Todo iba a volver a la "normalidad" cuando hiciésemos el viaje de vuelta a tierras vikingas, coincidiendo con la época de hibernación, admito que me ha llevado algún días más de lo esperado, pero aquí estoy de nuevo.
No empezaré con propósitos de año nuevo porque hace años que deje de fumar, porque otro idioma más sería una locura, porque no soy mujer de gimnasio y la vuelta al #modospeedwalker sólo regresará cuando el termómetro supere al menos los 10 grados, y porque, una lección que he aprendido, es que por mucho que organices y planifiques y creas tenerlo todo bajo control, las cosas no siempre salen como esperas.
Así que el primer post del 2017, superada la Navidad menos navideña de los últimos años, será una recopilación de algunos de los mejores momentos de estas ultimas semanas.
- Hacer las maletas a casa, saber que no importa que se te olvide algo o como decía Zaira saber que ni siquiera necesitas meter el pijama en la maleta...
- Aprovechar para abrir armarios ajenos para coger un abrigo, una bufamanta... Echarte tu colonia y bajar en el ascensor sintiendo su olor. Pulgarcito iba dejando garbanzos por el camino, a mi madre siempre la podemos seguir el rastro por su perfume.
- Llevar en la maleta tus vaqueros preferidos tan desgastados que sabes que sólo la tatina podrá dejarlos como nuevos, hasta que vuelvan a necesitar pasar por sus manos porque intentas reemplazarlos pero es imposible.
- La ya tradicional escapada a Gijón de las hermanas. Lo admito tenías razón... yo también podría vivir y disfrutar allí, puedo dar por superada aquella fase en la que no me imaginaba un sitio mejor para vivir que mi Oviedin.
- El día de la marmota en la que suele convertirse la cena de Nochebuena, aunque este año no nos dio por cantar entre plato y plato así que nos saltamos la bronca de cada año... Pero se repitieron los "para, para, no eches más" y entre copa y copa de El gaitero "pero bueno si yo no necesitaba nada"...
- Los desayunos en la cocina siempre acompañada, abrir los armarios para ser que hay de picar y encontrar todo lo que te apetece porque llevan tiempo esperando a que vuelvas y la cena de la última noche que tanto te recuerda a muchas de la infancia cuando después había que dejar preparado el uniforme y la mochila.
- Mi cita navideña con Disney, nuestros churros, gofres y batidos de chocolate y nuestras conversaciones casi ya de mayores.
- Las horas que pasamos las tres juntas, mis Cantábricas que han convertido en tradición hacerse un montón de kilómetros en un día para pasar un buen rato juntas. Mi otra familia, la que se elige.
- Los abrazos con los amigos, los que siempre están ahí, a los que no necesitas dar explicaciones y sólo necesitan mirarte, los que te prestan su hombro para llorar, los que hacen que te rías y los que te abrazan fuerte.
- Las partidas a los palos chinos, al Uno y al Dobble, las risas, las comidas, la casa llena de gente, la vuelta un poco más fácil con ellos.
No hubo fotos, y seguro que de haberlas no habrían aparecido en mi #bestnine2016 pero sin duda son mis mejores momentos de las últimas semanas del año y por eso me apetecía que se quedaran escritos en un post para el recuerdo.
Ah y por supuesto, también debe de estar incluido el momento de llegar a casa, vaciar el buzón y encontrar abrazos...
Con tantos buenos recuerdos seguro que la vuelta a tierras vikingas se hace un poco más llevadera ;)
ResponderEliminar¡Besotes!
Besines from Denmark
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