Hay gente que no está para salir de casa

Bueno reconozco que quizás el título sea un poco exagerado, no es que crea que una parte importante de la población debería evitar salir de casa o hacerlo bajo estrictas medidas de control, nada más lejos de mis intenciones intentar limitar la libre circulación de personas, principio fundamental y universal, a pesar de los tiempos en los que vivimos.
Pero es que, de verdad, me encuentro con cada personaje, que de tanto callar y no decir nada voy a terminar con una ulcera... Así que, lo escribo.

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En realidad, esto vuelve a estar en la línea de mi último post en el que te hablaba de mi posible intolerancia social, y es que si la falta de empatía y el sentido común es algo que echo en falta, no lo es menos ese saber comportarse mínimo que, al menos, en lugares públicos todos deberíamos tener.

Evidentemente en su casa cada uno puede hacer lo que quiera, pero cuando el espacio lo estás compartiendo con otros, cuando existen esas mínimas reglas de comportamiento no escritas, me resulta increíble tener que morderme la lengua y tener que repetirme internamente "por favor...". 

No sé si preocuparme, ¿existe la intolerancia social?

Aprendí en su momento por necesidad la diferencia entre la intolerancia y la alta sensibilidad, y aunque tiene poco que ver con lo que quiero contarte, me ha parecido que no estaba mal empezar distinguiendo conceptos, porque una cosa es evitar tomar aquello que tu cuerpo no tolera y otra tener que andar con cuidado porque existe la posibilidad de que algunas cosas acaben haciéndote sentir mal.


Hace unos días, leí este tweet de @lavecinarubia "creo que soy intolerante a la gente" y mira por donde, va a resultar que yo también me estoy volviendo un poco intolerante, eso o mi alta sensibilidad a determinados comportamientos se está transformando. 

Darme cuenta no ha sido algo positivo, siempre he creído, y en realidad sigo haciéndolo, que es importante respetar las ideas, opiniones y comportamientos del resto aunque sean distintos a los míos, pero a veces desahogar viene bien y a falta de terapeuta, yo tengo mi blog.

Mafalda by Quino


    Creo que mi problema es que hay cosas que me molestan cada vez más, con las que no suelo saltar pero que me suelen hacen estar un buen rato con el "rucurucu" en mi cabeza.

    Libros para conocer un poco más sobre los daneses

    Después del éxito, o de la estupenda campaña publicitaria, del libro Hygge. La receta de la felicidad, he pensado que además de aquel post desmontando el mito, no estaría de más compartir algunos otros títulos que hablan de algo más que de esa felicidad vikinga.


    Antes de pasar a la selección de libros, por si todavía nadie te lo ha dicho, comentarte que el concepto danés está ya en sus horas bajas porque ha llegado lagom, el nuevo palabro sueco. De él nos vuelven a repetir eso de que también es un término de difícil traducción (empiezo a creer que esto es una de las cosas que más atraen, ese halo de misterio de vete tu a saber que quieren decir con ellos estos vikingos) pero al final nos acaban diciendo que su significado sería algo así como "en su justa medida". Y a ver, yo no es que me haya empeñado en echar por los suelos cuanto concepto escandinavo pretende importarse, pero es que Aristóteles ya nos decía antes de toda esta moda nórdica que nos ha entrado, aquello de que "en el término medio está la virtud".