Erasmus, 30 años no es nada

Hace tiempo hablé de mi médico de cabecera y sus prescripciones poco ortodoxas: descanso y ron cola, aprovechando que era viernes decía.

Por eso ya he aprendido que salvo presencia persistente de fiebre, para un resfriado, aunque sea de los que te tumban varios días, no va a decirme ninguna otra cosa, por mucho que intente convencerle que estoy a punto de lanzar una OPA hostil a Kleenex y que me ha parecido oir como los vecinos se quejaban de no poder dormir con mi tos. 
Así que directamente le escribí un mail sabiendo de antemano su respuesta: descanso y mucho líquido, nos vemos en una semana (así evitamos que puedas contagiar a alguien, le faltó decirme).


By Nomao Saeki from Unsplash
¿Qué hace la gente cuando se tiene que quedar (sola, enferma y aburrida) en casa, además de leer, ver series y escribir?  Yo me siento un poco secuestrada; hago todo eso, y además, ordeno y hago limpieza, y me deshago de cosas que no recuerdo para que guardé, y hago muchos planes y listas que no estoy segura si voy a cumplir.

En esas estaba cuando, aunque sin darle demasiado bombo, leí que esta semana se cumplían los 30 años de la puesta en marcha del programa Erasmus, y como no se dice, se cuenta que los 30 son los nuevos 20, podemos concluir que el programa está en plena juventud. 
Yo también era joven cuando pasé aquel año en Cerdeña...


Todo estaba planeado para irme a Pisa o a Milán, pero se me ocurrió marcar aquella casilla  según la cual con tal de irme a Italia estaba dispuesta a hacerlo a cualquier destino, lo tenía tan claro que se lo advertí a maridin al poco de conocerlo: "yo me voy a ir un año a Italia, y no voy a renunciar por nada ni por nadie". 
Y así fue como acabé haciéndome aquel primer viaje Oviedo - Cagliari que duró más de 24 horas con Rebecuca y su tortuga en tren y en avión hasta una isla del Mediterráneo.

Hubo días en que me arrepentí de haber aceptado aquella oferta o voy a negarlo, la mayoría de mis amigos que también disfrutaban de ese año que te pude cambiar la vida, podían viajar en tren o en autobus y conocer otros lugares, organizar reencuentros, y mientras yo, necesitaba un barco hasta Civitavecchia como opción económica o encontrar un vuelo barato (de aquella, internet no era tal como lo conocemos ahora), así que me perdía la mitad de los planes, y eso se suponía que formaba parte de la experiencia.

Cagliari by Roman Kraft from Unsplash
La Facoltà di Giurisprudenza era el primer año que participaban en el programa, sólo eramos dos estudiantes, y el alemán tardó meses en encontrar el edificio. Sólo podía intentar relacionarme con los compis, estudiar y practicar para los orales; porque no hubo suerte y ninguno fue sustituído por trabajos (en el momento me fastidiaba, sobre todo cuando hablaba con mis amigos, pero me sirvió mucho, aunque tuviese que pasar tiempo para reconocerlo).

Irme de Erasmus fue la mejor decisión de mi vida
Volví dominando otro idioma; lo sé, me fui a Italia, pero aún así conozco otras personas que pasaron por allí y volvierón como mucho con un alto nivel de itagnolo). 
Volví con las ganas de seguir que había casi pérdido antes de irme, con nuevas ideas sobre lo que quería hacer.

Irme de Erasmus fue una experiencia única de la que se me amontonan recuerdos:
- los billetes enormes de las liras y la llegada del euro.
- las comidas en la mensa a base de pasta y pizza de lunes a viernes, y más de los mismo, los sábados y los domingos.
- las tardes en la playa en septiembre, octubre, noviembre.... y as,í hasta julio.
- el primer cumpleaños fuera de casa entre desconocidos en la isla de Sant'Antioco.
las conversaciones en la cocina con le sorelle, las comidas con las delicias que enviaba  la mamma spagnola, o las cenas de los domingos cuando volvían de casa cargadas, también con la lasagna que me había hecho expresamente para mí la mamma italiana.
- aquel primer viaje juntos a Roma y Florencia, del traghetto in cabina lusso (sólo de precio), de la Seman Santa en Iglesias con la famiglia italiana los únicos días que no lució el sol durante mis 10 meses.
- los regalos de despedida, aquel concierto de Franco Battiato en el anfiteatro de Nuoro. 

Irme de Erasmus me sirvió para aprender cosas de las que no se hablaba en los libros, ni se explicaban en clases magitrales.

Cagliari art street by Umanoide from Unsplash
Y habrá quien diga que el Erasmus es todo cachondeo...
Yo quiero volver a Casteddu (sí, nos apuntamos a un curso de sardo pero enseguida comprobamos que lo mejor era centrarnos con el italiano),

1 comentario

  1. ¡Hola, Vero!
    No conocía este precioso rinconcito, pero las casualidades de la vida me han llevado hoy a descubrirlo y la verdad es que, siendo sincera, ha sido un gran descubrimiento. Me encanta el título, el diseño, el estilo que tiene y sobre todo – y más importante – lo mucho que logran transmitir tus palabras. La verdad es que no es nada fácil, en los tiempos que corren, llegar al lector de esa manera. Se nota que escribes desde el corazón y te lo agradezco mucho porque es un placer leerte.

    En cuanto al post, creo que me ha venido como anillo al dedo porque justo este septiembre me voy de Erasmus a Grenoble, al sur de Francia. A mí también me hubiera gustado ir a Italia, creo que los italianos son más cálidos que los franceses, pero estoy haciendo Estudios Francófonos Aplicados así que es lo que toca jeje. He disfrutado mucho leyendo tus recomendaciones y tu experiencia, yo también creo que irse de Erasmus es algo que hay que vivir. Eso que escribes de lo que limita estar en una isla lo sé porque yo misma vivo en las Islas Canarias y cuesta mucho desplazarse, pero también tiene muchas ventajas. En definitiva, que me ha gustado mucho leerte y que te doy las gracias por esta maravilla de entrada.

    Solamente me queda decirte, de nuevo, que ha sido un placer dejarme caer por aquí. Espero pasar más a menudo por este lugar tan mágico porque la verdad es que merece la pena. Te dejo el enlace a mi blog por si quieres echarle un vistazo, pero vamos, que ninguna obligación: misspoessia.com. Yo, con haber pasado por aquí, ya estoy más que satisfecha.

    ¡Un abrazo enorme! ♥

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