Como sobrevivir en "Mordor"

Os voy a contar algo que igual nunca antes hayáis escuchado: el invierno danés es frío, largo y oscuro, esto es así salvo que hayas vivido en el Polo Norte y en ese caso no dudo que Dinamarca te pueda parecer el Caribe.



Cuando llegué aquí pensé: por dios, yo soy una chica del norte!! Me he pasado media vida a remojo!!  Pero, tras pasar mi tercer invierno en tierras vikingas, puedo deciros que por mucho que hayas crecido en la orilla cantábrica, en realidad eres del sur, como mucho del norte del sur.  

Del primer invierno casi ni te enteras, porque vas descubriendo la ciudad, vives en modo turista y contarles a tus amigos que no para de nevar  te parece tan bucólico que casi te los imaginas pegados a sus ventanas esperando ver un copo de nieve cuando en realidad siguen con sus vidas y solamente piensan: pobre,  las ganas que debe tener de volver a casa!!  Y no voy a engañaros, cuando llega la Navidad yo no veo la hora de coger el avión, besar suelo asturiano  y ponerme a quitar capas de ropa. Lo que pasa es que previamente suelo hacer escala, y si es en Barcelona normalmente me he quitado ya alguna de más que toca volver a ponerse.

De mi primer invierno vikingo aprendí: 1) la Navidad  danesa  adelanta por la derecha a El Corte Inglés y el 2 a lo sumo  el 3 de noviembre ya estamos modo "Jingle Bells"; 2) no tiene porque nevar ni llover, pero debes acostumbrarte a vivir bajo el escudo protector de las nubes compactas que ni dejan pasar el sol ni a mi entender permitirían que nos alcanzase un misil soviético; 3) por último y no menos importante, es absurdo comprarte un paraguas, básicamente apenas lo vas a usar cuando llueva ni cuando nieve porque normalmente hace viento y si sales con él de casa le parecerás un extraterrestre al primer autóctono con el que te cruces.



A partir del segundo invierno es cuando empiezas a analizar seriamente el invierno danés.
Frio es frio no vamos a negarlo pero el tiempo te ha servido para comprender que lo que tienes que ir es abrigado, y que probablemente la mejor inversión de tu vida sea un buen "abrigo de esquimal" que no te quitarás hasta bien entrado marzo (no porque llegue la primavera sino porque es entonces cuando sacas los abrigos de invierno que te trajiste de España).
Largo y oscuro, pues sí, esto es así y no hay tu tía. Algún autóctono podrá intentar convencerte de que la falta de luz está compensada con el exceso de luz del verano pero…  Para ellos las compensaciones!! Ya puedes tomarte suplementos de vitaminas que la realidad es la que es, y el invierno se hace más largo que un día sin pan. En esas estaba yo cuando este invierno me enteré de la existencia de unas "lámparas mágicas" que te cargan las pilas. Yo, que no tengo complejo de conejito Duracell ,era algo reacia pero tras constatar su utilidad en algunas sesiones recomendadas por mi doctor de cabecera, a SSMM de Oriente les pedí "LA lámpara" y desde entonces, mi vida cambio. Estoy deseando que llegue la primavera pero en el tiempo de espera  yo me enchufo "LA lámpara" un ratito, me monto mi Santorini particular y voy más feliz que una perdiz (el próximo invierno, descubrimos si es sugestión o realidad).

Con ustedes, "LA lámpara"


Llego el día...

Hola, soy Iverina y desde hace algo más de dos años vivo en Dinamarca.

Una de las razones por las que me mudé aquí es científica, poco que ver con el nordic style. Aunque debo admitir que salvo por el idioma de marras y el largo y oscuro invierno danés, no tengo mucha queja de nuestro destino de expatriación. Lo de vivir rodeada de boniteces, todo hay que decirlo, no está nada mal. A estas alturas, hay alguien que todavía no sepa que Copenhague es una ciudad muy pinterest?
Bueno, que me desvio... 
He dicho razón científica pero no me imagineis metida en ningun laboratorio porque no hay nada más alejado de la realidad. Os confieso, sin mucho sonrojo, que entiendo más bien poco de química o física, que las matemáticas no eran mi asignatura favorita, y que yo soy oficialmente una chica de letras. Los conocimientos científicos en mi vida vienen de los tubos de ensayo y reactores del investigador con el que comparto mi vida (maridin a efectos de IG) y que es la razón fundamental porque la que estoy viviendo esta experiencia danesa. 

Yo tengo mis costumbres para empezar el día, siempre que no vaya corriendo como pollo sin cabeza para no llegar tarde. Me gusta mantener mi rutina de lectura por las mañanas mientras me tomo mi buena dosis de cafeina necesaria para poder funcionar: primero me pongo al día con la prensa y después con el repaso a mis blogs de cabecera.
Así que el paso lógico parecía, al menos así llevaba un tiempo pensándolo, unirme a la comunidad 2.0 con mi propio blog. Un proyecto que quería poner en marcha en cuanto me mudé aquí para compartir mis aventuras y desventuras por tierras vikingas, pero nunca acababa de arrancar. Encontraba un montón de excusas para ir retrasándolo: que si el nombre, que si lo de las plantillas y el diseño era un sufrimiento para mí… y así hasta el infinito y más allá. 
Para colmo en los últimos meses, mi red social favorita, daba por más que satisfecha mi necesidad de compartir esas aventuras y desventuras, pero los caracteres de IG  empezaban a no ser suficientes, y empezaba a necesitar poner en marcha aquel proyecto que tenia en el cajón, así que parecía que finalmente había llegado el momento.
Tengo que deciros que sin la ayuda, el trabajo y las risas compartidas via skype con @mariawolle esto nunca hubiese sido posible (es mi ángel de la guarda berlinesa 2.0). Se merece un post enterito para ella por su generosidad y porque ella lo vale, porque hace un montón de cosas y todas bien, recientemente acaba de iniciar una nueva aventura con su segundo blog, del que me declaro fan total; vaís a querer preparar las maletas y plantaros en Berlin, quedáis advertid@s!!

... Puff!! Todo lo que llevo escrito, y a estas alturas aún no sé si os ha quedado claro sobre que voy a escribir.
Para que no haya dudas os diré que básicamente escribiré sobre las boniteces que me rodean, los sitios nuevos que descubro, los lugares que me gusta visitar, los viajes que me llevan a nuevos destinos, los libros que me enganchan y me roban horas de sueño, las películas que me hacen terminar con la existencia de kleenex en casa, las series que me enganchan y no puedo dejar de ver, las anécdotas varias de mi vida en Dinamarca, etc. En resumen, de todo un poco. Este blog será algo así como un cajón desastre que intentaré mantener organizado.


Bienvenidos a mi pequeño mundo danés!!


Hace 6 años visité por primera vez Copenhague, la banda sonora que nos acompañó durante aquel viaje fue “Un día en el mundo” de Vetusta Morla, así que hoy no podía olvidarme de esto “... nunca saber donde puedes terminar, ni empezar...”