitaba algo más que los artículos semanales, que me costaba la idea de pensar en tener que dejar pasar el tiempo para volver a leer más de 1000 palabras de David, y de repente, un día, sin esperarlo, entras en la librería y ves 89 páginas que son un tesoro.
Tengo el libro entero subrayado porque es realmente imposible no hacerlo. Alejado de sus novelas, esta vez se ha sentado a escribir un ensayo, una reflexión sobre nuestra civilización, sobre los avances y retrocesos, sobre vivir en comunidad aupando el individualismo que nos hace diferentes, sobre como terminamos rebelándonos por haber terminado esclavizados por el dinero, el consumismo, los likes, la opinión del otro; "la vigilancia en redes no nos ha vuelto más prudentes, ni responsables, sino más sobreactuados."   
Escribe sobre Occidente, sobre Europa, sobre fronteras, sobre nacionalismos, sobre refugiados, sobre decisiones políticas, sobre la externalización del mal, sobre los cooperantes convertidos en ejército del bien, sobre el público transformado en clientela, sobre el engaño, sobre la gran mentira de la economía colaborativa, sobre la vida, sobre el futuro.
Lo mejor es que seguramente este fin de semana volveré a encontrarme con el David Trueba cineasta, así que ha sido pedirlo y encontrarme libro y película, más y mejor imposible. 
Me conformaré por un tiempo con las publicaciones semanales, pero vuelve pronto David.




Una noche con Sabrina Love, Pedro Mairal.

Parece ser que me quedé enganchada y que la Uruguaya me había sabido a poco, así que decidí, bien aconsejada, leer su primera novela, esa cuya sinopsis no terminaba de convencerme: "Daniel, tiene 17 años cuando gana el sorteo para pasar una noche con la porno star del momento cuyos programas ve cada noche en su cuarto, en esa casa que comparte con su abuela en la ciudad de Entre Ríos."
Es una novela ágil que dibuja sonrisas a medida que el protagonista avanza en su viaje gracias a cada uno de los personajes con los que va cruzándose en esos 500 kilómetros que deben separar Entre Rios de la gran ciudad, lástima que el sueño no resulte exactamente como él lo había imaginado, pero seguramente el premio de aquella llamada era mucho más que una noche de hotel con Sabrina Love.
Me ha gustado la novela, un libro reeditado 20 años después de su publicación a la que acompaña un nuevo y maravilloso prólogo de su autor.  
Menos de 150 páginas para reflexionar sonriendo.



Biografia del silencio, Pablo d'Ors.

No, no había oido hablar de este libro, y si hubiese caído en mis manos, mis prejuicios sobre un libro entorno a la meditación escrito por un sacerdote seguramente no me hubiesen animado a leerlo. Suerte la mía de tener cerca amigas grandes lectoras que te recomiendan títulos y además te abren su biblioteca.
Un resumen: es una joya de 100 paginas. 
Señores y señoras, olvídense de libros de autoyuda, aparquen sus perjuicios y metanse de lleno en la lectura de este ensayo que te lleva a reflexionar, a pararte en el silencio para escuchar lo que sólo se piensa cuando no hay ruidos alrededor que distraigan, y quizás decidan empezar a practicar la meditación o simplemente se den cuenta de la necesidad del silencio para escucharse a uno mismo y aprender a hacerlo mejor a los demás.



Deje su mensaje después de la señal, Arantza Portabales.

Otra buenísima recomendación a partir de la que me atrevo a dejar por escrito un consejo de esos que quizás sería mejor callarse: las rrss están llenas de ávidos lectores pero algunos, espero que no muchos, son de cartón piedra, así que mejor que fiarse en los números, hay que concentrarse en la forma en la que hablan de los libros; a buen entendedor, pocas palabras bastan.
"Si no te atreves a hablarle cara a cara, siempre puedes hacerlo con el contestador" Y así a través de vidas cruzadas vamos leyendo los mensajes que cuatro mujeres dejan en los contestadores de su ex marido, su hijo, su psicólogo y su padre. Cuatro historias de mujeres que se enfrentan a su destino, con las que se te encoge el corazón al tiempo que se te dibujan sonrisas de ternura mientras avanzas en la lectura y sus vidas se van cruzando cara a cara, sin mensajes en el contestador.
Es una novela de sororidad, ahora que está tan de modo este término, un libro de mujeres valientes.
Léelo, no te arrepentirás.




Lo reconozco, cuando en la primera hoja, ví esta cita de Carmen Martín Gaite, este libro ya me tenía ganada.

No hay nada que se pueda comparar a la 
palabra y a la comunicacion. No hay nada 
comparable a poder hablar a la persona 
adecuada en el momento adecuado en el 
que la persona a quien se habla tiene ganas
 de escuchar, y la persona que habla desea hablar.


1 comentario

  1. Interesante, creo que me gustaría el cuarto y el sexto y no los conocía.
    Besos

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