Si no hubiese sido por la tradición danesa de poner banderas en los autobuses cuando hay algo que celebrar, creo que este año el 9 de mayo me hubiese pasado desapercibido.
No recuerdo ningún titular ni reportaje especifico al respecto, está claro que no estamos sobrados de motivos para celebrar el día de Europa; así que, bienvenidas sean esas banderas azul (a punto de desprenderse de una estrella) en un país tan poco europeista como éste.
Bansky |
Lo entiendo, tocan arduas negociaciones para establecer como será finalmente la salida del Reino Unido de la UE pero parece que por fin Juncker y sobre todo la señora Merkel han comenzado a dejar las cosas claras: "Mrs. May, si los británicos han decidido abandonar esta Unión mucho más que económica, pueden hacerlo porque nadie está aquí obligado a la permanencia, pero recuerden, son ustedes los que se van, así que se acabarón los rodeos y las declaraciones, empecemos a negociar, y no lo olviden son ustedes quienes han decidido irse" (versión propia que resume las últimas declaraciones).
Días tarde en asimilar el resultado cuando me desperté y tuve que desyunarme el resultado favorable del referndum despues de lo escrito el día anterior, pero una vez asimilado, ya era hora de poner los mecanismos en marcha y de endurecer al máximo las negociaciones; no te puedes ir para recuperar parte de la soberania que delegaste (poca cosa, en el caso ingles), y esperar tener un trato de favor.
Pero algún motivo de mínima celebración tenemos, las últimas votaciones han alejado la ultraderecha del poder tanto en Holanda como en Francia, aunque siguen estando ahí (qué increíble que determinadas posiciones consigan hacerse hueco!!).
Quizás sería un buen momento para volver a aquella idea de Europa que iba más álla de una integración económica. No sé si los lideres europeos actuales creen que tendrán infinitas oportunidades de recuperar la confianza, así que ojalá empiecen de una vez por todas a buscar soluciones a esos problemas que han dejado aparcados en los últimos meses; los propios y cercanos, y los que no deberían parecernos ajenos y lejanos, porque aunque ya no se abran telediarios ni llenen portadas, el Mediterráneo sigue siendo un cementerio... Si no son capaces de tomar decisiones, de encontrar soluciones, que apaguen las luces del chiringuito y den por finalizada la fiesta.
Quizás sería un buen momento para volver a aquella idea de Europa que iba más álla de una integración económica. No sé si los lideres europeos actuales creen que tendrán infinitas oportunidades de recuperar la confianza, así que ojalá empiecen de una vez por todas a buscar soluciones a esos problemas que han dejado aparcados en los últimos meses; los propios y cercanos, y los que no deberían parecernos ajenos y lejanos, porque aunque ya no se abran telediarios ni llenen portadas, el Mediterráneo sigue siendo un cementerio... Si no son capaces de tomar decisiones, de encontrar soluciones, que apaguen las luces del chiringuito y den por finalizada la fiesta.
Bansky |
Hablando de fiesta, este sábado tenemos Eurovisión. Ya imagino que habrá quien tenga mejor plan pero yo este año no me lo pierdo, tengo mis favoritos y parece que están bien situados en las casas de apuestas.
Desde que vimos San Remo (ya sabéis que una parte de nuestro cuore se quedo en Italia) oigo en bucle la canción de Franscesco Gabbani, Occidentalis Karma. Me encanta, la he compartido varias veces en mi stories y, a punto he estado de ponerme a bailar la coreo, cosa que afortunadamente hago sin compartir visionado. Gabbani parece un buen tipo, con una gran sonrisa y su canción de ritmo pegadizo, filosofa sobre la vanalidad de la sociedad moderna. Me gusta tanto que puede que escriba un post sólo sobre ella.
Descubrí hace dos o tres semanas a Salvador Sobral, el representante portugués, que canta como creo que deben hacerlo los ángeles, con una sensibilidad que te encadila, con un sonido que a mi me lleva a otra época, con esa dulzura que sólo consigue el idioma del país vecino... Amar pelos dois ...
Y tras esta divagación de hoy, vamos a ver si comienza a cambiar la visión de Europa y volvemos a tener motivos para celebrar.
Desde que vimos San Remo (ya sabéis que una parte de nuestro cuore se quedo en Italia) oigo en bucle la canción de Franscesco Gabbani, Occidentalis Karma. Me encanta, la he compartido varias veces en mi stories y, a punto he estado de ponerme a bailar la coreo, cosa que afortunadamente hago sin compartir visionado. Gabbani parece un buen tipo, con una gran sonrisa y su canción de ritmo pegadizo, filosofa sobre la vanalidad de la sociedad moderna. Me gusta tanto que puede que escriba un post sólo sobre ella.
Descubrí hace dos o tres semanas a Salvador Sobral, el representante portugués, que canta como creo que deben hacerlo los ángeles, con una sensibilidad que te encadila, con un sonido que a mi me lleva a otra época, con esa dulzura que sólo consigue el idioma del país vecino... Amar pelos dois ...
Bansky |
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